Trabajo interinstitucional

Aumento de dispositivos de atención por consumo problemático de drogas permitió ampliar cobertura y bajar reincidencia

La Red Nacional de Atención y Tratamiento en Drogas incrementó en la última década la cantidad de dispositivos, como es el caso de los servicios de consulta y derivación Ciudadela, que en dos años pasaron de 11 a 20. Unas 3.000 personas en los últimos 12 meses utilizaron el sistema en modalidad ambulatoria y residencial. En Uruguay, solo uno de cada diez afectados por consumo problemático requiere aislamiento de su entorno.
Vista de la mesa principal de frente y el público de atras

En Uruguay se trabaja en forma articulada respecto del consumo problemático de drogas, combinando modalidades de atención con una presencia homogénea en todo el país y con intervenciones gratuitas en el acceso de la población, explicó este martes 26 el titular de la Secretaría Nacional de Drogas, Diego Olivera.

En los últimos 12 meses, la Red Nacional de Atención y Tratamiento en Drogas atendió a 3.000 personas, unas 1.000 a través de modalidades residenciales y 2.000 de manera ambulatoria, detalló.

Esas cifras aumentaron en el último tiempo debido al incremento registrado en la cantidad de puntos de atención respecto de 10 o 15 años atrás, que permite captar más situaciones, explicó Olivera en una jornada de intercambio sobre atención y tratamiento de personas con consumo problemático organizada por el hospital Maciel, en el marco del Día Internacional contra el Uso Indebido de Drogas.

A modo de ejemplo, el jerarca señaló los dispositivos comunitarios abiertos Ciudadela, para la consulta y la derivación, que pasaron en dos años de 11 a 20 centros.

En la actualidad, solo una de cada diez personas que reciben tratamiento es internada porque genera un vínculo de dependencia aguda y requiere un aislamiento de su entorno más inmediato, abundó.

Se procura que los tiempos de internación sean cada vez más acotados y que en “el después” haya un acompañamiento para una adecuada reinserción familiar y comunitaria. Ese aspecto influye directamente en la reincidencia, que mantiene bajos porcentajes. Las personas que vuelven a consultar una vez que egresan rondan el 20 % del total.

“Los porcentajes de efectividad son buenos, sobre todo si la familia se involucra en el proceso de tratamiento”, sostuvo Olivera.

El principal motivo de consulta sigue siendo el uso problemático de pasta base de cocaína, aunque su consumo descendió últimamente. En cambio, se registró un aumento de las consultas por uso problemático de alcohol, sin mayor diferenciación entre Montevideo y el interior del país. En otro orden, y por las características que tiene su consumo y los efectos que genera en la salud, el cannabis no fue de los principales problemas de consumo atendidos por el sistema sanitario.

Otro aspecto indicado por las autoridades es que el seguimiento constante que se realiza sobre la red permitió detectar que entre ocho y nueve de cada diez personas que acceden a un tratamiento son varones.

Empero, si bien el consumo de algunas drogas tiene una prevalencia mayor en hombres, son varias las mujeres que tienen este problema y que, por presiones sociales, no pueden asumirlo y comunicarlo. En ese contexto, se trabaja para mejorar su acceso a los servicios de atención en salud.

“Estamos diseñando algunos dispositivos específicos y trabajando en conjunto con las Juntas Departamentales de Drogas, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, el Plan de Centros de Atención a la Infancia y la Familia y los centros educativos, en procura de generar una adecuada sensibilización y comunicación de los mecanismos existentes y la importancia de acceder a la consulta”, explicó Olivera.

Para conocer más sobre cómo están distribuidos los servicios de atención, es posible comunicarse con el *1020 desde cualquier línea de teléfono móvil.

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