Agrupaciones locales de todo el país benefician a sus comunidades con apoyo del MIDES
Un grupo de mujeres de la localidad de Tala, Canelones, se reúne para tejer y compartir experiencias. Asimismo, un conjunto de jóvenes procura aprender oficios de construcción para mejorar viviendas en el paraje Altos del Perdido, Soriano. Ambas agrupaciones forman parte del grupo de 57 iniciativas auspiciadas por el Ministerio de Desarrollo Social, a través de un programa de apoyo económico y asesoramiento profesional.

El Ministerio de Desarrollo Social fomenta agrupaciones locales en pueblos, barrios y parajes mediante un apoyo económico de cincuenta mil pesos por emprendimiento y supervisión de profesionales especializados. El objetivo es fomentar la identidad local y la capacidad de los vecinos de trabajar en equipo en procura del beneficio común. Hasta el momento funcionan 57 grupos locales en todo el país.
En el marco del trabajo que está desarrollando la División Socioeducativa del MIDES, a través de un llamado público realizado en el 2013, los 57 proyectos fueron seleccionados para ser ejecutados por distintas organizaciones sociales. Al monto para su financiación se agrega apoyo y supervisión técnica durante toda la intervención.
Los proyectos socioeducativos y socioculturales tienen diferentes objetivos y apuntan a públicos específicos, tanto a nivel barrial como comunitario. Se exige un vínculo tanto territorial como social, ya sea en barrios carenciados, parajes rurales o distintas localidades de las ciudades. A continuación se detalla el trabajo de algunos de los proyectos.
“Wairá”
Este proyecto fue presentado por el colectivo Wairá: mujeres rurales tejedoras.
Está destinado a mujeres rurales de la ciudad de Tala, del departamento de Canelones.
Esta iniciativa en la que participan 15 mujeres de entre 30 y 70 años pretende
aumentar la autoestima y fortalecer los lazos entre las familias rurales de la
zona noroeste del departamento. Para cumplir con estos objetivos, se publicará
un libro que reúne las historias de vida de las mujeres rurales de la zona. Una
vez realizado el lanzamiento del libro se instrumentarán talleres de lectura y
se difundirá en centros educativos, asociaciones de fomento, clubes sociales y
deportivos y organizaciones sociales.
“Esperanza”
La iniciativa pretendía la instalación de una carpintería y herrería en las
instalaciones de la cárcel departamental de Cañitas, en Fray Bentos. El
proyecto, que duró 6 meses, fue ejecutado por 12 reclusas. Las actividades
desempeñadas incluyeron el acondicionamiento del lugar así como la instalación
de máquinas y herramientas. A través de la capacitación, las reclusas
trabajaron en el mantenimiento de los muebles del establecimiento. Además,
realizaron reparaciones en los mobiliarios de escuelas y liceos públicos,
hogares de niños y ancianos. A partir de esta intervención se están
construyendo tambores de candombe para brindar a diferentes comparsas.
“Aprender construyendo en el Perdido”
El colectivo “Los aprendices de los Altos”, del paraje rural Altos del Perdido, del departamento de Soriano, presentaron el proyecto de talleres teórico-prácticos para aprender a realizar tareas de restauración de espacios habitables con el fin de mejorar la calidad de vida, promover el aprendizaje y el trabajo colectivo tanto de los vecinos de esa localidad como de otros vecinos que estén interesados en participar.
“Biblioteca Paco Espínola”
Este proyecto fue presentado por el colectivo “Grupo de apoyo a la biblioteca comunitaria Paco Espínola”, del barrio Paso de la Arena en Montevideo. La iniciativa incluyó un ciclo de talleres llamado “Teatro de Papel” —técnica utilizada en centros educativos para la lectura de libros para niños pequeños—. También fomentó la mejora del acervo bibliográfico de la biblioteca, su infraestructura y mobiliario. Esta iniciativa está dirigida a toda la comunidad del barrio Paso de la Arena y aledaños, y busca aumentar la convocatoria de la biblioteca como espacio público para el encuentro e intercambio de distintas generaciones.