16º Reunión del Consejo de Gobernadores de la Comunidad de las Democracias

El día 5 de marzo de 2015, tuvo lugar en Ginebra, la 16ª. Reunión del Consejo de Gobernadores de la Comunidad de la Democracias, al margen de la 28ª. Sesión del Consejo de Derechos Humanos, dedicado a la situación de los defensores de los derechos humanos, la libertad de reunión y asociación y la libertad de expresión y opinión.
 
La Comunidad de las Democracias, creada en el año 2000, es una coalición global intergubernamental de países democráticos que busca promover el fortalecimiento de las instituciones democráticas a través del mundo y constituirse en una plataforma de intercambio de experiencias y consultas sobre democratización de los países en transición y del propio sistema internacional. Los miembros de la Comunidad de las Democracias son países que cumplen con los estándares democráticos definidos y adoptados en la Cumbres de Varsovia en 2000 y Seúl 2002. El órgano principal es el Consejo de Gobernadores, compuesto por 27 Estados, entre los cuales se encuentra Uruguay. La Comunidad de las Democracias cuenta con una Secretaria General con sede en Varsovia.
 
La reunión del Consejo de Gobernadores contó con un Segmento de Alto Nivel, cuya apertura estuvo a cargo del Vice-Ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Carlos Castañeda, país que ejerce la presidencia, y de la Secretaria General de la Comunidad de la Democracias, María Leisnner.
 
Se destaca especialmente el debate interactivo realizado con el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de libertad de reunión y asociación pacíficas, Sr. Maina Kiai, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los defensores de los derechos humanos, Sr. Michel Forst, y el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre libertad de opinión y expresión, Sr. David Kaye, quienes se refirieron a las áreas prioritarias en las que desarrollan sus trabajos así como los desafíos pendientes.
 
La intervención de Uruguay destacó especialmente el carácter democrático del reciente proceso electoral llevado a cabo en nuestro país, el hecho que las elecciones nacionales se llevaran a cabo con total normalidad, transparencia y libertad para que los votantes eligieran a sus nuevos gobernantes de manera soberana; y que la ceremonia de asunción del Presidente Tabaré Vázquez aconteció el 1 de Marzo pasado, siendo el séptimo presidente desde 1985, cuando el país recuperó el pleno funcionamiento de las instituciones democráticas y el estado de derecho.
 
Se enfatizó la importancia de la libertad de expresión como un derecho humano fundamental, cuyo ejercicio efectivo es un indicador importante del nivel de protección de otros derechos humanos y libertades fundamentales, por lo que constituye la piedra angular de toda sociedad democracia y de su desarrollo pleno,  recordándose que la únicas limitaciones posibles a este derecho responden a casos excepcionales que deben estar debidamente contemplados en la legislación nacional. 
 
Asimismo, se destacó que las amenazas, intimidaciones, violencia y agresión que sufren los defensores de derechos humanos limitan el potencial de los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos de cumplir con su rol, por lo que es necesario crear un ambiente seguro y facilitador para evitar la impunidad.
 
La Comunidad de las Democracias cuenta con varios grupos de trabajo, integrados por Estados miembros y ONG´s que se dedican a profundizar el tratamiento de algunos temas y realizar actividades para promoverlos. Uruguay, junto a Estados Unidos, preside el grupo de trabajo sobre promoción de la libertad de opinión y de expresión. Los otros grupos de trabajo abordan los siguientes temas: gobernanza y efectividad; mujer y democracia; educación para la democracia; elecciones; y facilitación y protección de la sociedad civil.
 
La próxima reunión de la Comunidad de las Democracias será a nivel ministerial, y tendrá lugar en El Salvador, el próximo 24 de julio de 2015, ocasión en la que se adoptará la Declaración de San Salvador: “Comunidad de las Democracias en la nueva agenda del desarrollo”.
 
Se anexa intervención completa del Representante Permanente de Uruguay ante Naciones Unidas en Ginebra, Emb. Ricardo González Arenas, durante la reunión del Consejo de Gobernadores de la Comunidad de las Democracias.

A continuación, se copia intervención del Embajador González Arenas, Representante Permanente de Uruguay ante Naciones Unidas, Ginebra.
 
16ª. Reunión del Consejo de Gobernadores de la Comunidad de las Democracias
Segmento de Alto Nivel
 
Ginebra, 5 de marzo de 2015
 
Intervención del Embajador Ricardo González Arenas Representante Permanente de Uruguay ante ONU
 
 
Gracias Sr. Presidente, 
 
Quisiera felicitarle por su elección como Presidente del Consejo de Gobernadores de la Comunidad de las Democracias.
 
Uruguay comparte los valores y los principios que inspiran a este grupo de países y permanece comprometido a promoverlos en todas partes.
 
Quisiera igualmente reconocer el trabajo realizado por la Secretaria General, María Leissner  y su equipo, para permitir el desarrollo de las actividades previstas.
 
