Comunicar resultados y beneficios

Bloque iberoamericano refuerza la estrategia para visibilizar la Cooperación Sur-Sur

Los días 7 y 8 de julio se realizó en Montevideo un taller de comunicación para la cooperación que convocó a representantes de los países que integran el Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur de SEGIB. Este programa, que convoca a 20 países, inició el desarrollo de la estrategia de comunicación para darle visibilidad a los resultados y beneficios de la cooperación Sur-Sur y Triangular.

Programa del taller de comunicación para la cooperación Sur-Sur

Jaime Garrón, Gerente de la Unidad Técnica del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS), explicó que este programa intergubernamental surgió a partir de una iniciativa de la Cumbre Iberoamericana en 2008 y se implementó en 2010. Es un programa “genuino a nivel regional”, porque reúne a veinte países de Iberoamérica a través de sus responsables de cooperación internacional.

Uno de los objetivos es fortalecer la cooperación a partir de la gestión. Las contrapartes del programa son las instituciones rectoras de la cooperación y se busca proveer insumos como metodología, recopilación de información a través del Informe de Cooperación Sur-Sur de Iberoamérica, con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), a través de talleres de capacitación a los funcionarios técnicos de las diferentes instituciones que forman parte,  de manera de construir una comunidad de practicantes en cooperación Sur-Sur.

Garrón explicó que en los últimos cinco años, el programa evolucionó. Se encuentra en su tercera sede, en El Salvador. Está compuesto por un comité técnico gubernamental, constituido por los responsables de los veinte países, un comité ejecutivo compuesto por cinco países que actualmente está integrado por El Salvador, Argentina, Ecuador, México y República Dominicana.  La unidad técnica se encarga de planificar las acciones del programa y estuvo radicada primero en Colombia, luego Uruguay y ahora en El Salvador.

Este crecimiento institucional también llevó a diferentes retos. En la última década, se buscaban espacios políticos donde existiera la Cooperación Sur Sur, como los foros de alto nivel de eficacia de la cooperación, el Fondo de Cooperación al Desarrollo de las Naciones Unidas y diferentes foros en esta materia. Garrón señaló que el nuevo reto es posicionar los resultados de la cooperación, mostrar que al margen de los discursos políticos la cooperación da resultados en el desarrollo de los países.

Una de las herramientas para eso es la visibilidad, cómo hacer visibles las acciones de la cooperación a las diferentes audiencias que los países tienen entre los que se encuentran los gobiernos, los parlamentos, ciudadanía, academia y sector privado.  Por eso, el Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur se enfoca en la construcción de una estrategia de visibilidad tanto del programa como de la Cooperación Sur Sur en general. Se está iniciando una etapa de seis meses para la planificación y construcción de esa estrategia, y luego le seguirá la fase de implementación.

Como parte de estas acciones, se realizó un taller en Montevideo,   los días 7 y 8 de julio, que convocó a representantes de los países miembros del Programa para visualizar el mapa de actores para definir la estrategia de comunicación.

Una de las premisas fundamentales de este taller fue que comunicar es mucho más que informar. Puede haber mucha información disponible, pero no se logra comunicar el mensaje. “El reto de la estrategia será comunicar y ponerle un rostro a la cooperación; llegar al ciudadano”, sostuvo.

Cooperación dual: de receptores a donantes
Por su parte, el subdirector de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional, Felipe Ortiz, señaló que el programa ayudó a los países de América Latina a generar un rol más dual en torno a la cooperación, dejan de ser países receptores para ser donantes. En ese proceso, se transfirieron capacidades para fortalecer los equipos técnicos de los países, ya sea los ministerios de relaciones exteriores, agencias o ministerios de planificación que permite gestionar la calidad de la cooperación que hacen los diferentes países.

Explicó que Uruguay, hasta 2014, tuvo la sede de la Unidad Técnica del Programa. Como la AUCI era una agencia prácticamente nueva, el PIFCSS ayudó a consolidar el proceso institucional de la AUCI, la formación de equipos técnicos, el posicionamiento internacional y la relación con los países.

En ese sentido, afirmó que este taller fue una instancia muy importante  porque lo que precisa el PIFCSS es contar con un programa de comunicación que permita proyectarlo ante objetivos más amplios, como el fortalecimiento de los vínculos de algunos más políticos de cooperación a nivel internacional y lograr otros niveles de capacidad y de formación de los países. Ya no solo alcanzar los equipos técnicos de cooperación, sino fortalecer la cooperación de los sectores nacionales u otros sectores vinculados con la Cooperación Sur-Sur y Triangular.

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