Perfil Migratorio Uruguay 2011

Promover la eliminación de trabas burocráticas para uruguayos retornados desde el exterior, así como la sensibilización y promoción de los derechos de los inmigrantes y el relevamiento sistemático de las demandas y necesidades de los emigrados, son algunas de las recomendaciones que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) brinda al Estado uruguayo a través del “Perfil Migratorio de Uruguay 2011”.
El informe, que se realiza a nivel de todo el continente, surge de la labor del Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, a solicitud de la OIM, como parte de un esfuerzo que apunta a unificar metodologías de investigación en los distintos países y poder sacar conclusiones comparables entre cada una de las realidades.
Durante la presentación del informe, el director regional de OIM, Juan Artola, explicó que este trabajo se realiza en América Latina desde 2008 y ya cuenta con los perfiles de Ecuador, Argentina, Colombia, Brasil, Chile, Paraguay, Venezuela, Bolivia y Uruguay. Se trata de un instrumento para aportar a las políticas migratorias, con una observación de alcance regional y con recomendaciones sobre una gestión acorde a las necesidades de los países y de la realidad del continente.
En tal sentido, el perfil promueve el trabajo interinstitucional entre los actores involucrados en la temática, además de avanzar en la creación de convenios entre la Universidad de la República y la Junta Nacional de Migraciones. A su vez, insta a la creación de una unidad de asuntos sociales de la migración en el seno de la Dirección Nacional de Migraciones, así como también a la reactivación de la discusión sobre el derecho al voto por parte de los uruguayos en el exterior.
Políticas con enfoque de derechos humanos
La emigración de los últimos 10 años se concentró en los países desarrollados, especialmente Estados Unidos y España (que juntos absorbieron al 70% del total de emigrados). Tan solo un 11,9% fue a Argentina y un 4,7% a Brasil. Se caracterizó por la gran presencia de jóvenes de entre 20 y 30 años, predominando hombres y con un nivel educativo relativamente superior al de la población residente en el país. Sin embargo, en los últimos tres años se registró un cambio en este escenario con una disminución de los flujos emigratorios y un marcado aumento del retorno de uruguayos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, resaltó que la migración es un reto y un desafío que merece un análisis objetivo, crítico con la realidad y ajustado a la “humanidad” de sus protagonistas, donde es imperativo buscar respuestas para mejorar la situación de las personas sin vulnerar sus derechos. En esa línea, sostuvo que el Gobierno considera esencial integrar la perspectiva de derechos humanos en las políticas migratorias, en especial en la coyuntura internacional de crisis financiera, económica y socio-política, puesto que son los migrantes quienes constituyen parte de la población más vulnerable.
Por su parte, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, subrayó que los desafíos que plantea el informe de OIM van en sintonía con la política de trabajo y seguridad social que promueve el Gobierno.
Uruguay dejó de ser un país de emigrantes para ser también un país receptor de ciudadanos retornados y de extranjeros. Brenta reconoció la necesidad de facilitar los procesos de reinserción, sobre todo en el mercado de trabajo y, en esa línea, el MTSS apuesta a jugar un rol activo en la intermediación laboral para brindar opciones laborales y de capacitación que incluyan a estos colectivos entre la población beneficiaria de las políticas sociales.
Escenarios futuros preocupan al Gobierno
La Comisión Sectorial de Población integrada por el Gabinete Social y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto trabaja desde finales de 2010 en la elaboración de políticas de población. El subdirector de OPP, Jerónimo Rocca, explicó que cuando se piensan escenarios demográficos con miras al 2050 se plantea con preocupación el bajo crecimiento de la población. Para 2019 habrá más personas mayores de 60 años respecto a los niños de 0 a 14 años y en 2050 los mayores de 60 años serán casi un millón de personas y, de ellos, un tercio superará los 80 años.
En ese contexto, se plantean múltiples desafíos y para ello el Gobierno ya promueve líneas de política pública. Rocca subrayó que ante una población que envejece es fundamental una inversión en capital humano, políticas de atención a la primera infancia y estímulos para que la población joven y económicamente activa no emigre. Aseguró que si se van a promover políticas activas de inmigración extranjera se debe cultivar un sentimiento de convivencia y respeto por las diferencias, lo cual se presenta como uno de los mayores problemas de las colectividades a nivel mundial.
Montevideo, 7 de marzo de 2012.
Fuente y registros gráficos: Presidencia de la República