Asistencia financiera del gobierno central al Banco de Previsión Social no superará el 1 % del PBI hasta 2045
La situación económica del BPS es “estable y controlable”, de acuerdo con las proyecciones de corto, mediano y largo plazo realizadas por el organismo, indicó su presidente, Heber Galli. Esto permite asegurar que hasta 2045 la asistencia financiera realizada por el gobierno central se ubicará cerca del 1 % del Producto Bruto Interno (PBI) y del 2 % hacia el año 2065, y coincide con las proyecciones del Banco Mundial, añadió.
En entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, Galli sostuvo que los egresos del BPS aumentaron en los últimos años debido a un incremento de la cantidad de prestaciones sociales otorgadas. Entre ellas, mencionó las amparadas por la ley n.º 18395 que, desde 2008, flexibilizó el acceso a las jubilaciones con la creación de cinco nuevas causales.
“En Uruguay, la edad mínima de retiro jubilatorio son los 60 años, pero en realidad la gente se retira en los hechos a los 63. Si tenemos en cuenta que una persona tiene empleo, una buena salud y situación de entorno familiar, condiciones para seguir trabajando, es muy difícil que solo por el hecho de haber cumplido la edad mínima jubilatoria decida retirarse”, consideró. Asimismo, precisó que la tasa de sustitución de salario inicial, a los 60 años de edad con 30 de trabajo, es del 45 %.
En forma paralela, el BPS registró un aumento de sus ingresos, producto de un aumento significativo de la formalización laboral que, a partir de 2005 a la fecha, creció un 60 %. Galli subrayó que la situación financiera del banco es “estable y controlable, lo que los técnicos llaman una especie de bono, que nos permite mirar con cierta tranquilidad lo que tiene que ver con el futuro”.
Las proyecciones realizadas por el organismo indican que hasta el año 2045 la necesidad de asistencia económica al BPS por parte del gobierno central se ubicará en el entorno del 1 % del PBI y crecerá a 2 % hacia 2065. “Estas proyecciones coinciden con las realizadas por el Banco Mundial hasta el año 2100”, agregó.
No obstante ello, Galli consideró que se debe mirar el futuro sin dejar de lado los análisis y las discusiones, y con una mirada integral. En este sentido, se mostró contrario a la posibilidad de aumentar la edad para jubilarse porque, según consideró, “no va a resolver ningún problema”.
“Hay que analizar todos los factores que tienen que ver con esto, también aspectos como el futuro del trabajo. Hoy en día la automatización nos pone frente a un montón de desafíos, pero no creemos que la seguridad social sea algo que evolucione distinto al resto de la sociedad, y tampoco nos parece que la respuesta a los desafíos deba pasar por pensar en una involución de la seguridad social como respuesta, sino en la evolución de la sociedad como respuesta a esos nuevos desafíos”, sostuvo.