Situación de las cinco familias de refugiados sirios procedentes de El Líbano reasentadas en
Frente a los trascendidos de prensa de las últimas horas, el Ministerio de Relaciones Exteriores hace llegar un informe sobre el estado de situación del Programa de Reasentamiento de Refugiados sirios en el Uruguay.
Como es de público conocimiento, este Programa ha recibido reconocimiento a nivel internacional y lo que es más importante, muy especialmente por las propias familias de refugiados sirios, que están haciendo todos los esfuerzos posibles por integrarse a nuestra sociedad.
En primer lugar, el Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda que el Instituto del Refugio es un instrumento de derecho que consagra un acto humanitario. Quienes se acogen al refugio, son en esencia seres humanos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por la cual no pueden retornar a sus países de origen y los países de acogida y sus ciudadanos no solo ofrecemos una residencia, ofrecemos, resguardar sus derechos como expresión genuina de la acción humanitaria en la que nos comprometemos.
Es en este marco que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha tratado de evitar la exposición mediática de información relativa a la vida privada de personas en alta situación de vulnerabilidad, muy especialmente de aquellas que puedan estar teniendo problemas de salud como consecuencia de experiencias traumáticas vividas durante la guerra y la persecución en el país del que debieron huir por razones humanitarias. El hecho que se transforme en información pública las condiciones específicas de salud de un ser humano viola la intimidad de las personas, el derecho a la privacidad y no contribuye a generar -cuando se trata de refugiados- el entorno social amigable que la sociedad toda se compromete a asegurar cuando ofrece refugio.
En temas de alta sensibilidad como es la protección internacional humanitaria el Ministerio de Relaciones Exteriores solicita a los diferentes actores de la sociedad privilegiar especialmente un abordaje basado en la ética profesional y en clave de derechos, por encima de cualquier otra consideración. En tal sentido, desde el más estricto cumplimiento de las normas de protección internacional humanitaria que amparan la situación de las personas refugiadas y reasentadas en Uruguay, hace un llamado al respeto de lo dispuesto en la Ley de Refugio Nro. 17.086 en el marco del derecho a la confidencialidad, que permita una integración de estas personas a la sociedad uruguaya de la manera más constructiva y positiva posible, así como al respeto de lo dispuesto por la Ley de Protección de Datos Personales y Acción de "Habeas Data" Nro. 18.331; velando por el derecho a la intimidad de las personas, procurando evitar cualquier discriminación de un individuo y de su sus familiares por las razones que sean, y muy especialmente por circunstancias derivadas de su situación de salud u origen nacional.
Por lo antes expuesto, se reafirma que la exposición mediática tanto de la vida de las personas refugiadas y reasentadas en Uruguay, como de los problemas de salud que puedan tener uno de ellos, o cualquier otra persona en nuestro país, sea extranjera o uruguaya, no contribuye desde ningún punto de vista a la inserción o reinserción social de una persona, como tampoco contribuye a la promoción, y protección de los derechos humanos básicos a la vida y a la dignidad, siendo este el bien más alto protegido por la Constitución de la República.
Estado de situación del programa
El programa de reasentamiento de refugiados sirios en el Uruguay prevé una inserción integral de las cinco familias que suman un total de 43 personas. Es presidido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y su Coordinación Ejecutiva es llevada adelante por la Secretaría de Derechos Humanos de la República con el apoyo de la institucionalidad estatal competente en la materia (MIDES, MEC, MSP, MTSS, INAU), por la sociedad civil organizada y los siguientes organismos internacionales: ACNUR, OIM, PNUD y FNUAP. Asimismo, se ha designado una Coordinadora Ejecutiva a los efectos del seguimiento permanente del trabajo interinstitucional.
Esta integración de las familias sirias a la sociedad uruguaya se instrumenta atendiendo todas las variables necesarias a tales efectos: atención en salud, educación, orientación para conseguir soluciones laborales, vivienda, alimentación, apoyo financiero hasta lograr su plena independencia económica, enseñanza del idioma español, educación sobre la sociedad uruguaya, entre otras. En tal sentido, el equipo interdisciplinario de contención de estas familias incluye personal de salud pública, de educación pública, sicólogos y asistentes sociales, traductores y funcionarios de las diferentes carteras involucradas en alcanzar soluciones para que puedan comenzar una vida digna en nuestro país, especialmente seleccionados y designados para este programa.
