Fiscalía de Delitos Sexuales de 4° turno imputó a un hombre por abuso sexual de una menor, entre otros delitos

Surge de la investigación que una adolescente (de 16 años) fue víctima de abuso sexual, de los 7 a los 12 años, por parte del denunciado, esposo de su tía. Los hechos ocurrieron en oportunidad de los fines de semana, momentos en que la adolescente junto a sus padres se iban a quedar a dormir en la casa. Según el testimonio de la adolescente el imputado era “muy cargoso” , “te compraba, te daba plata y caramelos”; y expresa que cuando ella era chica el agresor aprovechaba que su esposa estaba en la cocina para tocarla mientras ella miraba dibujitos; la ponía en su falda, le bajaba la ropa, llegando a penetrarla en alguna ocasión. Ya cuando tenía alrededor de 13 años, la adolescente logra decirle que no.
También de la investigación surge evidencia acerca de lo sucedido con una niña de 12 años de edad. Su madre denunció al imputado por abuso sexual cometido hacia su hija, destacándose que la hija del imputado era la cuidadora de la niña desde los 6 a los 11 años de edad en el domicilio del imputado. Esta situación de familiaridad generó que la niña desplegara sentimientos de confianza y cariño hacia el imputado y su esposa. Ello, junto con la desacreditación que ambos generaban de su madre, la dejaron vulnerable ante los hechos y dificultaron la develación de lo sucedido.
Ante su psicóloga tratante, la niña expresó que en reiteradas oportunidades el indagado le prestaba su celular para que ella jugara, siendo este momento junto a otros en la tablet o la televisión en que la niña se enfrentaba a videos pornográficos. La niña contó que en muchas ocasiones y ante los videos pornográficos, el imputado se tocaba los genitales y se los tocaba a la niña. En ocasión en el que el imputado bañaba a la niña aprovechaba para que la niña lo viera realizar sus necesidades fisiológicas y masturbarse. Muchos veces los hechos ocurrieron cuando el imputado se quedaba solo con ella en la casa.
Cabe agregar que la niña dibujó lo que suele soñar en forma recurrente, una de las nietas del imputado sobre la cama, con manchas de sangre y la figura de un masculino, con el pene erecto frente a la cara de la niña; sumando a las dos víctimas con manchas de sangre en su vestido, las cuales tienen sus manos encadenadas y la boca tapada. En el mencionado dibujo se aprecia un televisor donde se puede observar una escena de pornografía entre un hombre y una mujer.
Al relato y los dibujos con la psicóloga tratante se suman algunos otros síntomas como el bajo rendimiento académico, conflicto con pares, dispersión e inquietud en aula, así como enuresis nocturna, ansiedad, trastorno del sueño.
La psicóloga tratante concluyó: “Estamos ante una situación asimétrica entre un adulto y una niña en la cual el primero usando su autoridad, influencia y confianza que le tiene la menor la sometió a prácticas sexuales con la finalidad de alcanzar la satisfacción sexual personal, para lo cual se valió de la manipulación psicológica hacia la niña, produciendo en ella efectos traumáticos, que le han generado un malestar clínicamente significativo a lo largo de estos años”.
Surgen en la investigación y el relato de ambas niñas/adolescentes los nombres de otras dos niñas, nietas del imputado, que en este momento están siendo acompañadas por INAU y de cuyas madres se cuenta con la declaración.
La Fiscalía cuenta como prueba con el testimonio del expediente de Familia Especializado; la declaración de las madres de las cuatro niñas/adolescentes; informes de las psicólogas tratantes de las víctimas; informes de las técnicas de INAU; declaración de una de las víctimas; declaración del imputado en presencia de su defensa, entre otras.
La Fiscalía solicitó la medida cautelar de 180 días de prisión preventiva, en virtud de los dispuesto por los artículos 223 al 227 del CPP; plazo en el cual la Fiscalía recabará la restante evidencia hacia el juicio oral.