Permítame presentar las excusas de parte del Gobierno por no haber podido participar de esta reunión con una delegación de capital ya que las nuevas autoridades han asumido sus funciones recientemente.
 
En ese sentido, tengo el agrado compartir que las elecciones nacionales se llevaron a cabo en dos turnos, en octubre y noviembre del pasado año. Este proceso democrático y transparente se desarrolló en condiciones de completa normalidad y liberta para los votantes que eligieron a sus nuevos gobernantes de manera soberana.
 
La ceremonia de asunción del nuevo presidente Tabaré Vázquez se llevó a cabo el 1 de Marzo de 2015, siendo el séptimo presidente desde 1985, cuando el país recuperó el pleno funcionamiento de las instituciones democráticas y el estado de derecho.
 
Sr. Presidente,
 
Uruguay celebra que este año el segmento de alto nivel esté dedicado a tres de los temas más importantes relacionados con el funcionamiento del sistema democrático y la observancia de los derechos humanos, como los son la protección de los defensores de los derechos, la libertad de reunión y asociación, así como la promoción y defensa del derecho de libertad de expresión y opinión. 
 
Nosotros creemos que el ejercicio efectivo del derecho de libertad de opinión y expresión es un indicador importante del nivel de protección de otros derechos humanos y libertades fundamentales.
 
La libertad de opinión y de expresión es la piedra angular de toda sociedad democrática y constituye una base sólida para el desarrollo. En efecto, el derecho que garantiza la libertad de expresión es ampliamente reconocido como base de otros derechos humanos y libertades fundamentales.
 
La democracia participativa requiere que los ciudadanos puedan reflejar y debatir para destilar la opinión publica en una clara voluntad del pueblo que posibilite a los líderes políticos a traducir esos valores en políticas.
 
Desde ese punto de vista, cualquier restricción al Artículo 19, y especialmente la censura, pueden socavar las bases de la democracia.
 
En ese sentido, es importante mencionar que las restricciones establecidas en la Convención se refieren a una doble condición: las limitaciones deben encontrarse previstas en la legislación y deben ser necesarias para proteger una serie de áreas públicas, así como los derechos de los demás, subrayando que deben existir razones excepcionales para tales restricciones.
 
Sin embargo, en la práctica, este derecho humano fundamental es frecuentemente limitado, a través de tácticas que incluyen la censura, legislación restrictiva de la prensa y persecución de aquellos que dan a conocer sus opiniones.
 
Uruguay continúa comprometido a continuar trabajando a través del diálogo y la cooperación, hacia un mundo en el cual la libertad de expresión pueda ser disfrutada por todas las personas sin discriminación.
 
Sr. Presidente, permítame ahora volver al importante tema de los defensores de los derechos humanos.
 
No existen dudas sobre el importante y legítimo rol que tiene la sociedad civil en la promoción y protección de los derechos humanos, el estado de derecho en todo el mundo.
 
Toda persona tiene el derecho de promover, desarrollar y proteger los derechos humanos a través de medios legales y pacíficos. Las garantías para la plena realización del derecho a la libertad de expresión, reunión y movimiento, así como el derecho a participar en los asuntos públicos son esenciales para que esta tarea sea posible.
 
Estamos profundamente preocupados por los riesgos enfrentados por los defensores de los derechos humanos debido a amenazas, violencia y agresiones e intimidaciones contra ellos y sus familias. Resulta esencial crear un ambiente conducente a una sociedad civil libre y vibrante.
 
Nos preocupa particularmente el aumento del número de incidentes de represalias contra individuos y organizaciones que cooperan o buscan cooperar con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas. El tema de las represalias plantea un serio desafío al sistema de las Naciones Unidas y sus mecanismos de derechos humanos especialmente porque limitan el potencial para que los mecanismos internacionales complementen las herramientas de protección para las víctimas de las violaciones de los derechos humanos.
Asimismo, privan a las Naciones Unidas y sus Estados miembros del conocimiento y la experiencia de la cual dependen para llevar adelante sus mandatos y responsabilidades de manera efectiva.
 
Nosotros creemos que la creación de un ambiente seguro y facilitador, tanto a nivel nacional como internacional, requiere un marco legal apropiado. Es necesario adoptar las medidas necesarias para evitar que los actos de violencia contra los defensores de los derechos humanos permanezcan impunes. 
 
Finalmente, Sr. Presidente,
 
Democracia, Derechos Humanos y Estado de Derecho son partes indisociable de nuestros fundamentos institucionales. Las libertades públicas, el pluralismo político, la libertad de expresión forman parte de las bases de nuestra sociedad.
 
Estos valores, junto a la justicia social, el bienestar económico y la erradicación de la pobreza son diferentes facetas del mismo credo, siendo principios de nuestras creencias como Estado democrático.