Asamblea General de Naciones Unidas: adopción del acuerdo sobre el comercio de

El Ministerio de Relaciones Exteriores acoge con gran beneplácito la adopción, el 2 de abril de 2013, por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, del Acuerdo sobre el Comercio de Armas (ATT por sus siglas en inglés).

Dicho acuerdo fue aprobado, en una jornada calificada de histórica, por 154 Estados miembros de Naciones Unidas -incluido Uruguay-, habiéndose registrado 23 abstenciones y 3 votos en contra (Irán, Corea del Norte y Siria).

La adopción de este acuerdo es el resultado de más de 7 años de debates y negociaciones con el objetivo de dotar a la comunidad internacional de Estados de un instrumento jurídicamente vinculante indispensable para establecer normas internacionales comunes que regulen la importación, exportación y transferencia de armas convencionales en el mundo.

Uruguay desempeñó, a lo largo de todo este proceso, un papel activo y constructivo.

En la propia Conferencia de Negociación el embajador Federico Perazza tuvo la responsabilidad de liderar (en su condición de Facilitador) las negociaciones de las Disposiciones Finales del Tratado, esto es, su régimen de solución de controversias, los aspectos vinculados a su entrada en vigor, su procedimiento de enmiendas, la aplicación provisional del tratado así como las cuestiones relacionadas con las reservas, aspectos institucionales y Conferencia de las Partes.   

Por otra parte, Uruguay conjuntamente con México, impulsó la creación del Grupo de Amigos del ATT conformado por Bahamas, Belice, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay que se erigió como una de las coaliciones de Estados que más apostó por la conclusión de un régimen convencional viable para la regulación de las transferencias de armas convencionales.
 
Al momento de adoptarse el tratado, la delegación del Uruguay expresó que este régimen convencional constituye un paso trascendente hacia un comercio internacional más responsable de armas convencionales, incluyendo armas pequeñas y ligeras, sus partes y componentes, así como municiones.

Una de las más comprometidas posturas del Uruguay fue la inclusión de la dimensión humanitaria y protección de los derechos humanos como criterios preceptivos indispensables para aprobar las transferencias de armas convencionales.

El gobierno del Uruguay interpreta este tratado como un régimen en evolución cuya aplicación permitirá identificar las debilidades y fortalezas del mismo. En consecuencia abogará, cuando las circunstancias así lo requieran, a contemplar e incorporar en el alcance del tratado los desarrollos y avances en materia de armas convencionales.

Asimismo, el gobierno del Uruguay reitera su postura original de no permitir ningún tipo de reservas al tratado. Si bien el mismo las contempla, nuestro país estará vigilante a efectos de preservar la integridad del tratado y asegurar la intangibilidad de los artículos relativos al alcance, prohibiciones y de evaluación nacional, que constituyen el núcleo más sensible e importante del acuerdo.

Finalmente, nuestro país expresa que un desarrollo futuro y deseable del régimen acordado debería conducir a que todas las obligaciones referidas al sistema de control para las armas convencionales sean aplicables a las municiones, partes y componentes.
 
Montevideo,  3 de abril de 2013
 
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores