Ministro Nin Novoa: Claves de la inserción internacional del Uruguay
El día 11 de noviembre, organizado por la Cámara Mercantil de Productos del país, se llevó a cabo el Foro “Inserción Internacional del Uruguay”, que contó con la participación del Canciller Rodolfo Nin Novoa y los ex ministros de Relaciones Exteriores, Sergio Abreu y Didier Opertti.
Ante una nutrida concurrencia, el ministro Nin Novoa, expresó que el MERCOSUR ocupa un lugar central en la estrategia de inserción externa del Uruguay y que esa pertenencia al bloque es prioritaria para el país, como parte de una política exterior, alineada con los objetivos trazados en el Plan de Gobierno.
Pruebas de la profunda vocación mercosuriana, son: la aprobación de Bolivia como miembro pleno y el otorgamiento de calidad de Estados Asociados a Guyana y Surinam, hechos que reconocen la gravitación geopolítica que se le asigna al proceso de integración regional, al que se lo ve según expresó en Canciller, como “un actor regional con legitimidad para hacer valer sus posiciones en el concierto internacional”.
La apuesta a la prórroga por diez años del FOCEM (Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR), que permite a los países de menor desarrollo, avanzar en interconexión física y energética además de favorecer la competitividad y el fortalecimiento institucional, sumado a la aprobación de la Decisión 23/15, que busca superar los obstáculos de comercio intra-bloque, son “el nítido reflejo del compromiso uruguayo con un proyecto que es la piedra angular de la estrategia nacional de inserción con la región y el mundo”.
El Ministro Nin Novoa destacó que, paralelamente, Uruguay no debe perder de vista la relación con las demás regiones y desarrollar vínculos con otros países, ya que pertenecer al MERCOSUR, no puede servir de excusa para postergar agendas de trabajo y de diálogo con otros mercados, acciones que otros países miembros del Mercado Común del Sur han concretado o emprendido individualmente, velando por la inserción internacional de sus sectores productivos.
En lo que se refiere a los mega-acuerdos que comienzan a configurarse, el Sr. Canciller alertó que los mismos están llamados a reconfigurar reglas básicas que obligan a todos los países, incluso los de América Latina, a redimensionar sus políticas comerciales, ajustándolas a una nueva realidad, planteo contenido también en el Programa de Gobierno y sobre el que la Cancillería viene trabajando desde el inicio de la actual administración.
La calidad de Uruguay como estado observador de la Alianza del Pacífico, ha permitido dinamizar contactos comerciales con Chile, Colombia y Perú, a la vez que profundizar el acceso a México en virtud del TLC vigente; se gestionan – agregó – habilitaciones sanitarias a Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Japón, mientras que el acceso a los mercados de ASEAN e India, también están incluidos en la estrategia de captación de mercados.
“Debemos reaccionar, ante la firma del Acuerdo Transpacífico y la recta final de la negociación del Acuerdo Transatlántico”, profundizó el ministro. “No es un acto de responsabilidad, es un deber y en mi rol de Canciller de la Republica: una obligación” - continuó – “comenzar a posicionarnos, estudiar, evaluar y conocer, estos procesos comerciales”.
El Ministro Nin Novoa, recordó a la concurrencia, que transcurridos 68 años de la firma del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, los niveles de protección global de la producción agrícola son alarmantes, situación que según estudios de la OCDE, provocan que productores de 49 mercados que representan el 88% del valor agregado agrícola mundial, hayan recibido entre 2012 y 2014, una transferencia de 600 billones de dólares y 135 billones adicionales destinados a servicios que beneficiaron el desarrollo del sector, cifras que equivalen a 13 veces el PBI del Uruguay, conformando una práctica proteccionista que históricamente ha afectado a las exportaciones uruguayas.
“La Organización Mundial del Comercio deberá replantearse muy seriamente cual es el rol que deberá asumir en el presente y en el futuro” - enfatizó el Ministro – “dada la falta de compromiso de los actores globales con esa Organización. Esta coyuntura, implica que nuestros productos y servicios pierden competitividad en términos comparados, sumado a un enlentecimiento de la economía mundial, en la que la reducción de la tasa de crecimiento de China de 12% a 7%, constituye una prueba evidente de lo que hoy acontece”.
Nin Novoa, llamó a reflexionar sobre la composición de la canasta exportable de bienes y servicios del Uruguay, donde 4/5 partes de todas las divisas que ingresan por comercio exterior al país corresponde a productos primarios y servicios en tanto el resto se compone de exportación de minerales y productos industriales.
Es en base a esa realidad, explicó el Ministro de Relaciones Exteriores, que la inserción internacional que el Gobierno ha diseñado se base en tres pilares: lograr mayor apertura comercial, concretar mayores niveles de productividad con valor agregado y finalmente, procesar una diversificación y mejora del acceso a mercados.
“Asistimos a un nuevo escenario, que es cambiante, dinámico y del cual debemos sacar el mejor provecho. Sabemos que no existen verdades reveladas, ni estrategias dogmáticas, ni recetas únicas para pensar la mejor forma de establecer asociaciones estratégicas con otros países. Sabemos también que a nosotros nos compete estudiar cuál es la fórmula más óptima y conveniente para pararnos frente al mundo, y eso es lo que hemos venido haciendo, de manera coherente y sostenida” - explico el Canciller – pero la idea central que no resiste cuestionamientos ni objeciones, “es la necesidad que tenemos de repensarnos, si es que pretendemos seguir avanzando en el desarrollo económico y social del Uruguay”, concluyó.
