Discurso del ministro Omar Paganini - Saludo de fin de año al personal de Cancillería
Es un gusto estar aquí hoy, dar este saludo de fin de año, que, además, como comprenderán, para mi tiene un significado muy particular, ya que en cierta forma implica una despedida, por más que falten unos meses.
Quiero agradecer todo el apoyo de todos ustedes en este año y poco de gestión que me tocó dirigir esta casa. Quiero reconocer el compromiso, la dedicación y la lealtad. El trabajo fue duro, tuvo sus desafíos, pero también sus logros, algunos de ellos del día a día, otros realmente relevantes para el país.
Pero antes de mencionar algunos de ellos, quiero destacar que estoy convencido de que el Uruguay tiene un Servicio Exterior de excelencia; eficiente, comprometido y – con las restricciones que siempre existen – muy eficaz. Hay personas muy capaces y un enorme potencial de desarrollo para el bien de la República.
En este año que termina nos tocó una etapa turbulenta y muy dinámica, en la región y en el mundo. En la región, hubo cambios importantes y fenómenos macroeconómicos que nos impactaron, hubo cambios de gobierno con diferentes orientaciones y crisis climáticas. En el mundo, lamentablemente, hay guerras en curso, conflictos diversos y se ciernen las amenazas de una guerra comercial, así como el proceso de debilitamiento del multilateralismo que afecta a los organismos internacionales de diversas formas. Estamos avanzando hacia un mundo multipolar, y eso nos desafía como país pequeño a navegar entre potencias, buscando un posicionamiento que nos dé influencia y nos gane el respeto de todos, al mismo tiempo aprovechando las oportunidades que aparezcan y que nuestro prestigio pueda generar.
El Uruguay tiene una larga tradición de país que apoya un orden mundial basado en reglas, en el imperio de la ley y el respeto a la democracia y los Derechos Humanos. Las capacidades de nuestros compatriotas, aquí y en todo el mundo, y nuestra estabilidad política y económica, nuestra trayectoria de país serio y cumplidor de compromisos hacen a un soft power importante; nuestro papel en la región como país estable y abierto, cumplidor de las leyes y los acuerdos, nos ha permitido ganar un respeto bien merecido. Por otra parte, las reglas de juego que tenemos en lo económico nos han permitido captar inversiones directas en la economía real, con un horizonte de largo plazo, así como ser confiables para colocar deuda pública en los mercados financieros.
Asimismo, el estado de bienestar uruguayo, que busca dar oportunidades a todos, con amplios niveles de cobertura en comparación con la región, tanto en seguridad social, como en salud y educación, es destacado. Finalmente, el compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible, en esta época, nos distingue. Todo esto hace un posicionamiento muy positivo en el contexto internacional, que debemos cuidar y potenciar.
En suma, podríamos resumir nuestra posición y nuestra estrategia en los siguientes puntos:
• La defensa de la democracia y los DDHH, sobre todo en la región, allí donde nos comprometen cartas democráticas. Son nuestros valores más caros y, por lo tanto, hacen a nuestra identidad más profunda.
• El apoyo al multilateralismo y a un mundo basado en reglas. Una economía pequeña y en un mundo fragmentado tiene que abogar por reglas claras y uniformes para todos.
• El pragmatismo a la hora de conseguir acceso a mercados y captar inversiones, buscando siempre socios serios y estables, con mirada de largo plazo.
• El compromiso con la agenda de sostenibilidad en sus dimensiones ambientales, sociales y de gobernanza. Para el Uruguay, es una carta de presentación, además de un activo cada vez más importante.
En este marco, con este posicionamiento estratégico y luego de un intenso trabajo, podemos hablar de algunos logros relevantes, en diferentes campos.
Por un lado, es relevante la mejora de la relación bilateral con Argentina, tanto en lo económico - comercial y financiero, como en lo político. Se superaron las trabas al comercio bilateral, los exportadores han ido cobrando la deuda comercial, y se trabajó fluidamente en múltiples temas bilaterales y de frontera. Asimismo, compartimos con Argentina la necesidad de apertura al mundo y la necesidad de flexibilizar el MERCOSUR.
Por otra parte, en relación con el desarrollo de la plataforma logística, avanzamos en una visión constructiva, donde se comparte la importancia de la hidrovía y el sistema de puertos y canales como gran impulsor de la competitividad de la región, y dentro de esto tenemos que destacar la autorización para el dragado a 14 metros del canal de acceso al puerto de Montevideo, gran logro de dimensiones históricas.
En lo que hace a la relación con Brasil, podemos decir que en términos bilaterales es excelente, y se trata de una relación consolidada, donde se registraron avances en los aspectos logísticos en frontera, la licitación del segundo puente sobre el río Yaguarón, la habilitación del aeropuerto de Rivera como aeropuerto binacional, y la licitación para el dragado del canal San Gonzalo y el desarrollo de la hidrovía del Este, que brindará a nuestra producción un camino de salida alternativo, expandiendo así el área productiva.
Asimismo, con Brasil hemos desarrollado un diálogo sincero y franco sobre las estrategias de apertura internacional y hacia el Mercosur. Con diferencias, hemos defendido con firmeza nuestra visión aperturista y la búsqueda de la flexibilidad. Para nosotros el Mercosur ha logrado ser una zona de libre comercio, que siempre se debe perfeccionar, y por lo tanto la flexibilidad para negociar unilateralmente con terceras partes es una realidad.
Finalmente, teniendo en cuenta la importancia del Mercado brasileño para nuestro país, surgen siempre incidentes, y hemos desarrollado junto con el MGAP la defensa de la posición nacional ante problemas concretos con determinados embarques o regulaciones.
En lo que hace al Mercosur, llevamos adelante la PPTU 2024, y pudimos registrar avances concretos, en particular en el funcionamiento interno y en la apertura al mundo. Así, en PPTs pasadas, luego de 10 años sin avances concretos, se firmó un acuerdo con Singapur, se comenzó a negociar con Emiratos Árabes, se propició el acercamiento de Panamá, que ahora pudo dar pasos concretos de asociación y avanza hacia acuerdos comerciales con el Mercosur, con miras a su integración.
Capítulo aparte, que merece destaque, es el cierre de la negociación con la Unión Europea. Luego de 25 años de negociaciones, con la dificultad que implica esta negociación con múltiples partes, en nuestra PPTU se llegó a un texto completo acordado por todas las partes, y se contó en nuestro país con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea en la Cumbre del MERCOSUR, anunciando el cierre. Faltan etapas formales, para poder pasar a la aprobación y firma en la UE, que, más allá de las discusiones políticas, esperamos que puedan concretarse en 2025. Para nosotros la puesta en funcionamiento de este tratado implicaría un cambio enorme, donde se prevé un impacto directo en el comercio, en el PIB, en las inversiones, que derramará en empleo y prosperidad para nuestra gente. Formaremos parte de un mercado de casi 800 millones de personas, el acuerdo de libre comercio más importante del mundo.
En lo que hace a la defensa de la democracia en la región, hemos estado muy activos, en particular en todo lo relacionado con la situación en Venezuela. Allí hemos alzado la voz en los distintos foros, y hemos coordinado con países like minded como Chile, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Panamá entre otros, para lograr que la comunidad internacional reconociera que, lamentablemente, el régimen cometió fraude en las elecciones del 28 de julio, y que se debe avanzar en un proceso de democratización real, que evite legitimar la dictadura.
En relación a EEUU, se trabajó intensamente para la construcción de oportunidades, en un contexto proteccionista. Así, se tomó la oportunidad que ofreció la administración Biden con la Alianza por la Prosperidad Económica de las Américas (APEP), donde Uruguay lidera la red de inversores ángeles, en un área, la de innovación y emprendimiento, que puede trascender a las administraciones. Asimismo, se trabajó con congresistas para impulsar el Américas Act, una ley bipartisana y bicameral que pretende abrir un nuevo camino de relacionamiento con los países de América Latina y donde Uruguay y Costa Rica serían los primeros. Asimismo, se trabajó para incluir al país en el Visa Waiver Program, y el proceso está en sus etapas finales, entre otros avances.
