Comparecencia del ministro ante el Parlamento
El ministro Luis Almagro asistió este martes al Senado para explicar en detalle los fundamentos, posibles formas jurídicas, medidas de seguridad y condiciones puestas por nuestro país para recibir, a pedido de los Estados Unidos, a seis detenidos ilegales recluidos en la base naval de Guantánamo.
Luego de los interrogantes expuestos por el senador Sergio Abreu referentes a cuestiones jurídicas y de seguridad, el canciller hizo un detallado repaso de estos y otros aspectos de la temática.
El ministro recordó que Guantánamo es una base que ocupa ilegalmente territorio de un Estado extranjero y que la mayoría de los allí detenidos han sido apresados de manera irregular y mantenidos en prisión con o sin elementos probatorios y sin mediar pronunciamiento judicial alguno.
“Para la República Oriental del Uruguay el respeto a los Derechos Humanos no es una opción, es un imperativo, una obligación jurídica, política y moral”, expresó, para fundamental las razones por las cuales nuestro país aceptó el pedido de ayuda del presidente Obama.
Luis Almagro destacó que para tomar esta decisión, se ha evaluado de manera integral tanto el derecho internacional y nacional, como la tradicional hospitalidad de nuestro país y las variables de carácter histórico y político que hacen que Uruguay pueda ofrecer un marco social e institucional apropiado para recibir a estas personas.
Con respecto a los elementos jurídicos, el canciller hizo una amplia exposición de los mismos, y manifestó que, de acuerdo a los estudios realizados, los detenidos ilegales podrían ingresar al Uruguay tanto en calidad de refugiados como de migrantes.
En cualquier forma el Estado uruguayo tiene elementos tanto dentro de su legislación interna como en el marco de los convenios internacionales de los cuales es parte, para establecer un mecanismo complementario de protección absolutamente amparado en el derecho, que permita recibir adecuadamente a estas personas.
En ambos casos también, según las condiciones asentadas por Uruguay, estas personas entrarían en calidad de hombres libres, sujetos a la figura jurídica correspondiente, y merecedores del apoyo, la contención social y posibilidades de reunificación familiar a la que las ampare el derecho.
Con respecto a la seguridad, el canciller hizo énfasis en que el gobierno no permitiría jamás que entren a nuestro país individuos que representen algún riesgo para la seguridad nacional, tanto como no serían liberados por los Estados Unidos.
En tal sentido, informó que además se ha recabado toda la información de las agencias nacionales, estadounidenses y de terceros países, y desde los servicios técnicos se ha evaluado con extremo detenimiento el historial de cada una de las personas que Estados Unidos solicita que recibamos en nuestro país, y que en todos los casos se ha comprobado que no existe riesgo alguno, desde ningún punto de vista.
”No se trata de terroristas, ni siquiera de delincuentes comunes y no ofrecen riesgo alguno para nuestra sociedad”, dijo el canciller, a la vez que informó que el mecanismo a través del cual se concretaría su traslado desde el centro de detención de Guantánamo y nuestro país, es aún objeto de conversaciones entre los dos países.
El ministro hizo énfasis en la enorme exposición mediática que ha tenido el tema en los últimos días generando un excesivo nivel de atención sobre los casos de refugio en nuestro país y dijo que esta gran presión mediática atenta contra la esencia del estatuto del refugiado y sus derechos de vivir una vida normal.
Así como lo expusiera un mes atrás frente al congreso, Almagro recalcó que la de Guantánamo es una situación sin precedentes en la historia.
El canciller recordó que la comunidad internacional ha denunciado reiteradamente la ilegalidad de este centro. Entre los organismos que se han pronunciado a favor del cierre de la cárcel de Guantánamo citó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Relator Especial de Naciones Unidas para la tortura, el Relator Especial sobre la Promoción y Protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la opinión pública, la academia especializada y la prensa internacional en general.
”Es una vergüenza para el mundo que este centro de detención siga existiendo y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a que desaparezca”, dijo el canciller de la República.
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores
Luego de los interrogantes expuestos por el senador Sergio Abreu referentes a cuestiones jurídicas y de seguridad, el canciller hizo un detallado repaso de estos y otros aspectos de la temática.
El ministro recordó que Guantánamo es una base que ocupa ilegalmente territorio de un Estado extranjero y que la mayoría de los allí detenidos han sido apresados de manera irregular y mantenidos en prisión con o sin elementos probatorios y sin mediar pronunciamiento judicial alguno.
“Para la República Oriental del Uruguay el respeto a los Derechos Humanos no es una opción, es un imperativo, una obligación jurídica, política y moral”, expresó, para fundamental las razones por las cuales nuestro país aceptó el pedido de ayuda del presidente Obama.
Luis Almagro destacó que para tomar esta decisión, se ha evaluado de manera integral tanto el derecho internacional y nacional, como la tradicional hospitalidad de nuestro país y las variables de carácter histórico y político que hacen que Uruguay pueda ofrecer un marco social e institucional apropiado para recibir a estas personas.
Con respecto a los elementos jurídicos, el canciller hizo una amplia exposición de los mismos, y manifestó que, de acuerdo a los estudios realizados, los detenidos ilegales podrían ingresar al Uruguay tanto en calidad de refugiados como de migrantes.
En cualquier forma el Estado uruguayo tiene elementos tanto dentro de su legislación interna como en el marco de los convenios internacionales de los cuales es parte, para establecer un mecanismo complementario de protección absolutamente amparado en el derecho, que permita recibir adecuadamente a estas personas.
En ambos casos también, según las condiciones asentadas por Uruguay, estas personas entrarían en calidad de hombres libres, sujetos a la figura jurídica correspondiente, y merecedores del apoyo, la contención social y posibilidades de reunificación familiar a la que las ampare el derecho.
Con respecto a la seguridad, el canciller hizo énfasis en que el gobierno no permitiría jamás que entren a nuestro país individuos que representen algún riesgo para la seguridad nacional, tanto como no serían liberados por los Estados Unidos.
En tal sentido, informó que además se ha recabado toda la información de las agencias nacionales, estadounidenses y de terceros países, y desde los servicios técnicos se ha evaluado con extremo detenimiento el historial de cada una de las personas que Estados Unidos solicita que recibamos en nuestro país, y que en todos los casos se ha comprobado que no existe riesgo alguno, desde ningún punto de vista.
”No se trata de terroristas, ni siquiera de delincuentes comunes y no ofrecen riesgo alguno para nuestra sociedad”, dijo el canciller, a la vez que informó que el mecanismo a través del cual se concretaría su traslado desde el centro de detención de Guantánamo y nuestro país, es aún objeto de conversaciones entre los dos países.
El ministro hizo énfasis en la enorme exposición mediática que ha tenido el tema en los últimos días generando un excesivo nivel de atención sobre los casos de refugio en nuestro país y dijo que esta gran presión mediática atenta contra la esencia del estatuto del refugiado y sus derechos de vivir una vida normal.
Así como lo expusiera un mes atrás frente al congreso, Almagro recalcó que la de Guantánamo es una situación sin precedentes en la historia.
El canciller recordó que la comunidad internacional ha denunciado reiteradamente la ilegalidad de este centro. Entre los organismos que se han pronunciado a favor del cierre de la cárcel de Guantánamo citó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Relator Especial de Naciones Unidas para la tortura, el Relator Especial sobre la Promoción y Protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la opinión pública, la academia especializada y la prensa internacional en general.
”Es una vergüenza para el mundo que este centro de detención siga existiendo y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a que desaparezca”, dijo el canciller de la República.
Montevideo, 29 de abril de 2014
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores