Pando

12 años de condena para un hombre por abuso sexual

Como resultado de un juicio oral, un hombre fue condenado por reiteradas conductas abusivas hacia su hija y su hijastra.
Imagen meramente ilustrativa

La Fiscalía Departamental de Pando de 1° turno, representada por la fiscal Silvia Blanc y la fiscal adscripta Katia Avilés, obtuvo como resultado de un juicio oral la condena de un hombre que abusó de su hija y su hijastra en reiteradas oportunidades.

G.V.A.L. fue condenado como autor penalmente responsable de reiterados delitos de atentado violento al pudor agravados, un delito de violación en grado de tentativa, reiterados delitos de abuso sexual y reiterados delitos de abuso sexual especialmente agravados a la pena de doce años de penitenciaría de cumplimiento efectivo con descuento de la cautelar cumplida.

Además, se lo condenó a reparar patrimonialmente a ambas víctimas con la suma equivalente a doce salarios mínimos nacionales, sin perjuicio de su derecho a seguir por la vía procesal correspondiente para obtener la reparación total del daño.

Asimismo, se dispuso la pena accesoria de pérdida de la patria potestad y la inhabilitación para la tutela, curatela, guarda o tenencia de niñas, niños o adolescentes o personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia, así como para el ejercicio de funciones públicas y privadas en el área educativa, de la salud y todas aquellas que impliquen trato directo con niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia, cargos público o privados en la educación o la salud. En el caso de las inhabilitaciones, estas se disponen por el plazo de diez años desde la fecha de su formalización.

Según la investigación llevada adelante por la fiscalía mencionada, se trata de conductas sexualmente abusivas que el ahora condenado perpetró sobre dos niñas (su hija y la hija de quien fuera su pareja) desde que las víctimas tenían 3 años hasta el momento en que se radicó la denuncia, cuando las víctimas tenían 12 y 16 años.

Surge de dicha investigación que durante todos esos años el imputado G.V.A.L. sometió a abusos sexuales a ambas víctimas; abusos de muy diversa índole que consistieron tocamientos en las partes íntimas, penetración, obligar a las niñas a conductas inapropiadas sobre el cuerpo del ahora condenado, obligarlas a tocarle su pene, a practicarle sexo oral, a masturbarlo y a mirar películas con contenido pornográfico.

Estos hechos sucedían cuando las niñas dormían o estando al cuidado del ahora condenado, ya sea en oportunidad de bañarse (en edades tempranas, cuando el imputado “ayudaba” con esa tarea) o las llevaba a su trabajo.

En una primera época, cuando aún G.V.A.L. convivía con las niñas (estando en pareja con la madre de ambas) abusaba de ellas cuando su madre se iba a trabajar y G.V.A.L. ponía a los hermanos en penitencia para permanecer a solas con las víctimas, siempre por separado.

Luego de que la pareja disolviera su vínculo, las niñas lo visitaban (en calidad de padre o padrastro), los fines de semana y en las vacaciones, oportunidades en las que el imputado continuó abusando de ellas de forma sistemática.

En el marco de las prácticas abusivas G.V.A.L. les decía a las víctimas que no podían contar los abusos, porque si no se iban a quedar sin mamá, tanto ellas como sus hermanos.

La develación de los abusos surgió en ocasión de que una de las víctimas mostró conductas autoagresivas; pocos días después logró verbalizar ante una vecina y luego ante su madre lo que le estaba sucediendo hace tantos años. Ese develamiento motivó que su hermana también verbalizara los hechos sufridos.

Nota: Este texto fue elaborado por la Unidad de Víctimas y Testigos para su difusión pública.

Enlaces relacionados

Etiquetas