Arismendi abogó por un mayor acceso a educación, salud, vivienda y trabajo de los afrodescendientes
“En el marco del Plan de Acción del Decenio de los Afrodescendientes, es necesario un mayor acceso a la salud, la educación, la vivienda y al trabajo", dijo este miércoles 31 la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, en la presentación de un informe del Banco Mundial. Precisó que, si bien el porcentaje de pobreza en Uruguay es de un dígito, ese indicador se duplica en el caso de la población afrodescendiente.

Arismendi dijo, en la presentación del informe del Banco Mundial Afrodescendientes en América Latina: Hacia un marco de inclusión, que este grupo poblacional es, desde la creación del Ministerio de Desarrollo Social, el objetivo de trabajo del Gobierno en un plan de acción que se encuentra dentro de las definiciones de la Organización de las Naciones Unidas y en el contexto del Decenio Afrodescendiente en el ámbito de las Acciones Afirmativas por la ley n.º 19122.
Añadió que también se trabaja en los programas de primera infancia para identificar de manera particular a la población afrodescendiente, que tiene menos oportunidades, a fin de que las acciones se enfaticen para que tengan acceso a la educación, la salud, los cuidados y las prestaciones sociales.
Menos del 10 % de los 3,4 millones de uruguayos son afrodescendientes (por autodeclaración), quienes, según los ítems de agua potable, electricidad y saneamiento, tienen un 99 % de cobertura, porque son servicios universales, explicó.
"En población debajo de la línea de pobreza, partimos (en 2005) de uno de cada tres personas y ahora estamos ubicados en un dígito, lo que en población afrodescendiente se traduce al doble", aseguró. En tal sentido, destacó que es saludable la inmigración que recibe Uruguay, pues equivale a una mayor representación de esta población, que viene de América Central.
La ministra de Desarrollo Social sostuvo que el Plan de Acción del Decenio Internacional para los Afrodescendientes significa cumplir con la inclusión social, educación, salud, vivienda o acceso al mundo del trabajo. “Estamos en un momento complejo de oleadas de odio en el continente y nosotros, que como uruguayos creíamos que no discriminábamos, tenemos que tener muy claro determinados principios para realizar un debate cultural y de ideas que nos desafía como personas”, agregó.
Por su parte, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, indicó que el Gobierno trabaja en prospectiva en los temas transversales género, territorio y cultura, vinculado a lo que sucede con la discriminación. Destacó que se ha suscrito a la Agenda 2030 para la Organización de las Naciones Unidas con sus 17 objetivos económicos, ambientales y sociales, aprobados en 2015, y que concibe una manera de ver la sociedad en forma equilibrada.
García señaló que la dimensión del cambio cultural es un elemento crucial a la hora de determinar una visión de país. En políticas de territorio, en este período de gobierno (2015-2020), se trabaja con las intendencias departamentales y se ordenó una evaluación del cumplimiento de la ley n.º 19122. Añadió que a través de la Comisión Sectorial de Población se lleva adelante también el Consenso de Montevideo.
El informe del Banco Mundial fue presentado por Ede Ijjasz-Vasquez, director de la Práctica Global en Temas Sociales, Urbanos, Rurales y Resiliencia de la entidad bilateral, quien indicó que los afrodescendientes tienen 2,5 veces más probabilidades de vivir en pobreza crónica que los blancos o mestizos.
De esa forma, y tomando en cuenta a Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay en conjunto, los afrodescendientes representan el 38 % de la población total, pero la mitad de quienes viven en pobreza extrema. Además, tienen menos años de escolarización, experimentan más desempleo y están poco representados en cargos de toma de decisiones, tanto públicos como privados.