Ante una nutrida concurrencia, el ministro Nin Novoa, expresó que el MERCOSUR ocupa un lugar central en la estrategia de inserción externa del Uruguay y que esa pertenencia al bloque es prioritaria para el país, como parte de una política exterior, alineada con los objetivos trazados en el Plan de Gobierno.
Pruebas de la profunda vocación mercosuriana, son: la aprobación de Bolivia como miembro pleno y el otorgamiento de calidad de Estados Asociados a Guyana y Surinam, hechos que reconocen la gravitación geopolítica que se le asigna al proceso de integración regional, al que se lo ve según expresó en Canciller, como “un actor regional con legitimidad para hacer valer sus posiciones en el concierto internacional”.
La apuesta a la prórroga por diez años del FOCEM (Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR), que permite a los países de menor desarrollo, avanzar en interconexión física y energética además de favorecer la competitividad y el fortalecimiento institucional, sumado a la aprobación de la Decisión 23/15, que busca superar los obstáculos de comercio intra-bloque, son “el nítido reflejo del compromiso uruguayo con un proyecto que es la piedra angular de la estrategia nacional de inserción con la región y el mundo”.
El Ministro Nin Novoa destacó que, paralelamente, Uruguay no debe perder de vista la relación con las demás regiones y desarrollar vínculos con otros países, ya que pertenecer al MERCOSUR, no puede servir de excusa para postergar agendas de trabajo y de diálogo con otros mercados, acciones que otros países miembros del Mercado Común del Sur han concretado o emprendido individualmente, velando por la inserción internacional de sus sectores productivos.
En lo que se refiere a los mega-acuerdos que comienzan a configurarse, el Sr. Canciller alertó que los mismos están llamados a reconfigurar reglas básicas que obligan a todos los países, incluso los de América Latina, a redimensionar sus políticas comerciales, ajustándolas a una nueva realidad, planteo contenido también en el Programa de Gobierno y sobre el que la Cancillería viene trabajando desde el inicio de la actual administración.
La calidad de Uruguay como estado observador de la Alianza del Pacífico, ha permitido dinamizar contactos comerciales con Chile, Colombia y Perú, a la vez que profundizar el acceso a México en virtud del TLC vigente; se gestionan – agregó – habilitaciones sanitarias a Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Japón, mientras que el acceso a los mercados de ASEAN e India, también están incluidos en la estrategia de captación de mercados.
“Debemos reaccionar, ante la firma del Acuerdo Transpacífico y la recta final de la negociación del Acuerdo Transatlántico”, profundizó el ministro. “No es un acto de responsabilidad, es un deber y en mi rol de Canciller de la Republica: una obligación” - continuó – “comenzar a posicionarnos, estudiar, evaluar y conocer, estos procesos comerciales”.
El Ministro Nin Novoa, recordó a la concurrencia, que transcurridos 68 años de la firma del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, los niveles de protección global de la producción agrícola son alarmantes, situación que según estudios de la OCDE, provocan que productores de 49 mercados que representan el 88% del valor agregado agrícola mundial, hayan recibido entre 2012 y 2014, una transferencia de 600 billones de dólares y 135 billones adicionales destinados a servicios que beneficiaron el desarrollo del sector, cifras que equivalen a 13 veces el PBI del Uruguay, conformando una práctica proteccionista que históricamente ha afectado a las exportaciones uruguayas.
“La Organización Mundial del Comercio deberá replantearse muy seriamente cual es el rol que deberá asumir en el presente y en el futuro” - enfatizó el Ministro – “dada la falta de compromiso de los actores globales con esa Organización. Esta coyuntura, implica que nuestros productos y servicios pierden competitividad en términos comparados, sumado a un enlentecimiento de la economía mundial, en la que la reducción de la tasa de crecimiento de China de 12% a 7%, constituye una prueba evidente de lo que hoy acontece”.
Nin Novoa, llamó a reflexionar sobre la composición de la canasta exportable de bienes y servicios del Uruguay, donde 4/5 partes de todas las divisas que ingresan por comercio exterior al país corresponde a productos primarios y servicios en tanto el resto se compone de exportación de minerales y productos industriales.
Es en base a esa realidad, explicó el Ministro de Relaciones Exteriores, que la inserción internacional que el Gobierno ha diseñado se base en tres pilares: lograr mayor apertura comercial, concretar mayores niveles de productividad con valor agregado y finalmente, procesar una diversificación y mejora del acceso a mercados.
“Asistimos a un nuevo escenario, que es cambiante, dinámico y del cual debemos sacar el mejor provecho. Sabemos que no existen verdades reveladas, ni estrategias dogmáticas, ni recetas únicas para pensar la mejor forma de establecer asociaciones estratégicas con otros países. Sabemos también que a nosotros nos compete estudiar cuál es la fórmula más óptima y conveniente para pararnos frente al mundo, y eso es lo que hemos venido haciendo, de manera coherente y sostenida” - explico el Canciller – pero la idea central que no resiste cuestionamientos ni objeciones, “es la necesidad que tenemos de repensarnos, si es que pretendemos seguir avanzando en el desarrollo económico y social del Uruguay”, concluyó.
Montevideo, 12 de noviembre de 2015
Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores
Dirección de Prensa
Apoyo gráfico: Secretaría de Comunicación de Presidencia de la República
