Uruguay ante la OEA, en diálogo con la sociedad civil
Este martes, en el marco del 44º período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) las organizaciones de la sociedad civil mantuvieron un encuentro de diálogo con los jefes de delegaciones y representantes de los Estados participantes ante la OEA.
El embajador Milton Romani, representante permanente de Uruguay ante ese organismo, dirigió un discurso enfocado en la necesidad y responsabilidad de los Estados en la institucionalización de medidas de inclusión social orientadas a los derechos de las personas y se refirió a algunas de las políticas públicas llevadas adelante por el Uruguay en ese sentido.
Romani hizo referencia al matrimonio igualitario, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, y la legalización del cultivo y consumo de cannabis como política orientada a la salud pública y a los derechos humanos.
Reproducimos algunos de los conceptos expresados por nuestro representante permanente ante la Organización de Estados Americanos en su discurso, y adjuntamos a este artículo el video completo del mismo.
El embajador Milton Romani se refirió a la vigencia del legado artiguista en la agenda de derechos sociales contemporánea:
“Para un uruguayo, estar en Paraguay remite a viejas tradiciones; tenemos una plaza José Gervasio de Artigas porque Artigas eligió Paraguay para vivir sus últimos treinta años. Pero no lo cito solo por ese hecho histórico. Sino porque en el tema elegido “Desarrollo con Inclusión Social”, yo quiero recordar que Artigas, en el reglamento provisorio del año 1815 –quizás el primer proyecto de reforma agraria- fijó una agenda que todavía está incumplida.
Allí decía que había que repartir tierras a los negros libres y a los zambos, a los indios y a los criollos pobres, de manera que los más infelices fueran los más privilegiados.
Este sigue siendo un mandato para este uruguayo y para todos los latinoamericanos. Yo lo he escuchado en las diversas intervenciones de esta multifacética sociedad civil.
Quien se moleste porque cuando dialogamos con la sociedad civil haya diferentes opiniones, incluso controvertidas y polémicas, está equivocado. Esto es otra cosa. No es una iglesia ni un templo, esto es la democracia. Por lo tanto, las diferentes opiniones son para ser escuchadas. Con ese espíritu, recojo diversas propuestas. Por ejemplo, la realizada sobre las asociaciones público privadas, siempre que pongamos el acento en la inclusión social.
Estas cosas que ya en 1815 José Artigas decía, y que aseguran no solamente justicia y derechos, sino también la posibilidad de que, como dice nuestro presidente Mujica, los sectores postergados “ se integren “al festín”.
El problema es que hay muchos que miran el espectáculo del consumo, como dice el tango “con la ñata contra el vidrio”, y no participan del desarrollo. América Latina sigue siendo la región del mundo más desigual, y también la más violenta; este es un dato que debería hacernos pensar.
Es verdad que el índice de Gini está descendiendo. Se están desarrollando políticas en muchos países que han sacado a millones de personas de la indigencia y de la pobreza. Incluido mi país. Uruguay, en el año 2005, tenía un 32% de la población bajo el índice de pobreza. Hoy tenemos el 12%. En Uruguay teníamos un 19% de desocupación, y hoy tenemos el 6%.
¿Eso es porque las condiciones económicas del mundo nos favorecen? En parte es así, pero porque ha habido políticas públicas activas, no solo en materia de políticas sociales, sino de negociación colectiva, aumento del salario y aumento del empleo, acompañado de políticas públicas.
Entonces, para las alianzas público-privadas necesitamos empresarios progresistas que inviertan con dedicación social. Pero también necesitamos Estados fuertes que garanticen los derechos y la posibilidad de que haya también un desarrollo armónico.
Sobre la agenda de derechos del Uruguay y la ley del matrimonio igualitario que rige en Uruguay desde agosto de 2013, el embajador Romani dijo:
“He leído con mucha atención las recomendaciones del grupo de trabajo en derechos humanos. Uruguay ha firmado en Antigua, junto con otros cinco Estados hermanos, las convenciones contra la discriminación y contra todo tipo de intolerancia. Pero Uruguay además, lleva adelante una agenda de derechos que amplía los derechos de la personas.
Yo no solamente represento en esto a mi país: estoy convencido de que la ley de matrimonio igualitario que reconoce todos los derechos, inclusive los derechos de adopción, es justa.
Permítanme además una opinión personal, la de un ateo y un ácrata. Soy un ateo que lee el evangelio permanentemente, y me quedó grabado el sermón de la montaña, que dice “amaos los unos a los otros”. Y esto es lo primero en la defensa de los derechos: amarse unos a otros. Porque somos iguales en derechos y en sentimientos”.
El representante permanente de Uruguay ante la OEA, se refirió de este modo a la ley de interrupción voluntaria del embarazo:
“Hemos legislado también una ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Yo no quiero entrar en la polémica del aborto. Pero sí voy a decir algo: las políticas se evalúan. En Uruguay las estamos evaluando. Esta es una experiencia de la evaluación del Estado: en primer lugar, a un año de aplicada la ley, no aumentó la cantidad de mujeres que abortan. Y, en segundo lugar, no ha habido ni una sola muerte por interrupción voluntaria del embarazo. Son constataciones”.
En referencia a la ley 19.172 que regula la producción, distribución y venta de cannabis en Uruguay, Romani expresó similar línea de pensamiento:
“De la misma forma empezamos a regular el mercado del cannabis. Y lo vamos a evaluar. Hoy consideramos que es una forma alternativa y eficiente para realizar algo, que el grupo de derechos humanos recomienda -y sobre el que con la Argentina estamos promoviendo un proyecto de resolución- sobre integración adecuada de los instrumentos de derechos humanos con las políticas de drogas.
Esto es lo que nos guía: que los derechos humanos estén instalados en las políticas de drogas que, a veces, han causado más daño que las drogas mismas. Es un desafío para los Estados y para la sociedad civil. Y la OEA ha abierto un diálogo y debate en torno a este tema”.
El público asistente recibió con gran entusiasmo las palabras del embajador Milton Romani que concluyó diciendo que estas medidas exigen todo el respeto porque son políticas soberanas que ha asumido el Uruguay.
Video completo de la intervención del embajador Miton Romani en la OEA
Montevideo, 5 de junio de 2014
Fuente:
Comunicación e Información Pública
Ministerio de Relaciones Exteriores