Guía Infodrogas

Alcohol o Etanol

Materiales didácticos

El alcohol es una sustancia con múltiples efectos sobre el sistema nervioso central (SNC) y sobre la conducta. Se trata de la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural.

Presentación

Se presenta en forma de productos líquidos, los más utilizados son las bebidas alcohólicas, que contienen una cantidad variable de etanol (vino, cerveza, licores, whisky). También se utiliza el alcohol rectificado, que contiene un 95% de etanol y puede mezclarse con jugos para mejorar el sabor y disminuir el contenido alcohólico.
El alcohol es una sustancia con múltiples efectos sobre el sistema nervioso central (SNC), sobre la conducta.
A bajas dosis tiene propiedades euforizantes y a dosis mayores provoca efectos sedantes.

Características

Se trata de la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural. Presente en las bebidas alcohólicas, es un líquido incoloro, volátil, de olor característico y soluble en agua.

Las bebidas alcohólicas tienen un origen remoto. Una vez ingeridas, su absorción desde el tubo digestivo es rápida, puede ser de menos de diez minutos.

Depresor del SNC, enlentece progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores, lo que produce desinhibición conductual y emocional. Es por eso que a bajas dosis esta desinhibición causa una euforia inicial que desaparece al aumentar las dosis, dejando lugar a la depresión del sistema nervioso central. No es una sustancia estimulante, sino que causa inhibición del autocontrol sobre la conducta.

Las bebidas alcohólicas en el mundo occidental son de producción y venta lícita. 

Se pueden producir de tres modos:

  • Fermentación: El alcohol de estas bebidas procede de la fermentación de los azúcares de las frutas (uvas y manzanas, entre otras) o cereales. Los ejemplos clásicos son: vino, sidra, cerveza. Las bebidas fermentadas alcanzan bajos niveles de etanol (4% a 12%).
  • Destilación: Resulta de la depuración de las bebidas fermentadas para obtener mayores concentraciones de alcohol. En este grupo se encuentran bebidas tales como whisky, vodka, ginebra o ron y su graduación oscila entre los 40º y 50º. El proceso de destilación fue iniciado por antiguas civilizaciones, al parecer árabes (de donde surge su nombre al-kohl), aunque algunos señalan que comenzó a realizarse en China, en el 880 AC
  • Licores: Derivan de la fermentación de hierbas aromáticas y frutos que se enriquece en su contenido de alcohol y alcanza un 20% o 30%.

Formas de uso y efectos

Su principal efecto sobre el SNC es que deprime progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores lo que produce desinhibición conductual y emocional, según las dosis utilizadas. Es por esto que a bajas dosis las personas aparecen eufóricas en tanto que a dosis altas afecta todas las funciones vitales y puede incluso inducir el coma.

El etanol, molécula simple y pequeña, es una droga de uso por vía oral, rápida de completa absorción por el aparato digestivo. Los niveles en sangre también se alcanzan rápidamente a partir de diez o quince minutos después de la ingesta.

Lo que varía de una bebida alcohólica a otra, además del sabor, es la concentración de alcohol, que se expresa a través del grado alcohólico de cada una.

Cuando hablamos de grado alcohólico, hablamos de la cantidad de alcohol etílico contenido en 100 centímetros cúbicos (cc) de una bebida. Por ejemplo, que una bebida tiene 12º significa que contiene 12% de alcohol (esta concentración generalmente está presente en los vinos). Para mayor certeza se debe calcular la cantidad de alcohol etílico consumido según cantidad y tipo de bebida ingerida. Por ello es que se establece como unidad de medida la unidad de bebida estándar (UBE), que corresponde a 10 gramos de etanol. Se trata de un concepto de gran importancia para poder estimar el riesgo.

Una unidad de bebida estándar (UBE) contiene 10 centímetros cúbicos o 10 gramos de etanol. Y esto es lo que contiene una copa de vino o una lata de cerveza.

Los efectos del alcohol se correlacionan con sus concentraciones en sangre, es decir, con la cantidad de alcohol en sangre o alcoholemia.

Esta se mide en gramos por litro de sangre y según su concentración provoca:

  • 0,5 g/l: euforia, sobrevaloración de facultades y disminución de reflejos
  • 1 g/l: desinhibición y dificultades para hablar y coordinar movimientos
  • 1,5 g/l: embriaguez con pérdida del control de las facultades superiores
  • 2 g/l: descoordinación del habla y de la marcha, visión borrosa
  • 3 g/l: estado de apatía y somnolencia
  • 4 g/l: coma
  • 5 g/l: muerte por parálisis de los centros respiratorio y vasomotor

Además, estos efectos son influidos por los factores como:

