De $600 a $900
Tras participar del lanzamiento de un proyecto sobre desayuno saludable para estudiantes que promueve el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta informó que en 2012 se estableció un aumento en la canasta de fin de año para jubilados que otorga el Banco de Previsión Social (BPS). En 2011 equivalió a 600 pesos y este año alcanzará los 900 pesos.
Los beneficiarios podrán canjear esta canasta en los llamados “comercios de cercanía”. A los negocios habituales que son almacenes y panaderías, se sumó la red de farmacias. De esta forma se incrementó la oferta para que los pasivos puedan canjear este dinero por productos.
“En determinados casos, algunas redes de comerciantes anunciaron que le darán al ticket de 900 pesos un valor mayor por su propia voluntad, lo que mejorará aún más la posibilidad de los jubilados de hacer uso de este recurso, es decir aquellos que tienen el beneficio”, sostuvo Brenta.
El ministro aclaró que, si bien no maneja datos específicos, son decenas de miles de negocios los que se sumaron.
La alimentación en la negociación colectiva
En otro orden, Brenta informó que en esta última ronda de negociación colectiva se iniciaron los primeros intercambios para incluir en la discusión el tema alimenticio de los trabajadores.
“Algunas empresas nos plantearon y los trabajadores también, los temas vinculados a la mejora de la productividad en el trabajo, vinculada a la alimentación adecuada. En este sentido, uno de los elementos clave que se constataba era la ausencia de hábitos de muchos trabajadores de desayunar. Esto tiene un impacto claro sobre el rendimiento del trabajador, pero además se reproduce a nivel familiar y luego impacta también en los hijos, cuyo rendimiento a nivel escolar, a medida que reproducen los hábitos de sus padres también descienden. Hay algunas experiencias en el interior que demuestran que el cambio de hábito mejoró el rendimiento en los trabajadores, pero también en sus hijos, en el liceo y en la escuela, lo cual es un elemento muy importante”, añadió.
Brenta consideró que se debe dar una batalla cultural en materia de asignación de importancia al desayuno como primera comida del día. Dijo que es necesario atender el contenido de los alimentos, tratando de brindar jugos, lácteos, elementos panificados y desechar los productos con contenido graso.
Aumentó la canasta de fin de año para pasivos y la oferta de comercios de cercanía
Jubilados y pensionistas reciben una canasta de fin de año o navideña por un monto de $900. En 2011 la cifra era de $600. La modalidad de canje de la canasta que figura en un segundo recibo junto al del cobro de diciembre se concreta mediante “comercios de cercanía”. Además de almacenes y panaderías, ahora se suman farmacias. Algunos comerciantes informaron que, por voluntad propia, el ticket tendrá mayor valor en su negocio.

Los beneficiarios podrán canjear esta canasta en los llamados “comercios de cercanía”. A los negocios habituales que son almacenes y panaderías, se sumó la red de farmacias. De esta forma se incrementó la oferta para que los pasivos puedan canjear este dinero por productos.
“En determinados casos, algunas redes de comerciantes anunciaron que le darán al ticket de 900 pesos un valor mayor por su propia voluntad, lo que mejorará aún más la posibilidad de los jubilados de hacer uso de este recurso, es decir aquellos que tienen el beneficio”, sostuvo Brenta.
El ministro aclaró que, si bien no maneja datos específicos, son decenas de miles de negocios los que se sumaron.
La alimentación en la negociación colectiva
En otro orden, Brenta informó que en esta última ronda de negociación colectiva se iniciaron los primeros intercambios para incluir en la discusión el tema alimenticio de los trabajadores.
“Algunas empresas nos plantearon y los trabajadores también, los temas vinculados a la mejora de la productividad en el trabajo, vinculada a la alimentación adecuada. En este sentido, uno de los elementos clave que se constataba era la ausencia de hábitos de muchos trabajadores de desayunar. Esto tiene un impacto claro sobre el rendimiento del trabajador, pero además se reproduce a nivel familiar y luego impacta también en los hijos, cuyo rendimiento a nivel escolar, a medida que reproducen los hábitos de sus padres también descienden. Hay algunas experiencias en el interior que demuestran que el cambio de hábito mejoró el rendimiento en los trabajadores, pero también en sus hijos, en el liceo y en la escuela, lo cual es un elemento muy importante”, añadió.
Brenta consideró que se debe dar una batalla cultural en materia de asignación de importancia al desayuno como primera comida del día. Dijo que es necesario atender el contenido de los alimentos, tratando de brindar jugos, lácteos, elementos panificados y desechar los productos con contenido graso.