Bonomi destacó en México alcances del proyecto del Gobierno sobre regulación de marihuana
El ministro del Interior expuso este jueves 7 en Ciudad de México en el Foro "Seguridad Ciudadana, Política de Drogas y Control de Armas", sobre la regulación controlada del mercado de marihuana. El jerarca advirtió que, lejos de disuadir el consumo, las políticas prohibicionistas han generado un aumento progresivo del tráfico y de violencia. En ese marco, destacó los alcances del proyecto de ley a discusión en el Parlamento.

Bonomi sostuvo que la complejidad social del fenómeno de consumo y tráfico ilícito de drogas requiere su incorporación a las políticas de desarrollo social, tratando de reducir las vulnerabilidades y los daños del sufrimiento social, con políticas a nivel local que incluyan el amparo y la reinserción laboral, educativa, recreativa y cultural.
En su disertación, cuyo texto completo se puede ver en la página web del ministerio del Interior (MI), advirtió que, lejos de disuadir el consumo, las políticas prohibicionistas han generado un aumento progresivo del tráfico y de violencia; inundación de las cárceles y crecimiento de los mercados de consumo, acompañados de una creciente precocidad en la edad de inicio del consumo de varias sustancias.
Mercado de marihuana
El ministro recordó que en nuestro país, la marihuana es, desde hace muchos años, la sustancia ilegal más consumida, teniendo la misma un importante nivel de legitimidad en la sociedad uruguaya.
Esta sustancia, agregó, cuya capacidad para generar dependencia física y psicológica es de leve a moderada, se diferencia claramente en sus riesgos de otro conjunto de sustancias cuyo potencial toxicológico y adictivo es mucho mayor.
“Entre ellas encontramos a la pasta base de cocaína, el alcohol, el tabaco y los psicofármacos. Si bien la gran mayoría de los usuarios de marihuana en Uruguay tienen un vínculo ocasional con la sustancia, es importante resaltar que los usuarios de marihuana se exponen, frecuentemente, a los riesgos psicológicos, sociales y legales producto de la necesidad de tener que acceder ilegalmente a esta droga, a pesar de que el consumo, en sí, no está penalizado en Uruguay”.
En este contexto, dijo, es fundamentalmente la unificación de los mercados de todas las drogas ilegales, ya que los consumidores se exponen al posible consumo de otras drogas toxicológicamente más riesgosas.
Proyecto de Ley
El ministro hizo especial hincapié en destacar los alcances del proyecto de ley “Marihuana y sus derivados: Control y regulación del Estado de la importación, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución” en el Parlamento para su tratamiento desde agosto de 2012, a iniciativa del Poder Ejecutivo.
Expresó que el proyecto de ley presentado resulta un instrumento idóneo para brindar soluciones, entre otras cosas: a la separación del mercado de la marihuana del mercado de las otras drogas; a la profundización del desarrollo y diversificación del sistema nacional de atención a las personas con problemas de drogas y al desarrollo de un combate frontal al narcotráfico arrebatándole un negocio que según estimaciones primarias se encuentra entre los 30 y 40 millones de dólares anuales.
Bonomi destacó, no obstante, que el Presidente José Mujica, solicitó prolongar la discusión parlamentaria sobre la ley de referencia hasta alcanzar un consenso social sobre el tema. “A pesar de tener los números en el Parlamento, Mujica opinó que "la mayoría se tiene que dar en la calle".
La intención del Gobierno, subrayó Bonomi, es que se produzca un gran debate ciudadano sobre el tema. “Hemos comprobado que, mientras el proyecto de ley esté en el Parlamento, el debate sólo se da entre entendidos. Yo creo, sin embargo, que para que el debate se generalice hay que aprobar el proyecto de ley y vincularlo, inmediatamente, a un plebiscito que lo confirme o que derogue la ley sobre la regulación de la marihuana”.
Finalmente Bonomi subrayó que mientras se siga usando la seguridad como un instrumento político partidario para tratar de ganar elecciones, y no sea un instrumento para combatir realmente la inseguridad, que se transforme en políticas de Estado con participación de todos los sectores políticos, de empresarios, trabajadores, integrantes del sistema educativo e integrantes del mundo de la cultura, vamos a seguir teniendo problemas”.