Nº 105/18: Arribo de familias centroamericanas por programa de reasentamiento rural, gestionado por la CORE y ACNUR
COMUNICADO DE PRENSA Nº 105/18
En el marco de los compromisos internacionales asumidos por el Estado Uruguayo, recientemente arribaron al Uruguay familias provenientes de Centroamérica para ser asistidas en el marco del Programa de Reasentamiento Rural que llevan a cabo conjuntamente la Comisión de Refugiados (CORE) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El Programa de Reasentamiento Rural cuenta con el respaldo técnico y financiero de la comunidad internacional, por medio de fondos y acciones específicas para facilitar la selección, traslado e integración local de las familias refugiadas.
Dichas familias, referenciadas y asistidas por el ACNUR, fueron seleccionadas conforme a los criterios y los perfiles acordados por la CORE, órgano competente para la determinación de la condición de personas refugiadas, en cumplimiento de la legislación nacional en la materia. El viaje de las familias es coordinado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A fin de lograr una pronta y efectiva integración social de estas personas al país, sobre la base de la autosuficiencia y su contribución positiva, las mismas cuentan con el acompañamiento durante un año por parte de un equipo técnico-profesional del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU), organización social que integra la CORE e implementa los programas de ACNUR en Uruguay.
Las oportunidades laborales y las soluciones habitacionales a las que acceden estas familias son proporcionadas por particulares.
Las personas refugiadas son personas con necesidades de protección internacional especial, las cuales se ven obligadas a abandonar sus países de origen, entre otros factores, por consecuencia de las amenazas, la persecución y la violencia, incluso por parte de grupos criminales organizados, ocasionando que la vida, seguridad o libertad resulten en riesgo. En razón de ello, los desafíos a la hora de reconstruir sus vidas en un nuevo país son sustancialmente mayores, resultando de vital importancia que la comu nidad que las acoge respete su derecho a la privacidad, y que el Estado garantice la confidencialidad de los procedimientos. En todo lo demás, las personas refugiadas tienen los mismos derechos y deberes que los demás habitantes de la República.
Montevideo, 5 de diciembre de 2018
Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores
Dirección de Prensa