Consejo Permanente de la OEA despide al Representante de Uruguay

Los miembros del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en su sesión del miércoles 27, realizaron una despedida al Representante Permanente de nuestro país, Milton Romani, quien finaliza su trabajo en el organismo, después de casi dos años de liderar dicha representación diplomática.

Los representantes de los Países Miembros resaltaron las cualidades personales y profesionales del embajador Milton Romani, tanto en lo que refiere a sus virtudes, como a su talento, actitud conciliadora y cordialidad.

El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza recalcó la notable contribución que hizo a los temas más trascendentales que han ocupado la agenda de la Organización en los últimos años. En tal sentido recordó su participación en la Asamblea General extraordinaria sobre Derechos Humanos, en el debate en torno al tema de drogas “que ha pasado a ser notable en la Organización”, así como su permanente defensa de la democracia. Insulza concluyó afirmando que el embajador Milton Romani “representa una visión política progresista en la región latinoamericana”.

Asimismo, los Países Miembros pusieron de relevancia el legado de Milton Romani a la OEA, su vocación por la integración latinoamericana y el aporte realizado por el representante permanente de Uruguay en el tema de derechos humanos y de drogas.

A continuación, se reproduce íntegramente el discurso de despedida del Representante Permanente de Uruguay ante la Organización de Estados Americanos, embajador Milton Romani, y se odrece el mismo para su descarga.




 
 
Montevideo, 28 de agosto de 2014
 
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores


 

Discurso del Embajador Milton Romani Gerner
en su despedida ante el Consejo Permanente de la
Organización de los Estados Americanos
 
Washington, 27 de agosto del 2014
 
 
Estimados amigos y amigas

Cuando tenía 14 años una manifestación de estudiantes llamó mi atención. En ese entonces yo era un muchacho inquieto pero no tenía posiciones ideológicas definidas, más allá de cierta cultura libertaria trasmitida por mis abuelos, trabajadores gráficos anarquistas. Escuché que protestaban airadamente, por la invasión a Republica Dominicana luego del derrocamiento del presidente electo Juan Bosch.

¨Con la OEA o sin la OEA ganaremos la pelea¨ gritaría yo, tiempo después, convencido y con el desencanto por la oportunidad perdida de una América unida e integrada. Recuerdo también que antes de la exclusión de Cuba en la VI Conferencia de Punta del Este en el 62, un año antes y en el mismo lugar se había celebrado la Conferencia del Consejo Interamericano Económico y Social donde al influjo de la Alianza para el Progreso, se realizaron debates con la intención de encarar los temas de desarrollo. Entre ellos uno polémico, planteado por el entonces Ministro de Economía de Cuba, Ernesto Guevara. Luego vino el desatino, la polarización y la intolerancia.  Fue una discusión que no prosperó. Han pasado muchas cosas en estas décadas. Por varias vías, nuestros pueblos han buscado el camino del desarrollo. Sin embargo sigue siendo un tema pendiente, definir una agenda para un desarrollo humano justo, sustentable y que brinde bienestar a los pueblos en una perspectiva de mediano y largo plazo.

Doy gracias a la vida por la oportunidad de estar presente, compartiendo y aportando, en este, un momento histórico para la OEA. Creo que ahora se puede dar la pelea con la OEA.  En complementación y acción dinámica con otros grupos e iniciativas regionales como CELAC, UNASUR, CARICOM, SICA, podemos relanzar  la acción de este foro. Con una Visión Estratégica nueva, que le de prestigio y relevancia, coherentes con los tiempos de integración y de inclusión que vivimos.
Agradecimientos: a mi compañera Sonia que ha estado al lado mío en este desafío. A mis hijos, mis nietos y toda la familia que quedó en Uruguay. De las cosas que aprendí, la cotidianidad de los diplomáticos es compleja. Es un buen trabajo profesional, pero hay una dosis de sufrimiento en la familia que está con ellos y en la que dejaron. No soy diplomático. Soy un militante político y algunas tareas me llaman. Pero más me tira el barrio, mi gente, mis nietos y las esquinas de mi Montevideo querido.

Saludo y agradezco especialmente al Equipo que conformamos en nuestra Misión Permanente, a los funcionarios diplomáticos, al plantel administrativo y de servicio.

Agradezco a todos los funcionarios de la OEA, en especial a quienes desde la Secretaría me apoyaron cuando cumplí funciones como un peregrino Presidente del Consejo, cuando mi buena amiga la Embajadora Jacinth Lorna me convocó a ello.

A los amigos y amigas de la Sociedad Civil, con los que compartimos los desafíos del proceso de fortalecimiento del sistema de Derechos Humanos y en la humanización de las políticas de drogas.

Muy en especial a WOLA que me distinguió otorgándome el Premio Derechos Humanos 2013 que compartí junto al Senador Tom Harkim y la periodista Marcela Turatti .

A las amistades cosechadas con muchos de Uds. Por diferentes cercanías. Ya sea por compartir el banco de la escuela, como con quienes compartimos ideas y desafíos y hemos contribuido de diferentes ángulos a una nueva OEA. Pero también, con quienes sin tener afinidades ideológicas hemos compartido este foro con respeto, escuchando al Otro y aportando sensibilidades para lograr consensos posibles. Hombres y mujeres de bien, que recibimos instrucciones, pero que también enviamos recomendaciones porque precisamente, escuchamos, aprendemos y valoramos la unidad y la diversidad en la divergencia.

Todo esto para qué? Para el cumplimento más cabal de la democracia, que es promover las políticas de desarrollo humano equitativo, con justicia social como primer derecho humano colectivo que debemos preservar en pleno respeto de las garantías y libertades.

Estimados compañeros y compañeras:

Hemos perdido mucho tiempo. No me considero un iluminado. Solo quiero, al terminar este ciclo, recalcar lo que venimos debatiendo en torno a la Visión Estratégica. Debemos ser audaces y tomar los temas candentes. Los 60 y 70 fueron épocas malas, de intolerancia y violencia. La peor, la que se instrumentó desde el Estado. Las del terrorismo de estado y las dictaduras que tuvo solo una consecuencia positiva. La acción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en el 79 visitó Argentina y comenzó una lucha que quebró una etapa e inauguró otra. Vino luego  la década perdida de la deuda impagable. Hoy todavía tenemos sacudones de ambos periodos. Pero lo peor vino después, porque la década del 90, para decirlo con palabras del querido compañero Lula, fue la época de los Bambinos de Oro, como fueron conocidos en el MERCOSUR glamoroso, financiero, libremercadista los que impulsaron lo peor del neoliberalismo. Hoy tratan de olvidar esos tiempos funestos.

 Quiero decir que en mi país, donde se pensaba que no teníamos destino nacional posible, la flexibilidad bancaria dio nacimiento a mecanismos perversos como las Sociedades Anónimas Financieras de Inversión, que convirtieron al pequeño Uruguay en una gran máquina de lavado de dinero. En el 1995 éramos un exportador fuerte de oro. Una operación antilavado poco conocida, porque se encargaron de ocultarla, desbarató al mecanismo llamado La Mina, al frente del cual había un ciudadano extranjero con contactos en Punta del Este que terminó purgando 505 años de cárcel, extraditado.

Aquel globo financiero, en Argentina y Uruguay explotó en el 2001 2002.    Más tarde en el 2008 el Norte padeció algo similar. Una catástrofe social que requirió de otras políticas para cambiarla.

Nuestro país abatió la pobreza y la indigencia en forma muy significativa a partir del 2005. Pasamos de 39,9% de la población en condiciones de pobreza (medida por ingresos) en el año 2004  a 11,5 % en 2013. Y la indigencia bajó de 4,6% a 0,5 %.

Los Consejos de Salarios, el aumento del Salario Mínimo Nacional y la reducción de la informalidad laboral han sido políticas públicas que explican estos cambios. También el Plan de Emergencia, el aumento de las asignaciones familiares, el Sistema Nacional Integrado de Salud.  La informalidad en el empleo descendió hasta un 22% en 2013.

En el mismo período América Latina pasó de 44% de la población bajo la línea de pobreza a 28%. La indigencia todavía es del 11,5%.  La mitad de la población trabajadora en América Latina, 48%, tiene trabajos informales, sin cobertura de seguridad social.

Como bien dijo nuestro Secretario General Jose Miguel Insulza en Asunción. Más de 70 millones de personas salieron de la pobreza. Pero no se puede decir que estén fuera de la vulnerabilidad social. Hay además desigualdad y eso es un nuevo desafío. Pero además todavía hay enormes sectores que viven en la pobreza y la indigencia. Para ellos el espectáculo del consumo, lo viven, como dice el tango, "como esas cosas que nunca se alcanzan,...con la ñata contra el vidrio": ¿no será una clave para abordar los temas de la violencia?

El desarrollo con inclusión social significa replantear también la agenda Norte Sur. Este foro tiene una responsabilidad. Estados Unidos debería verlo como una oportunidad para el dialogo en vistas a retomar algunas premisas que ya estaban planteadas en el 60.

No solo en términos de libre mercado o de tratados comerciales. Escuchamos el mensaje urgente de los Presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador en un tema que hace, no a ellos, sino a todos. 57000 niños en la frontera y La Bestia, ese tren infame de la muerte, nos interpelan. Como dijo Pepe Mujica, no hay muros ni  alambrados que pueden detener a los pobres que buscan nuevas esperanzas.

