Miradas sobre la problemática de personas en situación de calle
En el Auditorio Batalla de Las Piedras del Pabellón del Bicentenario, el Secretario General de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera; Director Nacional de Gestión Territorial del Mides, Mauricio Guarinoni; Directora de Desarrollo Humano de la Intendencia de Canelones, Gabriela Garrido y el Alcalde del Municipio de Las Piedras, Gustavo González, expusieron acerca de “Avances y desafíos en las Políticas Públicas Integrales de Abordaje para personas en situación de calle”.
Por su parte, en el panel denominado: Más complejo de lo que parece: situación de calle en Montevideo expusieron la Mag. en Sociología de Udelar, Fiorella Ciapessoni y el Coordinador Ejecutivo del Programa Álcool, Crack y otras Drogas de la Fundación Oswaldo Cruz (FIOCRUZ) de Brasil, Psic. Francisco Netto.
En la apertura, el Secretario General de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera, explicó que los problemas sociales deben leerse en su coyuntura pero también en clave de trayectoria histórica lo que posibilita entender su complejidad. Hizo referencia, dentro de su trayectoria profesional, a su pasaje del año 2006 al 2012, por el Proyecto Trampolines en Las Piedras. En ese sentido explicó que en el año 2006 “teníamos varias situaciones sociales que convergían para generar un combo muy complicado”. Agregó que se explicitaba con profundidad en la sociedad “los efectos de la enorme crisis social y económica del 2002” lo que provocó que “quienes más se resintieron fueron los sectores populares”. Señaló que “el fuerte incremento de niños, niñas y adolescentes en calle que venía de fines de la década de 1990”.
Olivera afirmó que “lo que hemos logrado interrumpir más allá de situaciones puntuales es la salida masiva de niños, niñas y adolescentes a la calle” y afirmó que esto venía de la mano de un quebrantamiento de las políticas sociales.
El Secretario General de la Junta Nacional de Drogas también habló de vínculo entre drogas y calle, “es un vínculo que existe y que no hay que desconocer”. Explicó que la pasta base de cocaína aparece como segunda sustancia después del alcohol, cuando en población en general no alcanza el 1% de mayores de 15 años. Olivera invitó a “no caer en el pensamiento unidireccional en donde la adicción lleva a la calle u otras situaciones” sino que “también existe la situación inversa en donde el sufrimiento que implica estar transitando un proceso de exclusión social es un factor de riesgo para el inicio de una trayectoria de consumo problemático”. “Se trata de situaciones que se retroalimentan”, dijo.