Autoridades evaluarán los cinco años de la Ley de Ordenamiento Territorial
El 22 de agosto, en la Torre Ejecutiva, la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial presentará las acciones realizadas tras cinco años de creación de la Ley 18.308 que regula los procesos y planes de ordenamiento en el territorio. Manuel Chabalgoity resaltó que esta normativa implica varios hitos para el país que van desde la creación de una institucionalidad en la materia hasta la conformación de planes regionales.
El director de Ordenamiento Territorial, Manuel Chabalgoity, informó a la Secretaría de Comunicación que el próximo jueves 22 de agosto se presentarán los avances en relación a la Leyde Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible, que entró en vigencia en junio de 2008.
Aseguró que esta ley significó un cambio en las modalidades de planificación, gestión y ordenamiento del territorio, que introdujo un conjunto de definiciones sobre los distintos procesos de transformación territorial que marcan un antes y un después en esta materia. Por tal motivo, la DINOTconvoca al conjunto de instituciones involucradas en la implementación de esta ley para reflexionar sobre los cinco años de gestión que implicaron cambios culturales profundos.
Chabalgoity resaltó los hitos que hoy se identifican con esta ley, como la creación de una institucionalidad —el Comité Nacional de Ordenamiento Territorial— integrada por ministros y subsecretarios de distintas carteras junto con el presidente del Congreso de Intendentes. Este organismo tiene entre sus cometidos la elaboración de directrices nacionales y estrategias regionales en acuerdo con los gobiernos departamentales. Está en pleno funcionamiento como un ámbito de articulación, coordinación y decisión política sobre las distintas políticas públicas de desarrollo social y económico con incidencia en el territorio.
Agregó que en este contexto surgieron las decisiones que permitieron la elaboración de las directrices nacionales para el espacio costero y de ordenamiento territorial que involucran el conjunto de actividades del territorio nacional que hoy en día son proyectos de ley que se encuentran a estudio del Parlamento. “Pensamos que esto es un hecho importante, que se haya llegado a consensuar un instrumento como lo son las directrices nacionales, totalmente innovador y sin antecedentes en el país”, sostuvo.
Asímismo, señaló que en cuanto a las estrategias regionales de ordenamiento territorial (que son de elaboración voluntaria y concertada mediante procedimientos formales), a través de un convenio, se concretó con las intendencias de Canelones, San José y Montevideo las estrategias metropolitanas de ordenamiento territorial, con la aprobación de las tres juntas departamentales y del Poder Ejecutivo, siendo la primera experiencia de estrategias regionales.
Además, a partir de un acuerdo del Poder Ejecutivo con los gobiernos departamentales de Cerro Largo, Treinta y Tres, Rocha, Maldonado y Lavalleja se elaboraron las estrategias para la región este del país, lo que se realizó en un marco participativo donde estuvieron involucrados los municipios, las juntas departamentales y la sociedad civil. “Instala de alguna forma una mirada supradepartamental o regional necesaria, ya que el desarrollo social y económico trasciende los límites políticos administrativos de los departamentos”, dijo.
Informó que a nivel de los departamentos, la ley otorga competencias de planificación y ordenamiento territorial. En esa línea se generó un trabajo que permitió avances sustantivos en relación a las directrices departamentales y planes locales (sectoriales o parciales) que entre proyectos aprobados y en elaboración se llega a un centenar de instrumentos de ordenamiento territorial.
“En 5 años, nos parece que muestra un avance importante. Estamos todos aprendiendo en esta materia porque no había antecedentes de este tipo en el país y, por supuesto, en este contexto, el MVOTMA —a través de la Dirección de Ordenamiento Territorial— y en la celebración de convenios que tenemos vigentes con las 19 intendencias departamentales, es que hemos brindado apoyo financiero y técnico para que los gobiernos departamentales desarrollaran estos instrumentos”, resaltó.
“Este es el inicio de un largo proceso de cambio, fundamentalmente de un cambio de la construcción de una nueva cultura del territorio, donde entendamos que la forma de usarlo, de transformarlo, debe generarse no a través de decisiones fragmentadas y sectoriales, sino a través de decisiones que emanen de procesos de planificación, con alta participación de la población, con el involucramiento de todos actores que tienen que ver con la construcción del territorio y siempre guiados por la finalidad central del ordenamiento: mejorar la calidad de vida de la población, promover la integración social en el territorio y promover el uso ambientalmente sustentable y democrático de los recursos naturales y culturales”, enfatizó Chabalgoity.