Banco Central lanza programa de educación económica y financiera para todas las edades
El Banco Central lanzó una plataforma educativa para difundir e ilustrar conceptos financieros y económicos, destinado a niños, adolescentes y adultos. El presidente de la institución Mario Bergara explicó que el objetivo del programa BCU Educa es transmitir información y conceptos presentes en las decisiones cotidianas, para que todos los uruguayos aprendan cuáles son los derechos y obligaciones financieras de los ciudadanos.
Mario Bergara señaló que la responsabilidad social del BCUincluye contribuir a que los ciudadanos comprendan los mecanismos económicos y financieros y tengan más herramientas para la toma de decisiones cotidianas, como también para la comprensión de los mecanismos macrofinancieros. En esa dirección, se firmaron dos convenios con el Consejo de Educación Inicial y Primaria, y con el Plan Ceibal. Esta tarde se entregaron materiales audiovisuales a todas las escuelas del país con la historia de la moneda en Uruguay.
La propuesta incluye la interacción con todos los agentes que desarrollen actividades y proyectos educativos, tanto formales como informales. El Banco Central incluyó en esta iniciativa talleres y publicaciones sobre la materia. Por ejemplo, 500 escolares aprendieron sobre la seguridad de los billetes corrientes, 1.500 estudiantes de secundaria realizaron talleres sobre conceptos económicos cotidianos, la publicación de una guía de economía y finanzas para docentes, o un portal de servicios financieros para el público general.
La consejera de CEIP Irupé Buzzetti subrayó que Primaria cuenta con programas que educan en la ética de la economía, el consumo y el ahorro. Sobre éste último punto, señaló que fue un concepto aprendido desde el hogar y que se extendía a la escuela. Al tiempo de apoyar este emprendimiento, aseguró que los escolares son multiplicadores de conocimiento.
Finalmente, el presidente del Plan Ceibal Miguel Brechner dijo que la infraestructura digital ya está montada y que ahora los actores educativos deben “romperse la cabeza” para pensar herramientas que lleguen a los niños y a sus padres. Indicó que el desafío es pensar en las formas lúdicas para mejorar los aprendizajes.