Hay que destacar el intenso trabajo con China para abrir las economías en forma bilateral, más allá de las dificultades, avanzar en cooperación y en acceso de productos, y asimismo mejorar el diálogo con el Mercosur, donde hay que destacar la revitalización del Diálogo Mercosur-China, impulsada desde la PPTU. Asimismo, se llevó adelante con mucho éxito la visita presidencial a Beijing.
Un capítulo a destacar han sido los esfuerzos para integrar al Uruguay al Acuerdo Trans Pacífico (CPTPP), un acuerdo económico de última generación que involucra 12 países y ofrecer importantes oportunidades para nosotros. Luego de un intenso trabajo en años anteriores, en este año hemos realizado visitas, reuniones de trabajo y encuentros con autoridades de todos los países, impulsando nuestra participación. En la última reunión ministerial de Vancouver se decidió que se deja en stand by a China y Taiwán, y se comienza el proceso de adhesión de Costa Rica, quedando entonces Uruguay “en la puerta” para ser considerado en las etapas inmediatas. Es un esfuerzo que se debe continuar y que pronto podría generar novedades positivas.
En un tema muy importante para nosotros, se puso especial énfasis en mejorar el status de los inmigrantes, para mantener nuestra tradición de país abierto, en el nuevo contexto donde los naturales de Cuba y Venezuela enfrentaban diferentes dificultades para radicarse y obtener residencia y ciudadanía legal. Así, se impulsaron cambios regulatorios para superar los obstáculos detectados.
Finalmente, se trabajó con el MGAP y el MEF para lograr la apertura de mercados para nuestros productos, consiguiendo habilitación para más de 100 productos en múltiples países. Se apoyó en la búsqueda de oportunidades en el sudeste asiático, en China, en Japón y el mundo árabe, así como en América Latina.
En relación con los movimientos internos en nuestra casa, tenemos que decir que hemos podido llenar las jefaturas de misión que lo requerían, y también que, en lo que hace a la carrera interna, se han realizado los concursos correspondientes y las promociones necesarias. Lo hemos hecho poniendo énfasis en una mirada de igualdad de género, tomando en cuenta las trayectorias de los diplomáticos y la necesidad de renovación y crecimiento de los colegas, así como las necesidades del servicio.
Por otra parte, hemos atendido las necesidades urgentes, reforzando las unidades que lo requerían, como consulares en su momento, o algunas misiones en particular que necesitan un refuerzo temporario para superar situaciones específicas.
Estimados, estamos cerrando un ciclo de gobierno, y me ha tocado compartir con ustedes un año intenso. Estoy muy agradecido por su recepción y apoyo y tengo que decir que me siento parte de esta casa, que he aprendido a querer y valorar. Les guardo a ustedes un gran reconocimiento por lo que hemos hecho juntos en este período. Nos queda todavía un trecho hasta el 28 de febrero, donde estaremos encarando la transición de acuerdo a la mejor tradición del país, donde, como lo ha indicado el presidente Lacalle Pou, ofreceremos con transparencia toda la información solicitada y adicionalmente la información que nos parezca relevante sobre los asuntos en curso. Pero además de las tareas asociadas a la transición, tengan la seguridad de que seguiremos trabajando hasta el último día, como miembros del gobierno de la República, atendiendo a todos los temas que están en la agenda.
En conclusión, me voy dentro de poco de esta casa, donde espero haber contribuido a su desarrollo y al cumplimiento de nuestra misión, tan importante para el país. Lo hago satisfecho y contento con el grupo humano que me recibió. Y no puedo evitar confesarles que me quedó un gusto a poco.
Les deseo a todos ustedes un excelente desarrollo profesional en los años que vienen, y estoy seguro aportarán desde su lugar al desarrollo nacional.
Que ustedes y sus familias tengan unas muy felices fiestas y un próspero 2025.
Dirección de Prensa
Ministerio de Relaciones Exteriores