Fiscalía de Artigas de 2º turno logró una condena de 26 años de penitenciaría para un hombre por femicidio

Como parte de una reparación para la familia de la víctima por el daño causado, el condenado deberá pagar el equivalente a doce ingresos mensuales, o en caso de no tener ingresos, doce salarios mínimos, de acuerdo al artículo 80 de la Ley 19.580.
El 17 de agosto de 2019 fue formalizada la investigación respecto de A.P.L, por lo que el imputado se encontraba en prisión preventiva desde esa fecha a la espera del juicio oral.
En cuanto a los hechos, se relata que el día 16 de agosto de 2019 la víctima iba manejando un automóvil cuando discutió con el imputado. Para intentar escapar del agresor se arrojó del coche, sin lograrlo dado que éste la alcanzó apuñalándola en reiteradas oportunidades.
Testigos presenciales concuerdan con el relato de los hechos e incluso hacen referencia al pedido de ayuda que realizaba la víctima cuando aún se encontraba dentro del automóvil.
La víctima, una mujer de 42 años de edad, mantuvo con el condenado una relación de concubinato por aproximadamente 20 años, teniendo hijos en común. Dicha relación estuvo marcada por la existencia de episodios constantes de violencia doméstica, agresiones físicas, insultos, amenazas, dando lugar a la intervención de la justicia especializada como consecuencia de una denuncia realizada por la víctima.
El fiscal Iglesias expresó en su alegato que "los servidores públicos tenemos la obligación de tomar o impulsar acciones para combatir y debemos dar señales claras, que es inadmisible, y reconocer la realidad del femicidio; donde el bien jurídico tutelado, no es solamente la vida, sino que, además se protege la integridad física. La violencia es ejercida como un mecanismo de control de los hombres o por la suposición de propiedad sobre las mujeres. Comprende toda una progresión de actos violentos que van desde el maltrato emocional, psicológico, físico, tortura, insultos, la violencia doméstica, y toda práctica que desencadene en la muerte de las mujeres. La impunidad no sólo alienta nuevos abusos, sino que también transmite el mensaje de que la violencia masculina contra la mujer es normal o aceptable. No se trata de casos aislados, esporádicos o episódicos de violencia, sino de un fenómeno social, de una situación estructural y cultural social enraizado lamentablemente en las mentalidades y costumbres".
Una vez comunicada la sentencia, la familia de la víctima agradeció públicamente al equipo de la Fiscalía por el trabajo realizado en este caso.