En 2011 escolares aumentaron asistencia a clase y el país recuperó más de US$ 20 millones
Si bien la asistencia irregular preocupa a las autoridades, los niveles de concurrencia crecieron en el último año. Mientras en 2009 el promedio de días asistidos por escolar fue de 155, en 2011 ascendió a 161, gracias a distintas medidas. Cada día de asistencia supone un costo promedio de US$ 3.5 millones. En primaria el ausentismo bajó de 9% a 6% y en inicial de 40% a 29.5%, informó el titular del CEIP, Héctor Florit.
Según afirmó, en el año 2009 el sistema atravesó un momento complejo, ya que tanto la gripe como las inundaciones generaron altísimos índices de ausentismo o asistencia irregular. El promedio de días asistidos por cada escolar fue de 155 —en un total de 183 días previstos—, lo que reveló una elevada cantidad de faltas que ameritaban una intervención inmediata, explicó.
También precisó que, con una serie de acciones, en 2010 se mejoró el guarismo anterior, pasando de 155 a 158 días promedio. En 2011 a consecuencia de varias medidas que eran coincidentes con la campaña “Cero Falta” se llegó a 161 días.
Florit indicó que cada día de asistencia del sistema educativo primario público supone un costo promedio de 3.5 millones de dólares. “Invertir ese dinero como esfuerzo social y que los niños no asistan, supone una pérdida de eficiencia del gasto público”, reflexionó.
“Recuperar tres días entre 2010 y 2011, implica mejorar las oportunidades de aprendizaje, darle sentido a la educación, pero también recuperar en términos de inversión pública más de 10 millones de dólares”, indicó.
Los números del ausentismo
El promedio de asistencia se compone de niños, en generar de los contextos más favorables, que registran buena asiduidad y otros que registran una asistencia insuficiente, que son aquellos que concurren hasta 140 días, es decir que faltan aproximadamente dos meses de clase. “Este es el nudo más complejo y está asociado a la pobreza dura, a los sectores más vulnerables, a familias con escasa integración, contextos de desempleo y falta de hábitos en lo que es la expresión en el siglo XXI de la obligatoriedad vareliana del siglo XIX”, dijo.
Para atender esta situación se trabajó especialmente con los niños de asistencia irregular y se pasó de un 9% de ausentismo a un 6% en primaria, y en educación inicial de un 40% a un 29.5%. “Nos queda mucho más para seguir trabajando, particularmente en Inicial donde todavía tres de cada diez tienen asistencia irregular. El avance en 2011 fue muy alentador”, sostuvo Florit, quien anunció que estima que a mediados de junio realizarán el lanzamiento de la campaña “Cero Falta 2012”.
Factores determinantes
El jerarca habló de la necesidad de fomentar un cambio cultural sobre la importancia de que los padres envíen a sus hijos —en Educación Inicial— a la escuela.
Explicó el ausentismo en este nivel en que la asiduidad no es condición para la promoción y que se pasa de cuatro a cinco y de cinco a primero con independencia de la cantidad de faltas.
También recordó que no hay una nota que premie o castigue los rendimientos o la asiduidad, que no existe un sistema de control de asistencia en lo que refiere a la contraprestación de la Asignación Familiar y se refirió a la existencia de una larga tradición donde la educación inicial era voluntaria. “El conjunto de estos elementos, más temas de salud, teniendo en cuenta que los niños más chicos son más vulnerables a enfermedades infectocontagiosas, hacen que muchas veces no tengamos una asistencia acorde a lo esperado”, analizó.
En este sentido, Florit informó que en agosto se contará con los primeros controles en lo que refiere a Asignaciones Familiares, a partir del cruzamiento de datos entre la asistencia que regula Primaria y los perceptores de Asignación Familiar que tiene registrado el Banco de Previsión Social (BPS). “Comenzaremos con datos en julio, pero confiamos que en agosto ya esté funcionando”, concluyó.
