Regulacioón de drogas: cancillería busca flexibilizar convenciones internacionales

El vicecanciller Luis Porto advirtió que la realidad cuestiona las convenciones internacionales sobre estupefacientes firmadas hace décadas, que es necesario generar un debate con el fin de flexibilizar estos acuerdos y permitir los distintos enfoques que cada país adopta sobre la problemática de drogas. Sostuvo que el camino emprendido por Uruguay no es improvisado y surge de un análisis riguroso del tema.

“La realidad, más que nosotros, está cuestionando las Convenciones de Viena,” sostuvo el viceministro de Relaciones Exteriores, Luis Porto, refiriéndose a los acuerdos sobre estupefacientes de 1961 y 1988. A su juicio, ambos fueron aprobados en una realidad internacional respecto al tema de estupefacientes que es muy diferente al actual, no solo desde el punto de vista social y político sino también por los avances ocurridos en la ciencia para analizar este problema. 

Para el jerarca, el enfoque del propio informe de la OEA, presentado este lunes al Gobierno uruguayo por el secretario general de ese organismo, José Miguel Insulza, es el resultado también del avance en las ciencias biológicas y sociales, en los últimos 30 años. 

Porto apuntó que las contradicciones y conflictos que se generan a partir del narcotráfico muestran una situación diferente a las de 1961 y 1988, un narcotráfico que recluta la mano de obra de los sectores más excluidos de la población y que genera una cultura de violencia en zonas excluidas en cada uno de los territorios de América. 

“No es que nosotros cuestionemos las convenciones, la realidad cuestiona las convenciones”, advirtió el vicecanciller.

Estos acuerdos internacionales a que hace referencia el viceministro acotan el uso de los fines médicos. Sin embargo, las convenciones no prohíben sino que establecen determinados marcos bajo los cuales se valida la regulación. 

“Nosotros hoy estamos en un ámbito diferente al de algunas de esas restricciones, precisamente por los avances que ha habido. Hoy es notorio que no se puede comparar la marihuana con otras drogas. Que la marihuana sí se puede comparar con el alcohol y el tabaco pero no, con la heroína o la cocaína”, añadió. 

En este sentido, recordó que Uruguay tiene una política antitabaco y una política sobre el alcohol (en pocos días el Gobierno enviará un proyecto de ley al Parlamento sobre esta problemática) y la política de marihuana tiene un enfoque similar. 

“A nivel internacional, el alcohol ya estuvo prohibido y no dio resultado, lo que muestra que las sustancias que son más similares al alcohol, como la marihuana, quizás la solución venga por la regulación”, explicó. 

“No nos olvidemos además que en Uruguay el consumo es libre, no está penalizado y, por lo tanto, lejos de ser una propuesta liberal, como muchas veces se la quiere hacer ver, esta es una propuesta de regulación, precisamente, de toda la cadena de la marihuana y también del consumo que hoy no está regulado”, advirtió Porto. 

El jerarca adelantó que el país tiene que trabajar con otros países en un camino del diálogo y sensibilización. “Tenemos que trabajar con países de la región y del hemisferio tratando de buscar un nuevo diálogo y una nueva discusión con las convenciones actuales. Eso va a llevar mucho tiempo. No pretendemos liberar cambios de convenciones internacionales ni nada parecido. Simplemente queremos que se comprenda que estamos en una realidad en la cual se tienen que considerar en forma más flexible los enfoques y el informe de la OEA así lo establece”. 

“Por algo se plantean diferentes escenarios, ya que no existe un paradigma y no hay una respuesta única y, por lo tanto, el marco normativo internacional debería empezar a discutirse con ese enfoque”, dijo al hacer referencia al informe de la OEA sobre “El Problema de las Drogas en las Américas”. 

Porto adelantó que Cancillería impulsará un enfoque gradual y acumulativo de la discusión de esta problemática. En primer lugar con los vecinos, en segundo lugar con la región más cercana, como el MERCOSUR. En tercer lugar con UNASUR y, finalmente, en el hemisferio. “Creemos que tenemos que ir gradualmente y en forma acumulativa, dando la discusión e incorporando también los enfoques y argumentos del resto de los países y, a su vez, presentar con humildad nuestro enfoque, no como un modelo a seguir sino como un aporte más. Escuchar, dialogar para ir generando el espacio de caminos comunes”.
 
Para Porto la visita de Insulza fue muy productiva y el informe, de gran impacto. “Fue un primer paso para mostrar que lo que se está haciendo en Uruguay no es una improvisación sino que surge del análisis riguroso que se ha hecho en el continente mostrando que no hay una respuesta única y que son necesarios nuevos aportes para encarar el problema”, concluyó el vicecanciller.
 
Montevideo, 23 de julio de 2013
 
Fuente:
Secretaría de Comunicación
Presidencia de la República