Destino: productores rurales

Banco Mundial aprobó préstamo de US$ 49 millones para enfrentar cambio climático

El Banco Mundial aprobó un préstamo por US$ 49 millones para apoyar a 16 mil productores rurales uruguayos a adoptar prácticas ambientales sostenibles para el mejoramiento de sus emprendimientos productivos como forma de apoyarlo ante los efectos de la variabilidad climática. Se trata de una propuesta de fortalecimiento institucional y de capacidades.

Personas rurales trabajando
El Proyecto de Manejo Sostenible de los Recursos Naturales y de Adaptación al Cambio Climático beneficiará a un total de 16.000 productores uruguayos mediante co-financiamiento de proyectos prediales para el mejoramiento de sus emprendimientos y con la creación de un Sistema Nacional de Información Agropecuaria, así como a través de fortalecimiento institucional y capacitaciones. 

Fernando Lorenzo, ministro de Economía y Finanzas, sostuvo que “en Uruguay, la adaptación al cambio climático y la mitigación son necesarias para el sector agrícola, tanto para proteger los recursos naturales del país como para aumentar la productividad.” Agregó que “los esfuerzos del Gobierno siempre están enfocados en los más vulnerables por eso uno de los objetivos del proyecto es contribuir tanto a mejorar la producción de estos  pequeños productores como a ayudarlos a prepararse para enfrentar los efectos del cambio climático”. 

En años recientes, la agricultura uruguaya se ha visto afectada seriamente por el incremento de la variabilidad climática. Uruguay ha sufrido severas sequías e inundaciones en la última década que impactaron en la calidad de vida de los productores rurales y en su producción. A modo de ejemplo, la sequía de  2008-2009 generó pérdidas directas por encima de U$S 340 millones al sector agrícola. 

Penelope Brook, directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, añadió que “se espera que 16.000  productores rurales se beneficien directamente del sistema. Este tipo de proyectos no sólo apoyan los esfuerzos del país por  enfrentar un problema, sino que sirven para generar conocimientos y experiencias que luego pueden ser compartidas a nivel mundial, y Uruguay ciertamente tiene  buenas experiencias en ese sentido”. 

Líneas de trabajo del préstamo
El préstamo apoya tres grandes líneas de trabajo que fueron identificados y 

priorizados por el Gobierno: Establecimiento de un Sistema Nacional de Información Agropecuaria y apoyo a la toma de decisiones. Se creará un sistema georeferenciado de información que sirva para integrar y generar datos como pronósticos y alertas climáticas tempranas, monitoreo y evaluación de vegetación, tierra, agua y otras variables relevantes para la agricultura y a partir del ello generar programas de simulación de impactos del uso de nuevas tecnologías. 


En segundo lugar, apoya el co-financiamiento de proyectos prediales que permitan a los productores rurales fortalecer su capacidad productiva, integrar prácticas de manejo de los recursos naturales, reducir la vulnerabilidad a los eventos climáticos extremos y las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola. 

El tercer punto estable es Capacitación y entrenamiento. Este componente incluye la capacitación a pequeños, medianos y grandes productores rurales, y del personal técnico de las instituciones responsables de asesorar en estos temas. El componente incluye también la asistencia técnica y apoyo a los cometidos de la Dirección General de Recursos Naturales Renovables (RENARE). 

El Proyecto de Manejo Sostenible de los Recursos Naturales y de Adaptación al 
Cambio Climático se basa en la Estrategia de Asistencia del Banco Mundial al Uruguay 2010-2015, cuyos pilares son: a) reducción de la vulnerabilidad macroeconómica y fortalecimiento de la administración del sector público, b) mejora de la competitividad y de la infraestructura, c) protección del medio ambiente, d) mitigación de los efectos del cambio climático y fortalecimiento de la agricultura familiar, y e) mayor inclusión y equidad social. 

Se trata de un préstamo a 20,5 años, con 15 años de gracia, y una tasa de interés variable.