Esto tiene que ver con la paz y con derechos humanos, con desarrollo y con seguridad. Centroamérica y Caribe necesitan becas y aportes diversos. Pero lo que necesitamos imperiosamente todos, es una Agenda para el Desarrollo que nos permita superar los límites estrechos que tenemos. Inversión y cooperación que signifique algo así como un Plan Marshall para este Hemisferio, respetando soberanías, medio ambiente, derechos sociales y con una pauta estratégica compartida.

Alguien dirá y tiene razón: antes deberían superarse la debilidad institucional y la corrupción reinante que hacen imposible toda agenda seria. Ambientes donde se despliega la delincuencia trasnacional organizada que gira hoy día no solo en rubro narcotráfico, sino en trata y comercio de hombres mujeres y niños, en tráfico de armas que se consiguen en el norte. Cuidado: en este tema los jóvenes y los pobres son las víctimas. Mientras la impunidad se enseñorea en los salones distinguidos del poder y de las conexiones formales del lavado de dinero. Tenemos una responsabilidad común y compartida aunque diferenciada. Pero la  OEA tiene una oportunidad histórica, ética y politica para guiar y promover esa agenda y definir estrategias con todos los órganos del Sistema.

Uruguay insiste en valorar el Desarrollo Humano como derecho. En desplegar políticas de seguridad ciudadana apegada a derechos. Política de drogas apegadas a derechos. No es por un alarde ético, político y jurídico, que las justifica plenamente. Sino porque esto supone poner énfasis en otros campos y hacer una maravillosa economía de fuerza, economía de aplicación de la ley. Con el rigor de la ley. Pero sin inflar las penas ni pretender bajar la edad de imputabilidad para llenar las cárceles, ahora también de niños. La seguridad ciudadana es un derecho, ya sabemos que es un tema complejo y que no hay receta mágica.

Uruguay promueve, modesta y humildemente, caminos. Abrimos un debate en drogas inaugurando en enfoque alternativo de fiscalización a través de un mercado regulado del cannabis. Lo vamos a evaluar. Pero continuaremos por el camino de profundizar un debate franco, abierto, inclusivo dando participación a todas las agencias y la sociedad civil.

Tenemos insumos. Tendremos experiencias diversas. Contamos con la Declaración de Antigua, con el  Informe sobre Drogas que el Secretario General que fue entregado al Presidente Santos. La CICAD, en proceso participativo encomiable hizo un aporte. La CIDH comienza a tomar el tema desde la óptica de Derechos Humanos. Podemos hablar de un bloque latinoamericano donde con países hermanos que han superando el triste, costoso y tóxico enfoque de la guerra contra las drogas nos disponemos a profundizar el debate.  Habrá una Asamblea General Extraordinaria de Naciones Unidas en el 2016 en Nueva York, para revisar el modelo de fiscalización de drogas. Nuestro aporte será sustancial. La OEA puede jugar un papel crucial.

Uruguay ha promulgado la ley de interrupción voluntaria del embarazo luego de grandes debates.  Ahora se está evaluando. Al año de su instrumentación en todo el sistema de salud. Reitero: esto no es un debate sobre el aborto, porque nadie está obligado y nadie, las mujeres no quieren abortar porque es un paso doloroso. Lo que si podemos afirmar es que el número de interrupciones no ha aumentado y lo más importante, ninguna mujer ha muerto por maniobras abortivas.

Uruguay promulgo una ley habilitando el matrimonio igualitario con todos los derechos. Porque defendemos el derecho a vivir con quien uno ama y quiere compartir la vida. Simplemente por eso. La sociedad ha legitimado estas uniones matrimoniales y hoy la discriminación ha bajado notoriamente y se ha integrado como lo que es: un acto de amor protegido por la ley.

Uruguay avanza en derechos pero lo hace sobre las tradiciones progresistas. Como la de asilo y refugio que tuvo acciones ejemplares como la del diplomático Florencio Ribas que en 1938 siendo Cónsul en Hamburgo, al otro día de la Noche de los Cristales Rotos, encontró 150 judíos en su jardín y enfrentó a la GESTAPO envuelto con una bandera uruguaya. Les dijo que a su casa, territorio uruguayo, solo entraban con el permiso de su gobierno o de él. Esos refugiados se salvaron y viajaron a Uruguay. Como la del Embajador Carlos María Gurmendez, que salvó en Holanda a 20 hombres y mujeres, incorporándolos como funcionarios y viajando hacia Suiza primero y luego a Lisboa. Las vicisitudes de este grupo, recopiladas en un relato escrito Reminiscencias, hasta ahora no conocidas, me han sido entregadas por la familia de Kurt Ibson (Israel) que insólitamente viven enfrente de lo que fue mi hogar en Maryland. Las circunstancias mágicas de este encuentro con la Sra. Susan Baron y Violeta, una de mis nietas, merecería un discurso entero.

