Orientaciones para prevención en entornos comunitarios

Materiales didácticos

Este material comparte orientaciones conceptuales y metodológicas para equipos técnicos, referentes comunitarios y familiares, que desarrollan acciones de prevención en sus entornos cercanos o tienen motivación para iniciar a desarrollarlas.

1. Enfoque y paradigma

La Junta Nacional de Drogas (JND) se ha trazado una estrategia para abordar el tema que se basa en una concepción del problema de las drogas como un fenómeno complejo y dinámico, anclado en factores sociales, económicos, políticos y culturales, que afecta los derechos fundamentales de las personas.

El abordaje de las políticas públicas de drogas requiere un enfoque integral y equilibrado, centrado en las personas y comunidades, con una perspectiva transversal de derechos humanos y género que configure un marco ético para el conjunto de normas, planes, estrategias y acciones a desarrollar.

Un aspecto clave para comprender e intervenir en el uso de drogas es poder “des-sustancializarlo”, es decir, no poner el foco en “la sustancia” — que por lo general no es determinante de un tipo de consumo— sino intentar comprender el tipo de vínculo que las personas establecen con las drogas.

La realidad y las representaciones sociales no siempre coinciden en este planteo. De hecho, en muchas ocasiones, por un lado van los usos y las dificultades derivadas de ellos, y por otro van las ideas, creencias, sentimientos y conductas que las personas desarrollan sobre el asunto. Esas representaciones sociales que vinculan el uso de drogas a la marginalidad, criminalidad y la enfermedad mental, son aspectos que contribuyen a la discriminación y a la exclusión de los usuarios de drogas. Es preciso avanzar en la construcción de una mirada sin prejuicios, con el objetivo de mejorar su calidad de vida, favorecer su inclusión social y construir relaciones más humanitarias y solidarias.

2. Datos Encuestas

VII Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Población General (2018)

  • Edad de inicio promedio: 16 años, con tabaco y alcohol.
  • Consumo de alcohol en los últimos 12 meses: 77% de la población. Es el principal riesgo sanitario porque es la  sustancia que tiene mayor uso problemático.
  • La marihuana, luego del alcohol y el tabaco, es la droga con la que más experimentan los uruguayos, y presenta un crecimiento constante desde 2001 (14,6% en los últimos 12 meses).
  • El consumo de tabaco se ha ido desacelerando (casi 33% en los últimos 12 meses).
  • Los psicofármacos tienen un uso relevante en la población en general: 13% en los últimos 12 meses.

Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de Educación Media (2022)

  • Persistencia del elevado consumo de alcohol (69%).
  • Aumento muy relevante en el consumo de bebidas “energizantes”, particularmente entre los estudiantes de menor  edad.
  • Mayor nivel de consumo de alcohol, cannabis, tabaco y tranquilizantes entre las adolescentes mujeres que en sus pares varones.
  • Impacto de la exposición al consumo en el hogar: mayor accesibilidad de sustancias y legitimación de los consumos.
  • Implicancia e involucramiento de los padres con sus hijos, sus actividades y su mundo; entornos familiares  contenedores con estándares claros de conducta, son factores de protección extremadamente relevantes en los  primeros años de la adolescencia.

3. Los entornos comunitarios

Se entiende por entornos comunitarios, a los espacios cotidianos de interacción social en los que circulan saberes, aprendizajes, contenidos valorados y otros sancionados, donde se tejen relaciones de poder y significaciones de carácter cultural, producto de compartir una historia, un territorio, una situación de vida y/o un fin común.

Es sugerible hablar de “comunidades” en plural en tanto se trata de una expresión heterogénea de formas de construir lazo social. En cualquiera de los casos, implica una idea de sentido de pertenencia, historia común y significados compartidos.

Esta noción de entorno comunitario de la que se parte permite contemplar a las redes construidas en el espacio virtual, como grandes productoras de subjetividad hoy en día, como un nuevo lugar de encuentro entre personas trascendiendo fronteras geográficas, culturas, franjas etarias y niveles socioeconómicos. Es fundamental tener en cuenta estos cambios de época a la hora de diseñar acciones de prevención.

4. Qué se entiende por prevención

Un accionar colectivo, deliberado, planificado, procesual, participativo y anclado en lo cultural, a través del cual las personas y comunidades buscan potenciar aquellos factores y dimensiones que favorecen el cuidado de la salud integral, a la vez que disminuir los factores de vulnerabilidad hacia el uso problemático de drogas.

Las políticas de prevención buscan desarrollar y fortalecer:

-medidas de cuidado a nivel personal, familiar, grupal, institucional y social, que promuevan salud desde una perspectiva integral, protejan ante situaciones problemáticas de consumo y reduzcan los daños asociados al uso de drogas. 

-competencias que desarrollen capacidades en la toma de decisiones.

-entornos institucionales, familiares y comunitarios protectores de la salud.

Se entiende por medidas de cuidado aquellas acciones personales, familiares, grupales y sociales, que facilitan a las personas y colectivos la visualización de los riesgos implícitos en el uso de drogas y, asimismo, cuando son puestas en marcha pueden protegerles de situaciones problemáticas del consumo y reducir los riesgos y daños asociados al mismo.

5. ¿Qué son los factores de protección? ¿Y los de riesgo?

Los factores protectores refieren a toda circunstancia, situación o condición que facilite el desarrollo de una persona o colectivo a través de la promoción de salud. Los factores protectores adquieren particularidades según el contexto cultural, geográfico o epocal.

La pertenencia a una comunidad (sea esta barrial, educativa, social, etc) podría considerarse de por sí un factor de protección frente al uso problemático de drogas, en tanto oficia para las personas de marco de referencia, participación y construcción de un sentido común. No obstante, hay dinámicas comunitarias que no favorecen un desarrollo pleno y saludable, sino que por el contrario potencian las vulnerabilidades de una persona o grupalidad.

Cabe enumerar algunas de las principales características que hacen que un entorno comunitario tenga un potencial preventivo para quienes forman parte del mismo: 

  • Espacios de encuentro, esparcimiento, ocio y participación barrial, cuidados, en buen estado y apropiados por los distintos actores.
  • Lazos y redes que den contención, seguridad y se compartan responsabilidades en el abordaje de los problemas comunitarios.
  • Mutuo reconocimiento entre actores (vecinos y vecinas, referentes institucionales, etc) y trabajo colaborativo.
  • Conocimiento de la historia de la comunidad; referentes significativos; hitos simbólicos.
  • Existencia de recursos sociales, difusión y conocimiento de los mismos. 

Además de visualizar los factores que hacen de una comunidad un entorno protector, puedan identificarse aquellos que generan y/o reproducen las situaciones de vulnerabilidad de sus integrantes, a saber: 

  • amplia disponibilidad de drogas y facilidad para el acceso
  • actitudes sociales tolerantes hacia el consumo de drogas 
  • falta de espacios de participación y encuentro, de ocio y disfrute del tiempo libre
  • actitudes discriminatorias hacia personas o grupos en situación de vulnerabilidad y la ausencia o escasez de recursos para trabajar esta dimensión
  • ausencia de marcos normativos regulatorios sobre los usos de drogas.

6. Prevención en los entornos comunitarios

El trabajo de prevención a nivel comunitario, busca fortalecer los factores de protección existentes en las comunidades, aportando en la prevención de los riesgos asociados al uso de drogas.

Implica transitar procesos y efectos que se podrán visualizar a largo plazo.

Las metodologías de trabajo tienen que ser flexibles y adecuarse a las características de los territorios, sus redes y las personas que las conforman, tomando siempre en  cuenta los emergentes locales.

Dentro de los contenidos a abordar, se considera fundamental brindar recursos prácticos para el acompañamiento de personas que usan drogas, que puedan ser  llevados adelante por diferentes actores: una policlínica, un centro barrial, una  institución educativa, una plaza, la esquina, pueden ser el marco para realizar  acciones preventivas.

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7. ¿Qué son las drogas?

Son aquellas sustancias químicas, legales o ilegales, de origen natural o sintético, que una vez introducidas en el organismo son capaces de modificar el funcionamiento del sistema nervioso central, generando distintas alteraciones en la conciencia (estado de ánimo, percepciones) o en la conducta.

8. Tipos de consumo

  • Consumo experimental – implica un nivel de experimentación con la sustancia, donde la curiosidad es la principal motivación. Son aquellos consumos que se realizan a modo de prueba de diferentes drogas que pueden repetirse algunas veces.
  • Consumo ocasional – refiere a los consumos que se repiten ocasionalmente pero sin regularidad constante. El consumo se da únicamente cuando aparecen ciertas condiciones y no hay una organización ni planificación del mismo. Si tomamos como ejemplo el consumo de alcohol podemos incluir aquí a los comúnmente llamados “bebedores sociales”.
  • Consumo habitual – refiere a aquellos que se presentan en forma de hábitos. Se da regularmente, con cierta frecuencia en el uso de la sustancia. En función del tipo de droga, la frecuencia, cantidad de consumo, y las características personales, se pueden ir afectando distintas áreas vitales.
  • Consumo dependiente – la persona en esta situación estructura su cotidianidad alrededor del consumo. Hay una dependencia (física y/o psicológica) a la sustancia que restringe las posibilidades de opción. No quiere decir que la persona esté todo el tiempo bajo los efectos de las drogas sino que su vida se organiza con ese eje. Supone un empobrecimiento general de la vida que se padece con distinto monto de sufrimiento por parte de la persona y sus entornos inmediatos.
  • Consumo problemático – aquella forma de relación con las drogas en las que por su cantidad, su frecuencia y/o la propia situación física, psíquica y social de la persona, o la situación/entorno de consumo, produce consecuencias negativas para la persona y/o su entorno.

9. Áreas vitales en las cuales se desarrollan los problemas relacionados al uso de drogas

  • El trabajo o el estudio: llegadas tarde, no cumplir con la tarea, poca concentración, etc.
  • La salud física y mental: dolores de cabeza, problemas respiratorios, depresión, intoxicación, etc.
  • Relación con familiares y amigos: problemas de comunicación, malos tratos, etc.
  • En relación con lo legal: delitos, tomar y manejar un vehículo, etc.

10. Clasificación

La Organización Mundial para la Salud (OMS), ha utilizado el criterio de clasificación, que agrupa las drogas según sus efectos en el sistema nervioso central.

De acuerdo con este criterio, las drogas pueden ser:

  • Depresoras
  • Estimulantes
  • Perturbadoras (también llamadas psicodélicas o psicodislépticas en otras clasificaciones).

Depresoras

Enlentecen el funcionamiento habitual del sistema nervioso central provocando reacciones que pueden ir desde la desinhibición hasta el coma, alteración de la concentración, sensación de bienestar, relajación, sedación.

Son consideradas drogas depresoras el alcohol, los tranquilizantes, el opio y sus derivados (morfina, codeína, heroína, metadona).

Las más importantes de este grupo son:

  • Bebidas alcohólicas: destiladas, fermentadas.
  • Opiáceos: morfina, heroína.
  • Tranquilizantes: medicamentos hipnóticos y sedantes.
  • Hidrocarburos volátiles (o inhalantes): usados como productos industriales; tíner, nafta, pegamentos, pinturas.

Estimulantes

Aceleran el funcionamiento habitual del sistema nervioso central provocando un estado de activación que puede ir desde la euforia, dificultad para dormir, desinhibición, inquietud, hiperactividad, irritabilidad, excitación motora, agresividad y agitación. Producen también menor sensación de cansancio y disminución del sueño.

Dentro de este grupo se incluyen los productos con cafeína (mate, café, té), cocaína, estimulantes de tipo anfetamínico y la mayor parte de las sustancias de síntesis y de las nuevas sustancias psicoactivas.

Las más importantes de este grupo son:

  • Cocaína y derivados (pasta base de cocaína)
  • Nicotina: tabaco
  • Xantinas: cafeína, bebidas estimulantes (mal llamadas “energizantes”)
  • Anfetaminas

Perturbadoras

Perturban el funcionamiento del sistema nervioso central dando lugar a distorsiones perceptivas, alucinaciones o ilusiones.

Las más importantes son:

  • Cannabis y derivados
  • Nuevas sustancias psicoactivas (NSP): MDMA (éxtasis), etanfetamina, 2CB, GHB
  • Dietilamida de ácido lisérgico (LSD): (ácido, tripa)
  • Ketamina: anestésico disociativo de uso veterinario
  • Hongos del género Psilocybe: en Uruguay hongo de la bosta
  • Ayahuasca

11. ¿Qué es la dependencia a una droga?

Es cuando el organismo se adapta física y psicológicamente al consumo continuado de una droga; si no se consume se sufren síntomas físicos, psicológicos o ambos tales como: temblores, dolores de cabeza, mal humor u otros. La dependencia a las drogas es una de las formas de uso problemático. Pero no es la única ni la más habitual; existen distintas formas de consumo posibles que también pueden causar problemas, sin que necesariamente se haya desarrollado una dependencia. Por ejemplo: consumos excesivos (intoxicarse) o consumos en situaciones de riesgo (consumir y manejar un vehículo o una herramienta riesgosa), etc.

12. ¿Qué quiere decir psicoactiva?

Quiere decir que actúa sobre la psiquis. Para esto es necesario que llegue al cerebro atravesando la barrera hematoencefálica y modifique de alguna manera el funcionamiento habitual del sistema nervioso central (SNC).

13. Situaciones y modos de consumo de especial riesgo

  • Mientras se está en tratamiento farmacológico
  • Durante el embarazo
  • Situaciones de enfermedad
  • Momentos de sufrimiento psíquico
  • Mezclar drogas
  • Consumir y manejar

14. Casos con consumo cero

Es importante considerar que en ciertas situaciones el consumo de sustancias psicoactivas debe evitarse totalmente, ya que supone riesgos y daños considerables. Su consumo debe ser cero en:

  • Niños, niñas y adolescentes
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia (el riesgo es mayor para el lactante)
  • Si se realizan actividades como conducción de vehículos o manejo de maquinaria, trabajar o estudiar
  • Si se padece algún trastorno psicológico o se está pasando por dificultades emocionales (salvo que el uso sea por prescripción médica).

15. Cómo dinamizar estos contenidos en los entornos educativos

Para el abordaje metodológico de estas líneas de trabajo, se sugiere visitar las cajas de herramientas disponibles en la web Uruguay Previene. Allí se encontrarán dinamizadores didácticos para generar acciones en los respectivos entornos. 

Por asesoramiento y orientación comunicarse al correo jnd@presidencia.gub.uy

16. Contactos de interés…A quién acudir?

  • En situaciones de urgencia por intoxicaciones, llamar al Centro de Atención y Asesoramiento Toxicológico (CIAT) al teléfono 1722.
  • Para una primera escucha, orientación y derivación se puede recurrir vía telefónica al *1020 en todo el territorio nacional o acudir a los dispositivos Ciudadela, que son gratuitos y abiertos a toda la ciudadanía.
  • En situaciones de emergencia, acudir a las puertas de emergencia de cualquier centro de salud.

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