Al día de la fecha, las cinco familias están ubicadas en sus hogares definitivos, recibiendo clases de idioma español y son acompañadas permanentemente por los equipos técnicos a los efectos de su adecuada inserción social y laboral. Asimismo, los niños participan en actividades recreativas adecuadas a sus edades hasta el comienzo del año escolar. El esfuerzo que realiza el Estado uruguayo en el marco de este programa no tiene precedentes y se lleva a cabo con total compromiso y profesionalismo. Los equipos técnicos designados trabajan de manera ininterrumpida para asegurar que estas personas se puedan adaptar e integrar a nuestro país.
Es de esperar que durante la inserción de familias procedentes de otra cultura y más aún, tratándose de personas que huyen de un conflicto armado y buscan recomenzar sus vidas, ocurran situaciones complejas que requieran de una atención especial de parte del Estado uruguayo y de la sociedad en su conjunto. Los esfuerzos que hagamos todos a fin de que los refugiados, sean sirios o de cualquier otra nacionalidad, puedan superar las experiencias traumáticas del pasado y su reinserción dependen esencialmente de la comprensión cabal que tengamos de la situación de las condiciones de las cuales provienen y de nuestra capacidad de brindarles un sostén adecuado para que superen las mismas.
La sociedad uruguaya, siguiendo las mejores tradiciones de nuestro país como receptor de inmigrantes, ha acogido a estas personas con una actitud solidaria y hospitalaria. Uruguay transita un camino de no retorno en la consolidación de una Política de Estado en materia de recepción de inmigrantes y de protección internacional humanitaria. Todo ello ha sido posible gracias al desarrollo de un entramado de políticas públicas y legislaciones en clave de derechos durante la presente administración, que ha puesto a nuestro país en un lugar de vanguardia en la comunidad internacional.
Este programa ha contribuido positivamente a la mejor inserción de las familias sirias las cuales, por su parte, han logrado superar muchísimas de las tragedias de su pasado y han logrado importantísimos niveles de adaptación, tanto que todas ellas hoy ven en el Uruguay un lugar para vivir. Es nuestro deber seguir contribuyendo para que su adaptación sea cada vez mejor y para que sus Derechos como Refugiados sean respetados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores hace un llamado para que la respuesta de la sociedad uruguaya en su conjunto frente a esta realidad evite la violación del derecho a la privacidad de los refugiados y siga nuestras históricas tradiciones de promoción y defensa de los derechos humanos.
Como es de público conocimiento, este Programa ha recibido reconocimiento a nivel internacional y lo que es más importante, muy especialmente por las propias familias de refugiados sirios, que están haciendo todos los esfuerzos posibles por integrarse a nuestra sociedad.
En primer lugar, el Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda que el Instituto del Refugio es un instrumento de derecho que consagra un acto humanitario. Quienes se acogen al refugio, son en esencia seres humanos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por la cual no pueden retornar a sus países de origen y los países de acogida y sus ciudadanos no solo ofrecemos una residencia, ofrecemos, resguardar sus derechos como expresión genuina de la acción humanitaria en la que nos comprometemos.
Es en este marco que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha tratado de evitar la exposición mediática de información relativa a la vida privada de personas en alta situación de vulnerabilidad, muy especialmente de aquellas que puedan estar teniendo problemas de salud como consecuencia de experiencias traumáticas vividas durante la guerra y la persecución en el país del que debieron huir por razones humanitarias. El hecho que se transforme en información pública las condiciones específicas de salud de un ser humano viola la intimidad de las personas, el derecho a la privacidad y no contribuye a generar -cuando se trata de refugiados- el entorno social amigable que la sociedad toda se compromete a asegurar cuando ofrece refugio.
En temas de alta sensibilidad como es la protección internacional humanitaria el Ministerio de Relaciones Exteriores solicita a los diferentes actores de la sociedad privilegiar especialmente un abordaje basado en la ética profesional y en clave de derechos, por encima de cualquier otra consideración. En tal sentido, desde el más estricto cumplimiento de las normas de protección internacional humanitaria que amparan la situación de las personas refugiadas y reasentadas en Uruguay, hace un llamado al respeto de lo dispuesto en la Ley de Refugio Nro. 17.086 en el marco del derecho a la confidencialidad, que permita una integración de estas personas a la sociedad uruguaya de la manera más constructiva y positiva posible, así como al respeto de lo dispuesto por la Ley de Protección de Datos Personales y Acción de "Habeas Data" Nro. 18.331; velando por el derecho a la intimidad de las personas, procurando evitar cualquier discriminación de un individuo y de su sus familiares por las razones que sean, y muy especialmente por circunstancias derivadas de su situación de salud u origen nacional.
