Discurso del canciller Lubetkin - IX Cumbre de la CELAC

Sr. Enrique Reina, Canciller de Honduras y Presidente Pro Tempore de la CELAC
Estimadas y estimados colegas y representantes de los 33 gobiernos de la CELAC
Quisiera agradecer al gobierno y al pueblo de Honduras por su hospitalidad, su calidez y su estupendo trabajo algo que ya había comprobado hace algunas semanas cuando estuve aquí cumpliendo otra función junto a nuestros Ministros de Agricultura.
El gobierno que integro acaba de comenzar su mandato y si bien somos conscientes de las grandes diferencias políticas, ideológicas, sociales y de diversa índole que tenemos en nuestra región, venimos a esta Cumbre convencidos de la enorme importancia que tiene este espacio que es el único que incluye a los 33 Estados de América Latina y el Caribe, para escucharnos, entendernos mejor e intentar coordinar y concertar acciones conjuntas en los temas que más nos preocupan y nos unen.
Nos incorporamos en este espacio con un espíritu constructivo e integracionista, con una mirada de mediano y largo plazo, ya que, más allá de las coyunturas y de los gobiernos que hoy estamos al frente de nuestros respectivos Estados, el destino de nuestras naciones es común, como lo son muchos de los desafíos que enfrentamos, muchos de los cuáles no son coyunturales, sino estructurales por lo que requieren de una atención sostenida en el tiempo.
Sr. Presidente,
La unidad respetando la diversidad, principio fundamental de la CELAC, no sólo debe significar la mera tolerancia al otro, sino también la búsqueda activa de oportunidades de colaboración en áreas esenciales para el desarrollo de nuestros pueblos, especialmente aquellas que generan un amplio consenso y altos niveles de convergencia, tales como: la lucha contra el hambre y la pobreza; la protección del medio ambiente, la transición energética, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado; la respuesta a los desastres naturales o fenómenos climatológicos extremos; la construcción de una red de infraestructura e interconexión regional y el acceso a nuevas tecnologías para la educación, la innovación y el desarrollo tecnológico, entre otros.
Todos sabemos que una persona hambrienta no puede ser libre. De algo tan básico como eso es de lo que hablamos cuando hablamos de seguridad alimentaria, desafío que atraviesa a todas las regiones que forman parte de América Latina y el Caribe.
Por eso defendemos y reafirmamos nuestro compromiso con el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre (PLAN SAN CELAC) que aprobamos por aclamación en 2024, a fin de abordar los desafíos que presenta la región en materia de seguridad alimentaria y nutricional, fortalecer las políticas nacionales e internacionales en la materia, la asignación eficiente de recursos y las posibilidades existentes para incrementar la cooperación, teniendo presentes otras iniciativas regionales como la Alianza Global contra el Hambre y aprovechando el apoyo que podemos recibir de organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), así como nuestros Bancos Regionales de desarrollo como el BID y la CAF, por ejemplo de entre otras.
Pensamos que la educación de nuestra infancia, futuro de nuestros pueblos, debe avanzar con innovaciones educativas con tecnologías digitales, temática en la que Uruguay tiene un recorrido importante gracias al Plan Ceibal el cual promueve la integración de tecnologías digitales en la educación primaria y secundaria, con el fin de mejorar los aprendizajes e impulsar procesos de innovación, inclusión, equidad y crecimiento personal, incluyendo a todos los niños y adolescentes del sistema de enseñanza pública del país. Intercambiar nuestras experiencias exitosas debe ser una línea importante de nuestro trabajo futuro.
Otro desafío compartido se refiere a la movilidad humana. Reafirmamos nuestro compromiso con la gestión integral de los crecientes flujos migratorios en la región y resaltamos la necesidad de fortalecer la cooperación regional para atender las causas estructurales y multidimensionales de la migración, promover la integración socioeconómica de los migrantes y reforzar la idea de que todas las personas migrantes sean tratadas con dignidad y respeto.
Sr. Presidente,
Para abordar muchos de estos desafíos y aprovechar las oportunidades de avanzar, no necesitamos crear o generar ningún mecanismo nuevo, sino aprovechar mejor las instituciones y espacios con los que ya contamos en América Latina y el Caribe con competencia y jurisdicción sobre las distintas temáticas donde tenemos acuerdos de base.
No nos olvidemos que uno de los objetivos originales de la CELAC es promover la comunicación, la cooperación, la articulación, coordinación y la complementariedad entre los organismos e instituciones sub-regionales. No existe un foro más inclusivo que éste en nuestra región y somos nosotros quienes tenemos la capacidad institucional y política y la responsabilidad para enviar señales claras en esa dirección.
Necesitamos mantener este continente en paz, con crecimiento socio-económico, afrontando. Los viejos y nuevos problemas, en un mundo que tiene más preguntas que respuestas y que está cambiando dramáticamente.
Concentrémonos en los problemas que tenemos que afrontar, en los desafíos que podemos enfrentar en forma conjunta, en las oportunidades podemos aprovechar, que es mucho más lo que nos debe unir que separar para que nuestra región avance como pienso que todos deseamos.
Muchas gracias.
Dirección de Prensa
Ministerio de Relaciones Exteriores
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