Respuesta a emergencias

Simulaciones y simulacros

Fichas

Para poder brindar una respuesta efectiva y eficaz durante situaciones de emergencia o desastre, es necesario disponer de planes y protocolos conocidos y validados previamente.

Esos planes y protocolos deben ser puestos regularmente a prueba, a través de simulaciones y simulacros. Los ejercicios de simulación proponen a través de mensajes/estímulos diferentes situaciones y problemas a resolver. Se transitan diferentes etapas a saber: Introducción, Preparación, Eventos y Evaluación. Posteriormente se solicita a los participantes dos tipos de evaluación, la de la respuesta y la del ejercicio en sí.

 

Es importante destacar que las evaluaciones tienen como finalidad poner a prueba el sistema y su capacidad de respuesta, y están orientadas al aprendizaje y a la mejora, no a la evaluación de instituciones o personas. Estos ejercicios son de suma utilidad ya que son un insumo para actualizar y/o ajustar los protocolos interinstitucionales y departamentales de respuesta frente a emergencias, así como para la actualización del Protocolo de Coordinación General del Sistema Nacional de Emergencias.

 

Por su parte, los simulacros no son ejercicios teóricos sino prácticos mediante la recreación o escenificación de una situación hipotética de emergencia. Son muy utilizados por las organizaciones que trabajan en la preparación o en la respuesta a los desastres. Al mismo tiempo, son una valiosa herramienta para evaluar toma de decisiones, destrezas, capacidades, procesos de trabajo en equipo, de grupos y coordinaciones interinstitucionales. Por otra parte, permiten probar la efectividad de planes, protocolos y procedimientos. Tienen la virtud de realizarse en tiempo real e involucran tanto a personal que trabaja habitualmente en emergencias como a ciudadanos en general.

 

Algunos ejemplos

 

En nuestro país se han desarrollado diferentes tipos de simulaciones y simulacros de situaciones de emergencia (siniestros aéreos y de tránsito con múltiples víctimas, derrames de sustancias peligrosas de diversa índole, incendios forestales, incendios de estructura, etc.), a escala departamental, regional y nacional. A modo de ejemplo en 2014 se organizó una simulación a escala nacional sobre una epidemia de Dengue autóctono. Vale decir que muchas de las deblidadades identificadas a partir de ese ejercicio fueron modificadas y cuando se confirmó el primer caso de dengue autóctono en 2016, se logró brindar una mejor gestión de la respuesta. En esa oportunidad participaron más de 160 instituciones del ámbito público y privado.

 

Ese mismo año, el Sinae junto con el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED) de Montevideo se realizó una simulación donde se planteó la ocurrencia de un incendio forestal en una zona rural de Montevideo que incluía su franja costera y áreas de protección ambiental. Participaron del ejercicio alrededor de 20 instituciones.

 

En el mes de diciembre de 2014 SINAE organizó otro simulación en conjunto con el CECOED de Montevideo y en coordinación con la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV). Allí se planteó la ocurrencia de eventos meteorológicos adversos y de una situación de emergencia en relación con la construcción que la empresa Gas Sayago venía desarrollando de la planta regasificadora en Punta Sayago. En 2015 se realizó un ejercicio combinado simulacro-simulación con la Administración Nacional de Combustibles Alcohol y Portland (ANCAP) que implicaba la ocurrencia de un siniestro en la refinería de La Teja.

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