Por lo antes expuesto, se reafirma que la exposición mediática tanto de la vida de las personas refugiadas y reasentadas en Uruguay, como de los problemas de salud que puedan tener uno de ellos, o cualquier otra persona en nuestro país, sea extranjera o uruguaya, no contribuye desde ningún punto de vista a la inserción o reinserción social de una persona, como tampoco contribuye a la promoción, y protección de los derechos humanos básicos a la vida y a la dignidad, siendo este el bien más alto protegido por la Constitución de la República.
Estado de situación del programa
El programa de reasentamiento de refugiados sirios en el Uruguay prevé una inserción integral de las cinco familias que suman un total de 43 personas. Es presidido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y su Coordinación Ejecutiva es llevada adelante por la Secretaría de Derechos Humanos de la República con el apoyo de la institucionalidad estatal competente en la materia (MIDES, MEC, MSP, MTSS, INAU), por la sociedad civil organizada y los siguientes organismos internacionales: ACNUR, OIM, PNUD y FNUAP. Asimismo, se ha designado una Coordinadora Ejecutiva a los efectos del seguimiento permanente del trabajo interinstitucional.
Esta integración de las familias sirias a la sociedad uruguaya se instrumenta atendiendo todas las variables necesarias a tales efectos: atención en salud, educación, orientación para conseguir soluciones laborales, vivienda, alimentación, apoyo financiero hasta lograr su plena independencia económica, enseñanza del idioma español, educación sobre la sociedad uruguaya, entre otras. En tal sentido, el equipo interdisciplinario de contención de estas familias incluye personal de salud pública, de educación pública, sicólogos y asistentes sociales, traductores y funcionarios de las diferentes carteras involucradas en alcanzar soluciones para que puedan comenzar una vida digna en nuestro país, especialmente seleccionados y designados para este programa.
Al día de la fecha, las cinco familias están ubicadas en sus hogares definitivos, recibiendo clases de idioma español y son acompañadas permanentemente por los equipos técnicos a los efectos de su adecuada inserción social y laboral. Asimismo, los niños participan en actividades recreativas adecuadas a sus edades hasta el comienzo del año escolar. El esfuerzo que realiza el Estado uruguayo en el marco de este programa no tiene precedentes y se lleva a cabo con total compromiso y profesionalismo. Los equipos técnicos designados trabajan de manera ininterrumpida para asegurar que estas personas se puedan adaptar e integrar a nuestro país.
Es de esperar que durante la inserción de familias procedentes de otra cultura y más aún, tratándose de personas que huyen de un conflicto armado y buscan recomenzar sus vidas, ocurran situaciones complejas que requieran de una atención especial de parte del Estado uruguayo y de la sociedad en su conjunto. Los esfuerzos que hagamos todos a fin de que los refugiados, sean sirios o de cualquier otra nacionalidad, puedan superar las experiencias traumáticas del pasado y su reinserción dependen esencialmente de la comprensión cabal que tengamos de la situación de las condiciones de las cuales provienen y de nuestra capacidad de brindarles un sostén adecuado para que superen las mismas.
La sociedad uruguaya, siguiendo las mejores tradiciones de nuestro país como receptor de inmigrantes, ha acogido a estas personas con una actitud solidaria y hospitalaria. Uruguay transita un camino de no retorno en la consolidación de una Política de Estado en materia de recepción de inmigrantes y de protección internacional humanitaria. Todo ello ha sido posible gracias al desarrollo de un entramado de políticas públicas y legislaciones en clave de derechos durante la presente administración, que ha puesto a nuestro país en un lugar de vanguardia en la comunidad internacional.
Este programa ha contribuido positivamente a la mejor inserción de las familias sirias las cuales, por su parte, han logrado superar muchísimas de las tragedias de su pasado y han logrado importantísimos niveles de adaptación, tanto que todas ellas hoy ven en el Uruguay un lugar para vivir. Es nuestro deber seguir contribuyendo para que su adaptación sea cada vez mejor y para que sus Derechos como Refugiados sean respetados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores hace un llamado para que la respuesta de la sociedad uruguaya en su conjunto frente a esta realidad evite la violación del derecho a la privacidad de los refugiados y siga nuestras históricas tradiciones de promoción y defensa de los derechos humanos.
Montevideo, 19 de enero de 2015
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores