Basso insistió en necesidad de cuidar la inversión en salud y optimizar los recursos existentes
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, llamó a los prestadores públicos y privados a buscar sinergias para aprovechar los recursos que los ciudadanos aportan a través del Fonasa, sin necesidad de pensar nuevas estructuras, equipos y tecnología. La autorización de nuevos componentes del sistema de salud está a cargo de una comisión que evalúa la pertinencia de habilitar nuevos emprendimientos, recordó el ministro.

En diálogo con los representantes de los medios de comunicación tras presidir el lanzamiento de la campaña 2017 contra el Aedes aegypti, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, se refirió al proyecto de instalación de un “hospital internacional” en Punta del Este.
Ante la consulta sobre la habilitación o no, el jerarca aclaró que no se realizó ningún trámite ante la secretaría de Estado y que “el Ministerio de Salud Pública (MSP) actúa cuando recibe los trámites correspondientes con las formalidades del caso”.
En este sentido, explicó que existe una normativa para la habilitación de nuevas estructuras y de equipamiento y que esas disposiciones deben ser cumplidas. “Es un mecanismo que funciona. Veremos cómo sigue el tema”, agregó.
Basso dijo que, incluso, en un momento de dificultades económicas del Sistema de Salud, donde las instituciones prestadoras manifiestan ciertas dificultades, la secretaría estatal analiza entre 10 y 20 expedientes de solicitudes de autorización de equipos y mejoras edilicias.
Cuando las instituciones solicitan incorporar nuevos equipos e instalaciones, lo importante es verificar si el conjunto del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) tiene estructuras que cumplan esa función, para evitar superposiciones. “No parece adecuado seguir incorporando cosas que no corresponden, cuando el país invierte cerca del 9 % del producto bruto interno (PBI) en salud, unos 4.500 millones de dólares”, enfatizó.
“Hay estructuras que, en el marco de la complementación, pueden buscar las sinergias adecuadas para aprovechar los recursos que todos los habitantes pagamos a través del Fondo Nacional de Salud”, consideró.
Basso explicó que, cuando se trata de equipos vinculados con clínicas privadas, por fuera del SNIS, también deben contar con la debida habilitación.
Consultado sobre la posibilidad de instalar un instituto de medicina altamente especializada cardiológico en Tacuarembó, el ministro aseguró que desde la dependencia que dirige se trabajará con racionalidad, “sin generar estructuras que no se justifiquen desde el punto de vista sanitario”.
"El gran desafío del Ministerio de Salud Pública es la prevención de enfermedades cardiológicas. No es poner instalaciones en todos los barrios, localidades y departamentos, ya que la mayor parte de la población fallece por enfermedades cardiovasculares que tienen como trasfondo el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y las dietas con abundantes grasas. A la hora del tratamiento de las personas tenemos al Fondo Nacional de Recursos, que brinda un conjunto de prestaciones para todos los habitantes sin copagos, y los equipos para atenderse”, agregó.