Basso abogó por más eficiencia en gasto en salud y cumplimiento de compromisos de gestión
“Uruguay invierte 4.500 millones de dólares en salud, por lo cual hay que ser más eficientes y hacer que el sistema funcione y se eviten despilfarros por superposición de recursos y falta de complementación, mejorando indicadores de calidad”, dijo el ministro Jorge Basso. “Cualquier partida complementaria debe tener como correlato mejores indicadores de atención”, añadió en alusión a la meta basada en “compromisos de gestión”.

“Seguimos teniendo el desafío como país y como Sistema Nacional Integrado de Salud de desarrollar un proceso de atención en materia de calidad asistencial que logre los mejores resultados para la salud de la gente, todo lo cual implica que las cosas salgan bien en cada uno de los lugares donde trabajan los equipos”, advirtió Basso en rueda informal de prensa previa al homenaje de este miércoles al médico y profesor Carlos Alberto Gómez Haedo.
“El énfasis en la medicina descentralizada en el primer contacto de los problemas de salud con el equipo, es fundamental”, agregó.
Basso entiende que se debe “lograr, y es parte del desafío incluido en el plan quinquenal, que el primer nivel de atención no solo esté vinculado a que cada uno de los prestadores estimule a que sus usuarios tengan un médico tratante (una de las metas asistenciales de la Reforma Sanitaria) sino que también el equipo de salud resuelva los problemas sustantivos que está en condiciones de sanear”.
En este contexto, es que se trabaja buscando las herramientas para poder medir, evaluar y monitorear la capacidad de resolución del primer nivel de atención. En caso que no puedan resolver estos problemas, habrá que apelar a la capacitación para que se concrete.
“Estamos en plenas negociaciones con todos los actores”, advirtió.
“Hay conflictos, como siempre ocurre cuando se discute el Presupuesto Nacional, pero el principal desafío, a los efectos de sortear estas dificultades que siempre terminan resolviéndose, es que tengan una clara direccionalidad, que las cosas se resuelvan y quede claro que el rumbo que debemos darle a los mecanismos de salida de los problemas tienen que ver con mejorar la calidad de la atención”, dijo.
El ministro de Salud Pública, en otro orden, recordó que siguen existiendo situaciones de tres o cuatro maternidades en localidades donde nacen 40 niños y niñas por mes, con guardias permanentes, con todos los equipos y los correspondientes gastos de funcionamiento.
“Esto se ve en muchos lugares del país y no responden a intereses sanitarios sino a otros que son lógicos y naturales, uno los puede visualizar como legítimos desde el punto de vista de la competencia de las instituciones, pero que no van en la dirección de una reforma vinculada a la construcción de un Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS)”.
En este contexto, explicó que un sistema significa articular los recursos adecuadamente. En esto el primer nivel de atención es clave, y todo lo que se pueda hacer en la utilización racional de la tecnología, de los medicamentos y de los protocolos, es fundamental.
“Tenemos el mayor empeño de seguir estas líneas de trabajo orientadas a encontrar los mayores puntos de acuerdo con el colegio médico, la Facultad de Medicina, los movimientos de usuarios, los trabajadores y los prestadores públicos y privados, con una herramienta fantástica que se llama SNIS que tiene sus orígenes en mucha gente”, apuntó.
“Está el desafío enorme de seguir construyendo un mejor sistema para la salud de la población”, remarcó.
Basso se refirió específicamente a las movilizaciones que se dan en relación al análisis del mensaje presupuestal enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamentario.
Dijo que las medidas de paro de actividades de los trabajadores afectan sobre todo al sector más vulnerable de la población y, por tal, solicitó a los sindicatos que sus acciones afecten lo menos posible la atención de urgencia y emergencia y las coordinaciones vinculadas a patologías oncológicas.
“Haciendo los mayores esfuerzos por llegar a acuerdos con los distintos colectivos, que son muy variados en el sector. Hay muchas inequidades. Por sobre todo, el foco está puesto en la mejora de la calidad de la atención”, indicó.
El jerarca aclaró que cualquier partida complementaria debe tener como correlato mejores indicadores en cuanto a la atención sanitaria.
Este tema está muy vinculado a toda la negociación del Gobierno por presupuesto, a partir de la idea de generar “compromisos de gestión”, indicadores que evalúen la productividad, entendida esta como: mejoras en los indicadores de atención, humanización de la atención sanitaria con menor tiempo de espera, y mayor eficiencia de todo el sector, detalló.
“Todas las partes deben poner algo, gobierno, trabajadores e instituciones”, insistió.
“El país invierte 4.500 millones de dólares en el sector salud (equivale 9,2 % del producto interno bruto), no es poco dinero. Hay que ser más eficientes y hacer que el sistema funcione más como sistema, evite ineficiencias y despilfarros por la superposición de recursos y la falta de complementación y coordinación”, sostuvo.
Ese es el principal desafío que tenemos; no dar por bueno todo lo que se gasta, y lograr mejores indicadores de calidad. Ese es el escenario en el cual hay muchas coincidencias. Luego, en la negociación aparecen matices. Intentamos generar las instancias de diálogo necesarias”, dijo.
Basso recordó que existen muchas experiencias en el sector privado y público donde se trabaja con compromisos de gestión.
De manera que, “si el país pone más dinero en el sector salud, que no es poco lo que está poniendo, tenga como contrapartida mejorar la calidad de la atención y resolver problemas pendientes de solución, vinculados al proceso de atención, a la capacidad de resolutividad, al manejo adecuado de los recursos y a una relación equipos de salud-paciente más humana y continua”, dijo.