Más de 6.000 niños participaron del campamento de Enseñanza Primaria en Minas
El campamento De las Sierras, en Minas, tiene capacidad para alojar a 90 escolares, funciona todo el año y cuenta con modernas instalaciones que, por su arquitectura y diseño, son atractivas para esos niños que pernoctan por tres días. Por ese lugar, que además cuenta con un moderno gimnasio y piscina, pasaron más de 6.000 beneficiarios de la propuesta desde su puesta en marcha, en marzo de 2018, y fin de ese año.

A solo cinco kilómetros de Minas, se ubica el campamento De las Sierras, perteneciente al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y que forma parte de un grupo de sedes con que cuenta la institución para que los escolares, durante todo el año, pero en particular en verano, vivan la experiencia de un campamento, con diversas propuestas de extensión del tiempo pedagógico.
El predio, que fue donado por un particular a Primaria, recibía, en sus comienzos, hasta que se acondicionó y adaptó para el pernocte, tandas de niños solo por el día. A partir de agosto funciona en la modalidad de campamento de tres días y a fines del año alcanzó más de 6.000 asistentes procedentes de todo el país.
El campamento De las Sierras puede albergar 90 niños, a los cuales se suman los adultos referentes que viajan con ellos y el equipo docente, compuesto por directora, subdirector y un adjunto a la dirección, así como maestros y profesores de educación física que lideran las actividades.
Además de las habitaciones, cuenta con servicios higiénicos, comedor, cocina, piscina, gimnasio parcialmente cerrado y un área de juegos infantiles, que incluye un gran tobogán, un atractivo especial para los niños.
Entre las actividades que allí se realizan se destacan las deportivas, que incluyen piscina, caminatas, juegos al aire libre y tirolesa, talleres de plástica y otras propuestas artísticas, teatro y fogones. A ello se agregan el suministro de una alimentación balanceada, gestionado por una cooperativa de trabajadoras que impulsa el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Un equipo de la Secretaría de Comunicación Institucional visitó a mediados de este mes las instalaciones, en las que dos escuelas de Montevideo participaban de la propuesta. Se trata de la n.° 157 de categoría Aprender, del barrio Villa García, y la n.° 326 de tiempo completo, ubicada en el barrio Casavalle. Por Primaria estuvieron presentes el consejero Pablo Caggiani y la asesora en Educación Física Marta Machado.
Una de las actividades centrales del día fue una expedición por el sendero que conduce a la mina de oro ubicada en la zona, lo que implicó para los niños un rico aprendizaje a través de charlas y búsqueda de vestigios de minerales en la zona. El subdirector del campamento, Fabián Estavillo, explicó que aprovechan estas instancias para trabajar contenidos de las áreas programáticas, no desde el punto de vista del aula sino desde la vivencia y el contacto con la naturaleza.
“Este es un lugar privilegiado para el abordaje de la astronomía en la noche”, relató Estavillo, quien puso énfasis en la convivencia y la construcción de ciudadanía. A ello se suma el estudio de las sierras y el monte ribereño, energías renovables, la arquitectura del lugar, inspirada en la obra del catalán Antoni Gaudí (1852-1926), y la paleta de colores de Joan Miró (1893-1983).
Una de las propuestas que más disfrutan los niños es la piscina, sobre todo porque en muchos casos es la primera vez que viven una experiencia de ese tipo. Estavillo destacó las características particulares del lugar que, por haber sido en el pasado un colegio, cuenta con varias instalaciones deportivas, lo que les permite trabajar haciendo énfasis en la actividad física.
Laura Cáceres, conocida por todos los niños como Laurita, es maestra, pero desde hace un año trabaja en este tipo de propuestas. Es una de las referentes de los grupos y considera la experiencia “sumamente enriquecedora en lo personal y para los grupos”. “Convivir con niños tantos días y horas, genera una intensidad y una conexión vincular que un formato convencional no te da”, sostuvo.
La maestra destacó el valor de un campamento para la integración y definió estas iniciativas como habilitadoras de derechos y constructoras de ciudadanía. Cáceres defendió este modelo y el tiempo que los docentes le dedican, sobre todo en verano, que podría ser un tiempo de descanso. “Vale la pena invertir en la vida de estos gurises”, concluyó.