Sistema Nacional de Emergencias

En todas sus líneas de trabajo el Sinae contempla las perspectivas de género, generaciones y accesibilidad coordinando acciones con diversos organismos nacionales e internacionales.

Este años se hizo hincapié en la población de adultos mayores, una población especialmente vulnerable en caso de emergencias, en un trabajo coordinado con el Sistema Nacional Integrado de Cuidados del Ministerio de Desarrollo Social. A través de los talleres realizados en los Centros de Día se busca sensibilizar a los participantes sobre la construcción social del riesgo y sus componentes, al tiempo que se le brinda herramientas en relación a cómo actuar en caso de que ocurra una emergencia.

Los Centros de Día son centros gerontológicos sociales gestionados por el Sistema de Cuidados. Ofrecen cuidados integrales a personas mayores de 65 años en situación de dependencia leve o moderada, que tienen como objetivo contribuir a la autonomía de las personas mayores, favorecer su permanencia en su entorno habitual y redistribuir la carga de cuidados.

Estos centros tienen un fuerte vínculo comunitario que permitió abordar el conocimiento del riesgo local con el objetivo de elaborar protocolos de actuación frente a alertas meteorológicas. Así se pudo trabajar en los conceptos básicos de la GIR, intercambiar experiencias, sensibilizar sobre la importancia y utilidad del Bolso de Emergencias, reconocer los diversos eventos meteorológicos y abordar las dimensiones del riesgo (peligrosidad, exposición, vulnerabilidad e incertidumbre).

Los talleres se realizaron en Juan Lacaze (Colonia), Municipio D (Montevideo), Pando (Canelones), La Paz (Canelones), Paysandú, Rocha, Melo (Cerro Largo) y Tranqueras (Rivera); con un promedio de 30 participantes en cada uno de ellos. 

“Las personas mayores aportan conocimientos y experiencia en estrategias de afrontamiento y actúan como personas cuidadoras, gestoras de recursos, coordinadoras y generadoras de ingresos. Suelen encarnar las tradiciones y la historia, y actuar como puntos de referencia culturales. El aislamiento, la debilidad física, el colapso de las estructuras de apoyo familiar y comunitario, las enfermedades crónicas, las dificultades funcionales y el deterioro de las capacidades mentales pueden aumentar su vulnerabilidad en los contextos humanitarios” (Manual Esfera, 2018:14).