Ante contexto económico internacional adverso, Uruguay mantiene fortalezas y apuesta a la inversión para aumentar el empleo
“El contexto mundial no es bueno y ha empeorado en los últimos tiempos de forma muy notoria,” señaló el ministro Danilo Astori. Agregó que en este escenario “Uruguay lleva 16 años de crecimiento consecutivo, lo que nunca antes había sucedido”. Destacó la institucionalidad, el orden macroeconómico y los estímulos a la inversión que logró el país. Resaltó el reconocimiento otorgado por las calificadoras internacionales.

"No hay empleo sin inversión y no hay inversión que no genere consecuencias directas e indirectas sobre el nivel y la composición del empleo”, señaló Astori este miércoles 5 en un desayuno de trabajo organizado por la revista Somos Uruguay en la disertación “Los desafíos de la inversión y el empleo”.
Explicó que “el contexto mundial no es bueno y ha empeorado en los últimos tiempos de forma muy notoria”. Ejemplificó que “la proyección del Banco Mundial de crecimiento en el mundo vuelve a bajar de 3,3 % a 2,6 %”. Además, “hay una evolución a la baja del comercio mundial de bienes y no se espera una recuperación en los próximos tiempos”.
En este escenario, “Uruguay lleva 16 años de crecimiento consecutivo, lo que nunca antes había sucedido”. Valoró que, además de crecer, “se distribuyó mucho mejor el ingreso y se alcanzó el producto bruto interno (PBI) per cápita más alto de América Latina”. Destacó la mejora del índice de Gini y la baja de la pobreza, que ubican a Uruguay en el primer lugar de la región.
En este sentido, hizo énfasis en el clima de inversiones, que tiene tres grandes componentes. En esa línea, mencionó las instituciones fuertes y especializadas con respuesta para los diferentes problemas. Recalcó que aquí “Uruguay está muy bien”. Citó organismos internacionales que ubican al país en lugares de distinción en el mundo en cuanto a democracia plena, prosperidad, estabilidad política, respeto de la ley, percepción de corrupción, paz, libertad de prensa y económica.
Asimismo, destacó que es necesario el orden macroeconómico. “Uruguay es un país ordenado y muestra diferenciación con respecto al vecindario”, puntualizó. Dijo que diversificó sus mercados al tiempo que logró diferenciarse de Argentina y Brasil. Indicó que “entre 2011 y 2018, Uruguay creció 19 % mientras que estos países decrecieron o se estancaron”.
El ministro manifestó que “si se comparan las calificaciones de riesgo de los tres países, Uruguay tiene una calificación baja”. Detalló que el riesgo país de Argentina llegó a los 1.000 puntos básicos, lo que significa que paga tasas de interés de no menos de 12 %, mientras que Uruguay, con 200 puntos, “sale al mercado financiero cuando quiere y paga 4 puntos de interés”.
Sostuvo que esto se traduce en las calificadoras de riesgo que otorgan el grado inversor a Uruguay, “donde el país está muy firme”. Reconoció que “esta situación no puede llevarnos a ignorar que el tema fiscal es desafiante”. Dijo que “debe ser combatido y estamos comprometidos”.
También expresó que “en el debate público el déficit aparece asociado al tema del gasto, pero hay otro gran factor, que son los ingresos”. Puntualizó que esto se logra de dos maneras, “con impuestos, que no vamos a aumentar, o incrementando el nivel de actividad, que es el principal desafío que llevamos adelante”. Recordó que el 80 % del gasto es en seguridad social (jubilaciones y pensiones) y en el sistema de salud.
Finalmente, repasó que “se necesitan medidas de estímulos a la inversión”. Por esta razón, “Uruguay tiene un sistema de regímenes de estimulo en cuyo seno hay medidas concretas para aumentarla”.
Enumeró “la ley de inversiones, el régimen de participación público-privada (PPP), las zonas francas, los parques industriales, los aeropuertos y puertos libres, la admisión temporaria, que permiten aprovechar las ventajas de una integración real desde el punto de vista productivo en la región”. Todo esto “se complementa con programas de apoyo sectoriales”.