El Compromiso de Madrid: Un Pacto Global por la Seguridad Hídrica y la Resiliencia Climática

Nos encontramos en una coyuntura crítica. Aunque el acceso al agua y al saneamiento está reconocido como un derecho humano fundamental según la Resolución 64/292 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, las cifras de la crisis global de 2023 resultan alarmantes. Para enfrentar esta emergencia y fortalecer la resiliencia ante el cambio climático, altos dirigentes y ministros se reunieron en la capital española para impulsar un acuerdo trascendental: el Compromiso de Madrid sobre Seguridad Hídrica, Saneamiento y Resiliencia Climática.
También conocido como Pacto de Altos Dirigentes sobre la Seguridad y la Resiliencia Hídricas, este documento es un llamado a la acción que busca eliminar los compartimentos estancos entre sectores y promover la seguridad hídrica a nivel mundial.
La Cruda Realidad Global del Agua y el Saneamiento
Los ministros y altos funcionarios reunidos en Madrid reconocieron que la plena realización de los derechos humanos al agua y al saneamiento es esencial para la salud, el bienestar, el crecimiento económico, la equidad social y de género, y la resiliencia climática. Sin embargo, el progreso se ve obstaculizado por graves deficiencias en los servicios esenciales.
Las estadísticas de 2023 evidencian la magnitud del problema:
- Más de 2000 millones de personas (una de cada cuatro) en el mundo carecen de agua potable gestionada de forma segura.
- 3400 millones de personas no disponen de saneamiento gestionado de manera segura.
- 1700 millones de personas carecen de servicios básicos de higiene en sus hogares.
El Pacto subraya que estas cifras representan realidades cotidianas y persistentes que deterioran la calidad de vida y limitan profundamente las oportunidades de las personas.
El Impacto Ineludible del Cambio Climático
La urgencia del Compromiso de Madrid está estrechamente vinculada al cambio climático. Los fenómenos climáticos extremos agravan los desafíos hídricos: el aumento de las temperaturas, la alteración de los patrones de precipitación, la subida del nivel del mar y los eventos meteorológicos intensos perturban el suministro de agua y dañan infraestructuras. Esto afecta los ecosistemas, incrementa las vulnerabilidades y contribuye a la inestabilidad y al desplazamiento de poblaciones.
Por ello, la seguridad hídrica y el saneamiento deben considerarse pilares fundamentales para la adaptación y mitigación climática, la reducción del riesgo de desastres, la protección de la biodiversidad y la estabilidad socioeconómica.
El Compromiso de Madrid busca superar obstáculos persistentes como las políticas fragmentadas, la débil coordinación y la financiación insuficiente o ineficaz. Para lograrlo, se requiere un liderazgo político sólido, una colaboración inclusiva de todo el gobierno y una inversión más predecible y eficiente, centrada en satisfacer las necesidades de todas las personas, especialmente las más vulnerables.
La Hoja de Ruta: Cinco Pilares del Compromiso de Madrid
El Pacto fue adoptado colectivamente como un “Compromiso de Acción de Madrid”, destinado a acelerar el progreso hacia el acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento resilientes al clima. Su visión y principios se estructuran en cinco áreas clave de acción:
- Promover la Integración Política e Institucional
Se fomenta la inclusión de las prioridades de agua, saneamiento, higiene y clima en documentos estratégicos como las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y los Planes Nacionales de Adaptación (PNA). Asimismo, se propone reforzar los mecanismos de coordinación interministeriales y transectoriales con recursos definidos, y mejorar la gestión de las cuencas fluviales mediante una planificación inclusiva y una asignación justa del agua.
- Prestar Servicios Inclusivos y Basados en los Derechos
El Pacto impulsa el uso de datos desglosados para identificar poblaciones desatendidas y zonas con estrés hídrico. Se pone especial atención en grupos vulnerables —niños, mujeres, pueblos indígenas, comunidades rurales y refugiados—, y se promueve la rendición de cuentas sociales mediante la participación comunitaria. Además, se reconoce el liderazgo de las mujeres y las niñas en la gobernanza, mediante enfoques sensibles al género.
- Crear Sistemas Resilientes y Mejorar la Concienciación sobre los Riesgos
La resiliencia exige integrar las evaluaciones de riesgos climáticos y de desastres en el diseño y mantenimiento de infraestructuras. El Compromiso respalda activamente las soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de cuencas y la gestión sostenible de la tierra. También se destaca la necesidad de ampliar los sistemas participativos de alerta temprana y la planificación de contingencias para mantener los servicios durante las crisis.
- Movilizar una Financiación Sostenible e Innovadora
Para cerrar la brecha de inversión, se requiere fortalecer la movilización de recursos nacionales e internacionales mediante una mejor gestión presupuestaria y estructuras tarifarias equitativas. El Compromiso fomenta instrumentos financieros innovadores —como bonos verdes y azules, financiación basada en resultados e inversiones en digitalización y tecnologías sostenibles—, y promueve entornos favorables para los inversores locales y comunitarios, respaldados por marcos normativos sólidos.
- Fortalecer el Liderazgo Político y la Responsabilidad Mutua
El Pacto resalta la necesidad de priorizar el agua y el saneamiento en las agendas nacionales e internacionales, incluso a través de iniciativas de jefes de Estado. Los signatarios adoptarán marcos de rendición de cuentas inclusivos, con objetivos medibles alineados con los marcos globales. Se fomentará además el aprendizaje entre pares, la cooperación Sur-Sur y los diálogos sostenidos con la sociedad civil.
Implementación y Financiación: Un Instrumento Político Vivo
El Compromiso de Madrid no es solo una declaración, sino un marco operativo. Este Pacto orientará los esfuerzos colectivos a partir de 2025. Los firmantes se comprometieron a difundirlo ampliamente, organizar consultas sectoriales para armonizarlas con las políticas nacionales e incorporar sus metas en los marcos de planificación y seguimiento. La rendición de cuentas se asegurará mediante la publicación periódica de informes y la presentación de avances en futuras reuniones ministeriales del sector.
Para concretar esta visión, es fundamental cerrar la brecha de inversión, estimada en más de 130.000 millones de dólares anuales, necesarios para alcanzar el acceso universal a servicios de agua y saneamiento resilientes al clima de aquí a 2030.
Los líderes reunidos instan a gobiernos, bancos de desarrollo —tanto multilaterales como nacionales—, sociedad civil y sector privado a alinear sus acciones con planes nacionales y subnacionales integrados que vinculen las agendas del agua, el saneamiento, el clima y la economía.
El Pacto se reconoce como un instrumento político dinámico, capaz de adaptarse a las lecciones aprendidas y a las realidades cambiantes. Los avances serán evaluados continuamente en foros internacionales clave, como las Conferencias de las Partes (COP), el Diálogo de Bakú sobre el Agua y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2026.
El seguimiento sistemático se realizará en colaboración con la alianza Saneamiento y Agua para Todos, en consonancia con los indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6).
Diversos países —entre ellos Uruguay, España, Tanzania, Malaui, Brasil y Etiopía— han respaldado este compromiso político fundamental para fortalecer la seguridad hídrica a nivel mundial.