  • La edad. Beber alcohol mientras el organismo todavía se encuentra en fases de crecimiento y desarrollo es especialmente nocivo. Baste recordar en este sentido los daños producidos por la exposición prenatal al alcohol.
  • El peso. La intoxicación reviste mayor gravedad cuanto menor sea la masa corporal.
  • El sexo. Por factores fisiológicos, la susceptibilidad femenina es, en general, mayor que la masculina y esto se debe a que la metabolización es menor en el tubo digestivo de la mujer, por lo que el alcohol permanece más tiempo en el organismo.
  • La cantidad y rapidez de la ingesta. Más cantidad de alcohol consumida en menos tiempo provoca que la severidad de la intoxicación sea mayor.
  • La ingestión de comida y sus características condicionan la velocidad de absorción. La situación de ayuno favorece la rápida absorción de etanol, por lo tanto la intoxicación es más rápida. Si la comida ingerida tiene alto contenido graso, se retarda la absorción, aunque una vez absorbidas las grasas, también se absorberá el alcohol.
  • La combinación con bebidas gaseosas o carbonatadas. (tónica, bebidas cola, entre otras) acelera la intoxicación. Por esto es importante alternar el consumo de bebidas alcohólicas con agua o jugos azucarados sin gas carbónico.
  • Tipo de bebida. La cantidad de alcohol que contienen las bebidas destiladas, también llamadas en Uruguay “bebidas blancas”, es mayor que la de las fermentadas, por lo que la ingesta de las primeras puede tener más efectos nocivos que placenteros. Un litro de whisky contiene más cantidad de etanol que un litro de cerveza.
  • Cantidades y frecuencias. El uso diario en dosis altas implica un consumo de riesgo. En hombres se considera un consumo de riesgo aquel superior a 40 gramos de alcohol puro al día y en mujeres, a partir de 24 gramos de alcohol puro al día.
  • El tiempo de uso, la dosis de etanol y la frecuencia determinan la presencia de tolerancia.

Destacamos que una persona puede instalar un coma importante y requerir ingreso a CTI por ingesta exclusiva de grandes cantidades de alcohol. Por esto es importante conocer los niveles de alcohol en sangre (alcoholemia de valor clínico). La alcoholemia es la cantidad de alcohol que hay en la sangre después de consumir alcohol. Es proporcional a la cantidad ingerida y a la mayor o menor concentración alcohólica de la bebida que se tomó. Hay una correlación entre estos niveles y los riesgos, aunque sobre estos riesgos inciden también otras variables que sin aumentar los niveles de alcohol en sangre agravan sus efectos.

Mezclas o policonsumo

Los efectos del consumo de alcohol se modifican, aumentan o disminuyen según con qué se mezcle el uso de las bebidas alcohólicas. Los riesgos, sin embargo, siempre se incrementan cuando se combinan sustancias.

  • Con otras sustancias depresoras: como tranquilizantes, hipnóticos, benzodiacepinas, ketamina o inhalantes (pegamentos) puede producir estados profundos de sedación con pérdida de conciencia e incluso el coma. Ante prescripción médica de tales medicamentos, se debe evitar el uso simultáneo de alcohol y solicitar consejo al médico tratante.
  • Con marihuana: la ebriedad causada por el alcohol puede darse a menor dosis porque se suman efectos relajantes y depresores sobre el sistema nervioso central.
  • Con sustancias perturbadoras: tales como MDMA (éxtasis) aumenta la deshidratación corporal y el riesgo de “golpe de calor”. Además provoca que se contrarresten los efectos de ambos, por lo que puede aparecer una tendencia a un mayor consumo a fin de experimentar los efectos deseados y, por tanto, un aumento de los riesgos.
  • Con cocaína: esta mezcla se usa para contrarrestar los efectos de la embriaguez. Desde el punto de vista biológico es una combinación másriesgosa porque puede incrementar la cantidad de etanol ingerida. El uso conjunto de alcohol y cocaína provoca su transformación conjunta en el hígado, como modo biológico de simplificación y ahorro energético, creándose un producto metabólico denominado cocaetileno o etilcocaína. Este metabolito tiene mayor duración, por lo que los efectos estimulantes de la cocaína son más prolongados. Hay consumidores que siempre usan ambas drogas simultáneamente. Este producto de metabolismo tiene mayor toxicidad cardíaca y hepática.

Riesgos y contraindicaciones

Es importante considerar que en ciertas situaciones el consumo de alcohol debe evitarse totalmente, ya que supone riesgos y daños considerables

Su consumo debe ser cero en:

  • Niños, niñas y adolescentes,
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia (el riesgo es mayor para el lactante)

También debe ser cero:

  • Si se padecen enfermedades del hígado o aparato digestivo.
  • Si se realizan actividades como conducción de vehículos o manejo de maquinaria, trabajar o estudiar.
  • Si se padece algún trastorno psicológico o se está pasando por dificultades emocionales.

