Campaña “Yo los defiendo”

Campaña contra la discriminación

Desde el 13 de setiembre las paradas de ómnibus y publicidades del transporte colectivo lucen mensajes para promover la integración social. La campaña fue impulsada por el Ministerio del Interior. El asesor en comunicación, Marcelo Barzeri señaló que una mayor presencia policial es clave para disuadir el delito, pero el componente más efectivo para bajar las tasas de crimen es la convivencia ciudadana y la participación activa en la vida social.

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Marcelo Barzeri, que integra la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior (MI), explicó que la cartera está preocupada por la estigmatización hacia los habitantes de los barrios más vulnerables de la capital. “Proponemos recapacitar y reflexionar acerca de que hasta en los, aparentemente, ‘lugares con más problemas’, hay gente de trabajo, buenos vecinos, personas que intentan una convivencia armónica; hay chiquilines que quieren estudiar, que practican deportes, esas también son realidades de esas zonas y no hay que estigmatizar”, dijo. 

Agregó que la Policía también es una de las instituciones que no debe estigmatizar. “Cuando enviamos policías a los operativos de saturación, el oficial a cargo les recuerda que no van a una zona de guerra, no van a arrasar, a sembrar el terror; les decimos que son auxiliares de la justicia”, detalló Barzeri. A su vez, destacó que muchos de los integrantes de la fuerza policial integran esos mismos barrios, y que los operativos de saturación son para hacer cumplir la ley, al igual que en toda la sociedad. 

Mesas de seguridad, escuelas y programas comunitarios para incrementar la participación 

Barzeri explicó que la estrategia de comunicación está en concordancia con la nueva política que impulsa el Ministerio del Interior e informó sobre otras acciones. Por ejemplo, las Mesas de Seguridad Ciudadana, con decenas de reuniones periódicas donde varias instituciones estatales y la sociedad civil dialogan sobre acciones concretas que, si bien son problemas de seguridad y convivencia, no siempre guardan relación con los temas de represión policial, como la iluminación, el mantenimiento de parques y plazas públicas, o llegada de los servicios públicos. 

Según informó Barzeri, también forman parte de este conjunto de acciones las Escuelas de Seguridad Ciudadana. Son talleres gratuitos para vecinos que aprenden diversos aspectos de la seguridad: manejo en la vía y el transporte público, los mecanismos de seguridad más adecuados para el hogar o el comercio, comportamiento en situaciones límites, funcionamiento de una comisaría y el marco jurídico legal que se aplica en cada situación por la policía. Quienes participen reciben un diploma como “promotores en seguridad ciudadana”. 

Como experiencia similar, el asesor en comunicación mencionó el programa “Pelota al medio por la esperanza”, orientado a integrar el mundo del fútbol, sus jugadores, dirigentes e hinchadas, para desterrar el clima de enfrentamiento. A su vez, aludió al programa “Probá jugar”, que genera actividades deportivas y recreativas en espacios de la ciudad en horarios nocturnos. 

“Esto se enmarca dentro de una estrategia general en la cual apuntamos, a través de la prevención y disuasión, a mejorar las condiciones de convivencia entre los ciudadanos; así estamos apuntando directamente a solucionar los problemas de seguridad”, expresó. “Por supuesto que la policía está obligada a actuar en la represión, en una etapa en la cual ya no podemos ejercer ninguna de las soluciones anteriores” de convivencia social, añadió Barzeri. 


"El ideal es una ciudad en la cual la presencia de la policía sea discreta" 

“La presencia policial da sensación de seguridad, el componente subjetivo, más allá de que efectivamente colabore o no a aumentar la seguridad. Nosotros tenemos claro que la presencia policial se tiene que incrementar y por eso hacemos esfuerzos para que la policía esté en la calle, que es la razón de ser de la policía, para dar respuestas más rápidas a la gente”, destacó, para agregar que “esta es sólo una parte que no soluciona el todo”. 

“El ideal es una ciudad en la cual la presencia de la policía sea discreta”, como definió Barzeri. “Pero es un camino largo y en esta etapa, a nivel de delincuencia, sabemos que muchas personas viven un sentimiento real de impunidad; no hay presencia policial o llega tarde; pero la presencia policial disuade. Lo importante es desarrollar actividades de convivencia, retomar la vida en los barrios, que la gente participe. “Quizás la definición más importante de quienes llevamos esta gestión es: no hay seguridad pública sin la participación de la gente” concluyó.