Fiscalía General de la Nación

Ante el aumento en el delito de hurtos de cables, los que se estarían perpetrando por reducidores o compradores que en su mayoría se tratan de consumidores de sustancias estupefacientes, comenzó la denominada operación “Hilo Negro”.

La investigación la llevó adelante la Fiscalía Departamental de Rivera de 2º turno, a cargo de la fiscal Gladys Brites y su equipo integrado por los fiscales adscriptos Yhoyse Delgado, Luis Gasamans y Julio Baladan, junto con la Policía del departamento. Pudo comprobarse que el destino del cobre sustraído de la quema del cable hurtado serían diversos galpones de chatarrería quienes compran y venden el mismo para el comercio brasileño, por lo cual fueron solicitadas diversas diligencias de allanamiento.

Producto de esto, fueron detenidos siete hombres con cables de cobre, identificados como pertenecientes a instituciones públicas como UTE, Antel y la Intendencia de Rivera, por lo que fueron imputados y condenados mediante proceso abreviado.

C.G. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación en reiteración real con un delito de contrabando a la pena de ocho meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

M.G.M. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación a la pena de siete meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

G.V.V. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación a la pena de seis meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

P.V.D.S. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación en reiteración real con un delito de contrabando a la pena de ocho meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

S.R. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación a la pena de seis meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

G.C. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación en reiteración real con un delito de tráfico interno de armas de fuego y municiones a la pena de ocho meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.

I.R. fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de receptación en reiteración real con un delito de contrabando a la pena de ocho meses de prisión a cumplirse bajo el régimen de libertad a prueba con la obligación de fijar domicilio, de presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio y la prestación de servicios comunitarios.