Acceso a la educación

Alumnos y docentes de la escuela rural n.° 39 de Treinta y Tres disponen de nuevas instalaciones

El viernes 23, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) inauguró las obras de ampliación y remodelación de la escuela rural n.° 39 de la zona de La Calera en el departamento de Treinta y Tres. Al centro educativo Juana Bernarda Ipuche Mariño asisten 23 niños entre nivel 3 de inicial y 6.° de primaria. Las nuevas instalaciones incluyen dos salones, comedor, cocina, espacios recreativos y sanitarios.

Escuela n.° 39, Juana Bernarda Ipuche Mariño, La Calera, Treinta y Tres

El Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) cuenta con unas 80 escuelas distribuidas en todo el departamento de Treinta y Tres en sus distintas modalidades, con más de 5.700 alumnos desde nivel 3 de inicial a 6.° año de primaria. Algunas de ellas son escuelas rurales, como la n.° 39 de La Calera, denominada Juana Bernarda Ipuche Mariño, que recientemente inauguró sus obras.

El acto protocolar se realizó el viernes 23 con la participación del consejero de Primaria Héctor Florit, entre otras autoridades de la educación, y una importante presencia de la comunidad. 

Las obras de ampliación y remodelación de este centro educativo, que cuenta con 110 años de trayectoria (abrió sus puertas en 1908 como escuela granja), incluyeron dos amplios salones de clase (en uno se agrupan los niveles de Inicial de 3 a 5 años con 1.º y 2.° año y en el otro se encuentran los alumnos de 3.° a 6.° año), cocina y comedor, dirección y todos los servicios sanitarios, además de espacios para juegos y para realizar las actividades de educación física e inglés a través de videoconferencia.

Una vez terminadas las remodelaciones, la dirección procura llevar adelante, durante el año lectivo 2019, un proyecto de invernáculo con el énfasis puesto en materias vinculadas a ciencias naturales. La idea es aprovechar el amplio terreno disponible.

La escuela lleva ese nombre —Juana Bernarda Ipuche Mariño— desde el año 2002, en homenaje a una maestra que dirigió este centro educativo desde el año 1944 durante casi tres décadas, y se le debe a ella —según testimonios de vecinos de Treinta y Tres— la construcción e inauguración de una parte del local donde todavía funciona la escuela. Esta docente fue la responsable de la realización de la huerta y del jardín, considerados fundamentales para la enseñanza de los niños de las áreas rurales del país.