“En Uruguay rige la Ley 19.360, de diciembre del 2015, que inhabilita la conducción de vehículos de cualquier tipo o categoría cuando la concentración de alcohol en sangre del conductor es superior a 0,0 gramos por litro”

Situaciones de mayor riesgo

La intoxicación aguda que implica una sobredosis de alcohol puede causar una importante morbi-mortalidad, es decir, eventos de salud negativos e incluso la muerte. Pocos minutos después de haber bebido, aparece una serie de efectos, según la cantidad ingerida y las características de cada persona. Por orden de aparición en el tiempo y en relación con la concentración de alcohol en el organismo estos efectos depresores serían: inhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultad para hablar, para asociar ideas, ideación enlentecida, dificultad en la comprensión, incoordinación motora que causa dificultad para caminar, mareos, visión borrosa o doble, temblores y disminución del nivel de conciencia hasta el coma. Puede producirse la muerte por paro cardiorrespiratorio o alteración de la termorregulación. Es de destacar que la intoxicación etílica aguda, suele ser más grave si se produce a la intemperie.

La ingesta de alcohol debe alternarse con ingesta de agua o jugos azucarados para evitar la deshidratación celular. Se trata de un aporte de glucosa que colabora en disminuir el impacto del alcohol en la intoxicación aguda.

Con la aparición de los primeros síntomas de intoxicación aguda se debe interrumpir inmediatamente la ingesta de alcohol y en caso de que la persona continúe bebiendo y llegue a la depresión de conciencia se deberá colocarla en posición de seguridad, abrigarla (aun en días cálidos) y llamar o acudir inmediatamente al médico.

Además el estado de intoxicación aguda implica otros aspectos, como la adopción de conductas de riesgo, ya que a dosis bajas provoca una falsa sensación de seguridad, por lo que se vincula con accidentes de tránsito, riñas callejeras, prácticas sexuales de riesgo que pueden causar contagio de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados.

Otra situación importante a tener en cuenta ante una intoxicación aguda es la denominada “resaca”, es decir, los signos y síntomas desagradables que pueden presentarse luego de ingerir altas cantidades de alcohol. Una mayor dosis de alcohol aumenta las posibilidades de resaca. Esta comienza cuando la concentración de alcohol en sangre baja de manera crítica, después de algunas horas de la ingesta copiosa. Las manifestaciones son: cansancio, debilidad, sed, náuseas, vómitos, dolor abdominal, mareos, temblores, dificultad para dormir, tristeza o ansiedad y palpitaciones. En general, el cuadro se resuelve en horas.

El consumo de altas dosis de alcohol durante un corto período de tiempo, conocido como consumo por atracones o “binge drinking”, sobre todo en jóvenes, se ha convertido en un problema de salud pública.

Es importante dar tiempo para la recuperación a través de una buena hidratación, alimentación y descanso.

Síndrome de abstinencia

Aparece cuando el consumo de alcohol es intenso y prolongado y se interrumpe de manera brusca, lo que provoca que el SNC, modificado en su función por la gran y permanente presencia de alcohol, muestre elementos que evidencian un desbalance de neurotransmisores. Las manifestaciones pueden aparecer en un período de horas o luego de cinco o días o más. Los síntomas son: irritabilidad, deseos de consumo, sudoración, palpitaciones, hipertensión, temblores de manos, dificultad para dormir, náuseas, vómitos, alucinaciones, inquietud, ansiedad, deshidratación. Pueden aparecer convulsiones y el grado máximo puede ser el delirium tremens. El cese del uso de alcohol debe ser realizado bajo tratamiento médico.

Recomendaciones y medidas de cuidado

Según las características descritas del consumo de bebidas alcohólicas, los siguientes consejos pueden resultar útiles para controlar el uso y sus consecuencias adversas desde el inicio.

Cuanto menos mejor

  • Antes de ingerir bebidas alcohólicas es fundamental alimentarse.
  • No mezclar bebidas y evitar pasar de fermentadas a destiladas
  • Cuidar la cantidad e intercalar con agua, que quita la sed y mantiene la hidratación. También puede intercalarse con jugos azucarados.
  • No mezclar con otras drogas, cualquiera de ellas provoca que se multipliquen los riesgos.
  • Respecto del entorno, es importante que el consumo de bebidas alcohólicas se realice siempre acompañado/a de personas conocidas y confiables que puedan ayudar en una situación de riesgo físico o frente al desarrollo de algún conflicto.

Siempre es importante llevar preservativos, dado que, como ya señalamos, el abuso de alcohol puede exponer a las personas a conductas de riesgo, incluso con el relación al sexo.

El uso de alcohol es incompatible con la conducción de vehículos. Supone riesgo de accidentes y constituye una falta que posee consecuencias económicas y civiles.

Es importante evitar los denominados “happy hours” y “canillas libres” ya que aumentan los riesgos de abuso y, por lo general, implican una disminución en la calidad de las bebidas.

Fuente: Guía Infodrogas. Más informacion, menos riesgos (Capítulo 2. Las drogas de Mayor Uso | Página 27. Alcohol o Etanol)

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