Variables Macroeconómicas

Perspectivas Macroeconómicas Uruguay 2020-2024

En el marco de los impactos derivados de la pandemia COVID-19, se estima que, tras verificarse una fuerte caída en el segundo trimestre y una recuperación gradual en el segundo semestre, la actividad económica del país exhiba una caída de 3,5% en el conjunto de 2020. Se prevé que esta contracción se procese de forma generalizada, aunque menos intensamente a nivel de la inversión por los impactos positivos derivados de la construcción de la nueva planta de celulosa en el centro del país y de la infraestructura asociada. En efecto, se espera que la inversión registre una caída de aproximadamente 1% este año. Se prevé que el consumo total se contraiga en torno a 3% y las exportaciones de bienes y servicios 8% aproximadamente, con una fuerte caída en las exportaciones por servicios de turismo. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios mostrarían un descenso del entorno de 3%.

Para 2021 se espera que la economía uruguaya retome dinamismo y crezca 4,3%, lo que significará que la actividad económica se recupere de los impactos negativos de la pandemia y alcance niveles levemente superiores a los observados en 2019. En ese sentido, se proyecta una recuperación generalizada a nivel de los diferentes componentes de la demanda, que recoge mayormente los efectos rebote por la vuelta a la normalidad de los diferentes sectores de actividad, impulsos adicionales en el consumo y la inversión privada, así como en las importaciones (al impulso de las obras de la nueva planta de celulosa, entre otros factores).

Desde 2022 y hasta el fin del escenario de proyección se espera una trayectoria creciente de la actividad económica liderada principalmente por el crecimiento de las exportaciones y de la inversión privada. En el marco de la recuperación del contexto internacional y la implementación de una nueva política internacional, proactiva en la búsqueda de mercados, se proyecta que las exportaciones de bienes y servicios, sin considerar la nueva planta de celulosa, crezca en torno a 4,5% promedio anual. Este crecimiento se verá incrementado una vez que la nueva planta de celulosa comience a operar en el segundo semestre de 2022.

En todo el horizonte de proyección se adicionan y deducen los impactos de las obras de la nueva planta de celulosa y de la infraestructura asociada, así como el inicio de las operaciones de la planta previsto para el segundo semestre de 2022. Es preciso señalar que para 2021 y 2022 se prevén impactos negativos de las obras debido a que las inversiones, desde la perspectiva de su contribución al valor agregado (es decir excluyendo las importaciones asociadas), se estima que estarán mayormente concentradas en 2020.

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