Día Mundial sin Alcohol

Pensar en el cuidado, los riesgos y nuestras prácticas cotidianas

Cada 15 de noviembre se conmemora el Día Mundial sin Alcohol, una fecha propuesta por la Organización Mundial de la Salud para reflexionar sobre cómo nuestras prácticas de consumo impactan en la salud, el bienestar y la convivencia.
jovenes disfrutando

Este día más que centrarse en la sustancia, la invitación es a pausar un momento, mirar la información disponible y repensar nuestros hábitos, decisiones y entornos.

¿Por qué importa hablar de esto?

El consumo de alcohol forma parte de muchos espacios sociales, pero también está asociado a múltiples riesgos físicos, emocionales y comunitarios.

Algunos datos para reflexionar:

  • Está implicado en más de 200 enfermedades y lesiones en el mundo.
  • Se estima que 2,6 millones de personas fallecen cada año por causas vinculadas a su consumo.
  • Es uno de los principales factores de riesgo y discapacidad global.
  • Cuando se consideran los daños a terceros —violencia, siniestros de tránsito, conflictos— sus consecuencias superan las de muchas otras sustancias.

Adolescencias y entornos de crianza en Uruguay

Según la X Encuesta Nacional en Estudiantes de Enseñanza Media (2024–2025):

  • 82% consumió alcohol alguna vez en su vida.
  • 67% lo hizo en el último año y 42% en el último mes.
  • El consumo afecta a una mayor proporción de mujeres que de varones.
  • 25% tuvo uno o más episodios de abuso de alcohol en los últimos 15 días, con mayor prevalencia en el interior del país.
  • La edad media de inicio es una de las más bajas entre las sustancias: 13 años.

Lo que pasa en casa importa: cuando los adultos conversan, ponen límites y modelan prácticas de cuidado, el consumo en adolescentes se retrasa; cuando se normaliza, aparece antes y con mayores riesgos. Los factores protectores más fuertes en adolescencia son:

  • compartir actividades cotidianas
  • diálogo de calidad en el hogar
  • supervisión y acompañamiento adulto
  • normas claras y consistentes
  • afecto y presencia cotidiana
     

El estigma: Cuando aparece el problema, pedir ayuda se vuelve difícil

A nivel nacional e internacional:

  • Solo una minoría de personas con problemas relacionados al alcohol acceden a tratamiento.
  • Los principales obstáculos son el estigma, el miedo a ser juzgado, la falta de información y la creencia de que hay que “tocar fondo” para pedir ayuda.
  • Ofrecer ayuda temprana, sin juicios y con información clara es una de las estrategias más efectivas para reducir daños y mejorar la calidad de vida.

Si vas a consumir tené en cuenta estas claves para la gestión de riesgos:

Todo consumo implica riesgos. Si decidís hacerlo, estas prácticas pueden reducir las consecuencias:

  • Planificá la cantidad, el horario y el ritmo de consumo.
  • Consumí agua para mantener la hidratación.
  • Comé algo antes y durante.
  • No conduzcas ni manipules maquinaria bajo los efectos del alcohol.
  • Evitá mezclarlo con otras sustancias o medicamentos sin indicación médica.
  • Descansá después: el cuerpo necesita tiempo para recuperarse.

El cuidado no es una responsabilidad únicamente individual: es de las familias, las comunidades y el Estado, regulando, acompañando y generando entornos más seguros para todas las personas.

Si necesitás orientación o apoyo podés consultar en tu Ciudadela más cercana o comunicarte al *1020, la línea de ayuda en usos de drogas.

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