Personas en situación de calle
Una realidad que crece y preocupa
Vivir en la calle no debería ser el destino de nadie. Sin embargo, cada año más personas enfrentan esta situación en Montevideo y en todo el país. Este fenómeno, que implica la vulneración de derechos humanos fundamentales, sigue creciendo y plantea el desafío de construir respuestas colectivas que incluyan al Estado, las organizaciones sociales y la comunidad en general.
Participación en la Marcha de la Dignidad
El 19 de agosto de 2024, la Defensoría de Vecinas y Vecinos de Montevideo participó por primera vez en la Marcha de la Dignidad, organizada por personas en situación de calle y por distintos colectivos que trabajan en el tema. Entre ellos se destacan:
- Nitep – “Ni todo está perdido”
- Cooperativa Ave de Paso
- La Casa (El Abrojo – convenio con la IM)
- FUCVAM
- CEUP–FEUU
- Red de Ollas Populares al Sur
- Entramados
- Urbano (MEC)
- UTMIDES
- Udelar
- Somos Barrios
Durante la actividad, la Defensoría asumió el rol de observadora de derechos humanos, tarea que consiste en acompañar manifestaciones y protestas, verificar el respeto a los derechos durante su desarrollo y elaborar un informe sobre lo sucedido.
La Intendencia de Montevideo, el Ministerio del Interior y la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo fueron informados previamente del rol de observación asumido. La marcha finalizó sin incidentes, con un almuerzo colectivo organizado por las ollas populares en la plaza del Gaucho, entre 18 de Julio y Constituyente con respaldo de vallas que ayudó a mantener el espacio delimitado y también se contó con la presencia de Policía de Tránsito.
Una problemática que se extiende
En el trabajo cotidiano de la Defensoría, se reciben con frecuencia reclamos y preocupaciones por la presencia de personas que duermen a la intemperie. Aunque existen equipos técnicos comprometidos, las respuestas actuales no alcanzan para atender el problema de fondo. Las herramientas disponibles solo ofrecen soluciones transitorias, sin generar cambios sostenidos.
El número de personas sin hogar sigue aumentando año tras año, agravado por el consumo problemático de drogas, la pérdida de vínculos familiares y comunitarios, y la falta de redes de apoyo.
Este escenario también impacta en la vida de los barrios. Es difícil para cualquier comunidad aceptar que parte de sus integrantes viva en condiciones tan precarias, o apenas con un techo temporal como única protección.
Datos que preocupan
Un estudio elaborado por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) titulado “Hacia un plan departamental sinhogarismo cero en Montevideo” destaca cifras alarmantes:
Entre 2006 y 2023, la población sin hogar en Montevideo aumentó casi un 600%, pasando de 739 personas a 5.015.
En 2023, se estimó una tasa de 361 personas sin hogar cada 100.000 habitantes, cifra que puede llegar a 384 si se incluye a quienes no acceden a una vivienda estable.
Si la tendencia se mantiene, para 2030 habría más de 10.500 personas sin hogar, y casi 20.000 para 2036.
El rol de la Defensoría
Frente a esta realidad, la Defensoría advierte sobre la magnitud del problema y reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de las personas sin hogar. Además, continúa participando en redes, encuentros y espacios de trabajo colectivo para impulsar soluciones sostenibles y políticas públicas que aborden esta situación desde una mirada integral.