LXI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común del Mercosur
En la mañana de hoy, el Canciller Francisco Bustillo presidió la LXI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, celebrada en la sede de la Secretaría del Mercosur.
En la ocasión, el Ministro destacó:
«La Presidencia Pro Tempore de Uruguay propuso en su inicio un conjunto de prioridades, que abarcaron distintas áreas, como la económico-comercial, institucional, de cooperación, agenda verde y agenda digital. […] Hemos registrado avances en muchas de estas áreas.
El bloque no puede ni debe conformarse, tras 31 años, con estos logros. […] Precisamos un bloque que pueda y quiera proyectarse en las nuevas dinámicas y tendencias mundiales. Precisamos un bloque moderno que quiera y pueda enfrentar los desafíos del ayer, del hoy y del mañana. […]
Habíamos condensado nuestro pensamiento en dos expresiones: sincerarnos y modernizar el MERCOSUR. […]
Queremos reforzar nuestra vocación de integración regional, recogida incluso en la Constitución de Uruguay. Esta es una vocación ligada a la necesidad de formar parte de proyectos de integración regional que busquen innovar, contemplen un mercado ampliado y sean una plataforma de inserción internacional. […]
Necesitamos un bloque capaz de estrechar lazos con otros países y bloques. No nos podemos permitir el inmovilismo. A la fecha, el Mercosur tiene tan solo 11 acuerdos vigentes, solamente 4 de ellos extrarregionales. Nuestro último acuerdo comercial es del año 2011, con Egipto. Un dato no menor es que desde el año 2010 a la fecha, la OMC registra 172 acuerdos de libre comercio. Ninguno del Mercosur. No tenemos acuerdo con ninguna de las 10 principales potencias económicas y comerciales en el mundo. Con la región de Asia, la de mayor crecimiento en los últimos años, el Mercosur, solamente tiene 2 negociaciones en curso, una con Corea y otra con Singapur, y con India un acuerdo de mínima significación económica.
Si no nos permitimos ni tan siquiera cuestionarnos el aquí y el ahora, nuestro bloque estará condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia. […]
Tenemos un Arancel Externo Común que no tiene absolutamente nada de común. No existe, por tal un Arancel Externo Común. Como no existe una Unión Aduanera, porque en realidad nunca la hemos querido conformar. […]
Luego de un arduo y comprometido trabajo en el que procuramos sincerar y modernizar el bloque el convencimiento que estamos en el estadio de integración que la mayoría ha querido y en el que nos movemos con tranquilidad y mansedumbre. En pocas palabras, somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta».
En el cierre de la sesión de la mañana, el Ministro Bustillo reafirmó:
«No ha habido ni habrá de parte de nuestro país una sola acción que permita inferir que Uruguay alimenta el fin del Mercosur. Por el contrario, hemos sido proponentes para fortalecer el bloque internamente y en materia de inserción internacional.
De las diferentes exposiciones, quedó claro que ninguno de nosotros quiere romper el Mercosur. Pero sí quedaron expuestas a través de la visión de unos y otros los diferentes grados de ambición respecto al tratado fundacional.
Hemos y seguiremos haciendo propuestas en favor de la modernización y, en consecuencia, del fortalecimiento del bloque».
En la tarde, el Ministro Bustillo realizó la apertura de la sesión de los Estados Parte y Estados Asociados:
«Más allá de los resultados obtenidos, nuestro país desempeñó estos cometidos con un firme compromiso por la integración regional. Hemos basado nuestra gestión en el diálogo, el intercambio constructivo y el afán de obtener resultados concretos. […]
No perdemos la esperanza de que nuestros socios compartan el anhelo - y más que anhelo, el imperativo- que tiene nuestro país de bregar incansablemente por mejorar las condiciones de acceso de nuestros productos a los mercados globales, ensanchar nuestras bases productivas, incrementar la competitividad de nuestras industrias, fortalecer sus fundamentos para escalar e insertarse más eficientemente en los mercados internacionales, generando mayor dinamismo en el empleo, y en última instancia, contribuyendo a mejorar el bienestar de nuestra gente.
Es necesario encarar este déficit a través de una reflexión conjunta, realista y sincera, pero, sobre todo, adoptando respuestas convincentes destinadas a modernizar y adaptar el funcionamiento del MERCOSUR a las nuevas realidades del comercio mundial y regional.
En nuestro carácter de Presidencia Pro Tempore, quisiéramos subrayar el trabajo llevado a cabo en otras áreas de nuestra agenda regional: las referidas a las políticas públicas, asuntos sociales, educación, cultura y derechos humanos. Estas componen la dimensión política, social y de derechos humanos del proceso de integración, donde se han obtenido resultados destacables, pero suelen, sin embargo, tener una menor visibilidad».
En el día de mañana, martes 6 de diciembre, se desarrollará la LXI Cumbre de Jefes de Estado de los Estados Parte del Mercosur y Estados Asociados.
Dirección de Prensa
Ministerio de Relaciones Exteriores