Comparecencia del Canciller ante el Parlamento
Este viernes 28 de marzo el ministro Luis Almagro compareció ante la Comisión de Asuntos Internacionales de Diputados para informar sobre algunos detalles de la ayuda humanitaria que el Uruguay ofrecerá a seis personas privadas de libertad en el centro de detención ilegal de Guantánamo, que los Estados Unidos tiene intención de cerrar y para lo cual ha pedido el apoyo de la comunidad internacional.
El ministro agradeció la oportunidad de comparecer ante la comisión parlamentaria, a la que también asistieron algunos senadores, para explicar los motivos humanitarios por los que el Estado uruguayo aceptó esta responsabilidad y los principios que la motivan.
El ministro informó que el pedido de ayuda humanitaria para recibir a algunas de las personas allí detenidas fue realizado por el presidente de los Estados Unidos al presidente José Mujica, y las negociaciones fueron continuadas a través de la embajada de ese país y la cancillería.
En referencia a la cárcel de Guantánamo, el ministro expuso claramente algunos detalles referentes al mencionado centro de detención ilegal, la aberración que significa para los derechos humanos a nivel mundial, y la situación de las personas que allí fueron confinadas sin marco jurídico alguno, “Se trata de una situación sin precedentes en la historia. Es una vergüenza para el mundo que este centro de detención siga existiendo”, dijo.
Almagro explicó a los legisladores por qué no es posible de parte de la cancillería brindar más información personal sobre los detenidos y el caso en general, al amparo de la confidencialidad a la que obliga la Ley de Refugio para la protección de los derechos humanos y la seguridad de las personas involucradas en casos de refugio.
El canciller se refirió además a algunas de las herramientas y el marco jurídico que está siendo analizado por la cancillería con el apoyo de organismos internacionales y expertos en la materia, y que podrían intervenir y ser utilizadas para dar ayuda humanitaria a los detenidos.
En el ámbito general de la protección humanitaria, se incluye el Estatuto de los Refugiados como una de las formas de protección de aquellas personas que por un temor fundado de persecución no puedan o no quieran regresar a su país de origen.
Durante la comparecencia el ministro Almagro leyó la carta recibida de parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) que brinda total apoyo a la decisión de Uruguay y señaló que es posible que los prisioneros vengan en calidad de tales.
“Para ACNUR la decisión de Uruguay es consistente con la protección de los derechos humanos y se cuenta con el apoyo de la organización. Esto nos da el marco de trabajo de un organismo internacional que se ocupa específicamente de estos temas y por tanto los caminos que hemos transitado hasta ahora fueron los correctos”, dijo Luis Almagro.
“No somos carceleros de nadie -repitió el ministro-, enfatizando la calidad de hombres libres de quienes se acojan a la protección del Uruguay”.
El canciller se refirió también a los numerables casos de protección humanitaria en la historia de nuestro país y la tradición hospitalaria y apegada a los derechos humanos de la República. “Uruguay ha sido un país que le ha dado la oportunidad de vivir una vida digna y de soñar con un futuro mejor a tantísimas almas desesperadas que no tenían ya ninguna esperanza”, dijo.
”El humanitarismo y la compasión lograron superar el escepticismo, el temor a lo desconocido y los prejuicios, salvando miles de vidas” recalcó el canciller.
“Para la República Oriental del Uruguay el respeto a los Derechos Humanos no es una opción. Es un imperativo. Es una obligación jurídica, política y moral. El Uruguay ha decidido no permanecer de brazos cruzados frente a esta situación”, finalizó el canciller.
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores
El ministro agradeció la oportunidad de comparecer ante la comisión parlamentaria, a la que también asistieron algunos senadores, para explicar los motivos humanitarios por los que el Estado uruguayo aceptó esta responsabilidad y los principios que la motivan.
El ministro informó que el pedido de ayuda humanitaria para recibir a algunas de las personas allí detenidas fue realizado por el presidente de los Estados Unidos al presidente José Mujica, y las negociaciones fueron continuadas a través de la embajada de ese país y la cancillería.
En referencia a la cárcel de Guantánamo, el ministro expuso claramente algunos detalles referentes al mencionado centro de detención ilegal, la aberración que significa para los derechos humanos a nivel mundial, y la situación de las personas que allí fueron confinadas sin marco jurídico alguno, “Se trata de una situación sin precedentes en la historia. Es una vergüenza para el mundo que este centro de detención siga existiendo”, dijo.
Almagro explicó a los legisladores por qué no es posible de parte de la cancillería brindar más información personal sobre los detenidos y el caso en general, al amparo de la confidencialidad a la que obliga la Ley de Refugio para la protección de los derechos humanos y la seguridad de las personas involucradas en casos de refugio.
El canciller se refirió además a algunas de las herramientas y el marco jurídico que está siendo analizado por la cancillería con el apoyo de organismos internacionales y expertos en la materia, y que podrían intervenir y ser utilizadas para dar ayuda humanitaria a los detenidos.
En el ámbito general de la protección humanitaria, se incluye el Estatuto de los Refugiados como una de las formas de protección de aquellas personas que por un temor fundado de persecución no puedan o no quieran regresar a su país de origen.
Durante la comparecencia el ministro Almagro leyó la carta recibida de parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) que brinda total apoyo a la decisión de Uruguay y señaló que es posible que los prisioneros vengan en calidad de tales.
“Para ACNUR la decisión de Uruguay es consistente con la protección de los derechos humanos y se cuenta con el apoyo de la organización. Esto nos da el marco de trabajo de un organismo internacional que se ocupa específicamente de estos temas y por tanto los caminos que hemos transitado hasta ahora fueron los correctos”, dijo Luis Almagro.
“No somos carceleros de nadie -repitió el ministro-, enfatizando la calidad de hombres libres de quienes se acojan a la protección del Uruguay”.
El canciller se refirió también a los numerables casos de protección humanitaria en la historia de nuestro país y la tradición hospitalaria y apegada a los derechos humanos de la República. “Uruguay ha sido un país que le ha dado la oportunidad de vivir una vida digna y de soñar con un futuro mejor a tantísimas almas desesperadas que no tenían ya ninguna esperanza”, dijo.
”El humanitarismo y la compasión lograron superar el escepticismo, el temor a lo desconocido y los prejuicios, salvando miles de vidas” recalcó el canciller.
“Para la República Oriental del Uruguay el respeto a los Derechos Humanos no es una opción. Es un imperativo. Es una obligación jurídica, política y moral. El Uruguay ha decidido no permanecer de brazos cruzados frente a esta situación”, finalizó el canciller.
Montevideo, 29 de marzo de 2014
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores