El Secretario de la OEA presentó el informe sobre drogas en América

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, arribó al Uruguay para poner en manos del presidente José Mujica los documentos que conforman el informe “El Problema de las Drogas en las Américas” realizado por la OEA. 

La presentación al presidente de la República tuvo lugar en la residencia de Suárez, en la que estuvo presente el canciller Luis Almagro y miembros del gobierno a nivel ministerial.  Insulza brindó luego una conferencia de prensa en la residencia presidencial y luego presentó el documento a miembros de la sociedad civil, diplomáticos y parlamentarios, en la sala de actos Reinaldo Gargano de la Cancillería, en un evento organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Junta Nacional de Drogas.

Además de la disertación de Insulza, en el encuentro se hicieron presentes las intervenciones del subsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Porto y el prosecretario de la presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa.

Cánepa hizo énfasis en el particular perfil del rol de Uruguay en la lucha contra el narcotráfico y la dificultad de enfrentar problemas nuevos con soluciones viejas.

“Sabemos con claridad que el camino que se ha seguido en el continente en los últimos años no dio resultado. No significa que esté todo mal, pero no ha dado soluciones. Por eso, creemos que desde el gobierno se debe ensayar una respuesta diferente, una solución desde la salud pública”, dijo el prosecretario.
 
Diego Cánepa felicitó la iniciativa de la OEA y recordó que la semana próxima será enviado al Parlamento el proyecto de ley de regulación del mercado del alcohol, la sustancia más consumida por los uruguayos.

José Miguel Insulza hizo un repaso del informe, que describe la coyuntura actual del negocio, su altísimo nivel de rentabilidad, la alarmante y creciente ola de violencia asociada al tráfico, el espiral de ilegalidad y corrupción institucional asociadas y las acciones llevadas a cabo en las últimas décadas.

"En nuestros países vive casi la mitad de todos los consumidores de cocaína y opioides del mundo, y la cuarta parte de los que fuman marihuana", indicó y agregó que "ese consumo ha generado un negocio ilícito que atenta contra la integridad de nuestras instituciones".

El subsecretario Luis Porto señaló que la propuesta de la OEA refleja la perspectiva de derechos humanos de la gestión del Ministerio de Relaciones Exteriores y es parte de la identidad y la visión de las relaciones internacionales del Uruguay.

Asimismo, se comprometió a difundir y respaldar el documento en la región y exhortó a los diplomáticos y parlamentarios presentes a que hicieran lo mismo “no para mostrar al Uruguay como un ejemplo, sino para abrir el debate, dialogar en la diversidad”.

El subsecretario agradeció el trabajo liderado por José Miguel Insulza poniendo de manifiesto la recuperación del lugar de la OEA en el análisis e impulso de soluciones para problemas hemisféricos.

Luis Porto recalcó la valía del informe que “no viene a generar una sola respuesta sino la posibilidad de abrir el debate y hacernos otras preguntas”. Citando al presidente Mujica, dijo que 
“sobre todo, las drogas se siguen llevando vidas humanas; podremos ganar algunas batallas pero cada vez que un joven muere por consumo de drogas, con un tiro en el pecho o por participar en redes de narcotráfico, estamos perdiendo la batalla contra el tráfico de drogas".

El subsecretario subrayó el enfoque de derechos y desde la salud pública que el debate ha adquirido en nuestro país y destacó que “con el proyecto de ley de Uruguay nos proponemos estrangular económicamente el negocio de las drogas”, refieriéndose específicamente a la marihuana, asociada a problemáticas como el alcohol o el tabaquismo.

Por su parte, consultado sobre la visita de Insulza, el embajador Milton Romani, representante permanente de Uruguay ante la OEA destacó que el informe sobre la problemática de drogas en las Américas es producto de un trabajo de casi un año y que la sistematización de la información fue llevada a cabo por más de 178 expertos, con participación de todos los países, luego de la Cumbre de Jefes de Estado de Cartagena, Colombia, realizada en abril de 2012. 

“De esa Cumbre de Jefes de Estado salió el mandato hacia la OEA de elaborar este informe que Insulza presenta ahora al presidente José Mujica”, remarcó. 

Uruguay participó activamente en la elaboración del estudio y, desde 2008, mantiene una posición importante a nivel internacional como miembro activo de la comisión de estupefacientes de Naciones Unidas, órgano máximo de fiscalización de drogas de dicho organismo internacional, consigó Romani.

El diplomático destacó además que Uruguay fue el primer país de Naciones Unidas en la comisión de estupefacientes que peleó para que haya una debida integración entre los instrumentos de derechos humanos y la política de fiscalización de drogas.

El objetivo principal del estudio “El Problema de las Drogas en las Américas” es poner en debate el problema mundial de las drogas y revisar especialmente las políticas que se están llevando a cabo en las Américas, analizando su eficacia y proponiendo nuevas opciones para enfrentarlo.

El reporte se divide en dos partes, el "Informe Analítico", en el cual se enmarca el dilema de las drogas, sus rutas, procesos, actores y complejidad de dimensiones. El segundo documento del informe, "Escenarios", ha sido elaborado sobre en base a diagnósticos y visiones de futuro de académicos, líderes políticos, expertos en el tema, activistas y líderes sociales, que representan la diversidad de enfoques del tema.

Esta sección desarrolla cuatro posibilidades sobre lo que podría llegar a ser en el futuro, el problema de la droga en las Américas.
Conocer esas posibilidades, analizar sus causas y efectos, y buscar soluciones a la medida de cada país, es una tarea necesaria para el debate en el hemisferio. Tres de los cuatro escenarios -“Juntos”, “Caminos” y “Resilien­cia”-  describen alternativas de futuro diversas de acuerdo al acento en el for­talecimiento institucional, la experimentación con cambios en el enfoque jurídico o la ca­pacidad de reacción ante el problema desde la comunidad y la sociedad civil.

El cuarto escenario -“Ruptura”- alerta sobre lo que podría ocurrir si en un mediano plazo, los países no llegáramos a una visión compartida que sume los esfuerzos y la diversidad de miradas para enfrentar el problema.






Montevideo, 23 de julio de 2013
 
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores

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