El Presidente Mujica y nuestro Canciller Luis Almagro, están ultimando los detalles para el refugio de niños sirios acompañados por sus familias que vendrán a Uruguay para reconstruir sus vidas en paz.

Estamos concretando los últimos detalles de un compromiso adquirido para dar refugio y asilo a futuros ex prisioneros de la ominosa cárcel de Guantánamo, que la CIDH ha denunciado tantas veces. Sería una buena idea y sé que se está considerando, que otros Estados amigos se unieran a esta acción humanitaria.

En nuestra America, aparece ahora una nueva derecha que se pretende neutra, positiva, que aun con los mismos nombres y apellidos de antes, quiere hacer tabla rasa, no mirar a los graves errores de las políticas del pasado pero que quiere aprovecharse del crecimiento productivo, de los avances sociales y de los niveles crecientes de consumo.

Decían que el mercado era el gran regulador, y que el Estado debía ser mínimo. Que la inversión  privada y la política financiera eran intocables. Los gobiernos del Dr. Tabaré Vázquez y Pepe Mujica, junto a muchos gobiernos progresistas han demostrado que la presencia del Estado y las políticas públicas activas son garantía para la inversión publico privada, que garantiza derechos sociales y económicos es bueno para la economía y  garantía para la redistribución del ingreso.

Falta mucho. Pero esto es la base y no ha sido obra del destino sino de opciones políticas.

Los Derechos Humanos no son un artículo de lujo, una pieza bonita para tener en la mesita de luz. Como dice mi amigo Emilio Álvarez Icaza, el compromiso de todo gobernante, es LIDERAR LA INDIGNACION. Porque se violan derechos humanos. Para eso formamos el sistema.

He polemizado con algunos compañeros. Porque la bandera de los Derechos Humanos no es una pieza de museo. Ni una punta de lanza del imperialismo. Craso error. Es de los movimientos populares y ha crecido bajo sus movilizaciones.

Tiene la sangre y la lucha de las Rigoberta Menchú, de las Domitila, de Hebe Bonafini y Nora Cortinas, de Luis Cuesta y Tota Quinteros, de Estela Carlotto que aun hoy sigue buscando y encuentra. Porque hoy tenemos Jefes y Jefas de Estado que fueron víctimas del terror, y luchadores por los Derechos Humanos y lo son, entre otras cosas porque el movimiento popular tomó la bandera de los DDHH como programa democrático radical.

En San Pedro Sula, en 2009, la OEA asumió un acto reparatorio y un camino que hoy parece inexorable. En el 62 se excluyó a Cuba del sistema por adherir al marxismo leninismo. El mismo año que Mandela fue procesado y encarcelado por terrorista y en nuestra America Latina hoy tenemos al menos cuatro Jefes de Estado que eran catalogados de subversivos, que adhirieron a la lucha armada, muchos de ellos torturados y encarcelados, como Pepe y Dilma. También Jefas de Estado como Michele Bachelet que sufrieron persecución. Un correlato similar se dio en EEUU con la lucha por los derechos civiles. En 1962 James Meredith fue el primer estudiante negro que ingresó a la Universidad de Misisipi. Con la oposición del gobernador segregacionista que se opuso tenazmente a su ingreso y promovió acciones en su contra.

Hubo violentos disturbios, dos muertos, incluyendo un periodista francés, 48 soldados heridos y 30 agentes federales con heridas de bala.

Barak Obama es Presidente de los Estados Unidos. Los tiempos han cambiado.

Celebraremos la próxima Cumbre en Panamá con la presencia de Cuba. No lo dudo. Será un gran avance para todo el Hemisferio. Nadie tiene que resignar nada, nadie tiene que pagar ningún peaje y todos tienen la libertad de decir lo que se piensa.

Quiero expresar un punto de vista. Desde la perspectiva de una Nueva Visión Estratégica, deberíamos avanzar hacia un nuevo Pacto Interamericano, como aquel que fue programado para 1948 cuando surgió la OEA. Un pacto que nos permita darle coherencia e integralidad a todo el Sistema Interamericano, donde las Cumbres de Jefes y Jefas de Estado puedan ejercer la orientación y mando estratégico, y la OEA  sea propiamente el motor político para impulsar aquellas líneas. Que nos permita potenciar, coordinar y darle impulso coherente e integral, a otros organismos del Sistema Interamericano como el BID y la OPS. Es apenas una idea al pie del estribo para desear la mejor de las suertes al Sistema Interamericano y para seguir dando la pelea desde la OEA.

Como cantan las murgas en mi país, en esa religión pagana del carnaval, “Se va, se va la murga que dice y no grita, la murga que vino se va, esta murga por la Margarita, ésta murga siempre volverá....por los chiquitos que falta, por los chiquitos que vienen, esta murga volverá”
 
 

Milton Romani Gerner