“Un trato por el buentrato”
El programa Claves lanzó la campaña “Un trato por el buentrato”, que ya cuenta con varias ediciones anteriores. La iniciativa, que parte de una organización no gubernamental, tiene el respaldo de los ministerios de Educación y Cultura, de Desarrollo Social y de Salud Pública, de los institutos nacionales de la Juventud (INJU), del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) y de Mujeres, además de Antel y otras empresas.
La campaña contra el maltrato infantil de este año tiene como consigna “Tus gestos dejan marcas” y se sustenta en acciones de voluntariado juvenil.
El cronograma de actividades incluye campamentos de capacitación para los promotores que son impulsados por el INAU, instancias de sensibilización en la vía pública en todo el país y la campaña de “vacunación antipegánica” (simbólica), que es el centro de la propuesta, prevista para octubre.
Los ciudadanos dispuestos a recibirla —la meta fijada es 70.000 personas— se comprometen a cuidar sus gestos ante los niños, niñas y adolescentes, promoviendo el “buentrato”. Reciben un caramelo, un adhesivo y una ficha con sus datos, como una suerte de “carne de vacunas” cuya vigencia dependerá del tiempo que se comprometan a no practicar actos de maltrato.
El lanzamiento contó con la participación, entre otros, del ministro interino de Educación y Cultura, Oscar Gómez, el director del INAU, Jorge Ferrand, el director del INJU, Matías Rodríguez, y la titular del Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Mirtha Guianze, entre otras autoridades.
La responsable del programa Claves, Alicia Casas, explicó que el desarrollo de las capacidades está relacionado con la forma en que las personas son tratadas durante su infancia y adolescencia.
“Gestos de respeto y tolerancia marcan la personalidad, al igual que también los gestos de desamor y negligencia”, indicó. En este último caso, asegura que se los priva de los nutrientes esenciales para el desarrollo.
La activista aclaró que la crianza no es exclusiva de los padres, sino que la comunidad también tiene responsabilidad, al tiempo que recordó que, cuando de derechos humanos se trata, la diferencia entre lo público y lo privado no existe.
Casas sostuvo que en Uruguay hay 900.000 menores de 18 años, por lo cual “no somos una aldea tan grande” como para no poder aspirar a criar una generación completa sin maltrato.
Los jóvenes voluntarios, por su parte, llamaron a detenerse un momento a pensar cómo son los vínculos de los adultos con los niños y adolescentes. Entienden que un pequeño cambio individual incide y contagia a los demás.
La oportunidad fue propicia para presentar un documental sobre la propuesta, conocer las piezas publicitarias que se emitirán por las pantallas que funcionan en la vía pública y posteriormente realizar una dinámica lúdica, que involucró también a las autoridades presentes, como suele hacerlo año a año esta propuesta.
Al cierre de la actividad, los jerarcas no realizaron exposiciones sobre el tema, como ocurre comúnmente en este tipo de eventos, sino que intercambiaron relatos, anécdotas sobre aquellos “gestos” que marcaron sus vidas.
De estos diálogos surgieron algunas reflexiones. Se habló de violencia simbólica y real, del cuidado que se debe tener en la forma en que uno se expresa y las señales que da, y la importancia de los gestos que ofrece la propia comunidad. Entienden que es importante valorar los positivos y dimensionar el impacto de los negativos.
Todos coincidieron en el valor de esta causa, en la necesidad de luchar contra el maltrato, y expresaron su satisfacción al ver trabajar a los jóvenes voluntarios con tanto compromiso social.
Campaña contra maltrato infantil y adolescente apunta a los gestos y promueve voluntariado
“Tus gestos dejan marcas” es la consigna de la campaña contra la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes. La iniciativa conocida como “Un trato por el buentrato”, llevada adelante por voluntarios de una organización no gubernamental con el apoyo de ministerios y otros organismos estatales, prevé en los próximos seis meses desarrollar diversas actividades, destacándose la cruzada “vacunación antipegánica”.

La campaña contra el maltrato infantil de este año tiene como consigna “Tus gestos dejan marcas” y se sustenta en acciones de voluntariado juvenil.
El cronograma de actividades incluye campamentos de capacitación para los promotores que son impulsados por el INAU, instancias de sensibilización en la vía pública en todo el país y la campaña de “vacunación antipegánica” (simbólica), que es el centro de la propuesta, prevista para octubre.
Los ciudadanos dispuestos a recibirla —la meta fijada es 70.000 personas— se comprometen a cuidar sus gestos ante los niños, niñas y adolescentes, promoviendo el “buentrato”. Reciben un caramelo, un adhesivo y una ficha con sus datos, como una suerte de “carne de vacunas” cuya vigencia dependerá del tiempo que se comprometan a no practicar actos de maltrato.
El lanzamiento contó con la participación, entre otros, del ministro interino de Educación y Cultura, Oscar Gómez, el director del INAU, Jorge Ferrand, el director del INJU, Matías Rodríguez, y la titular del Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Mirtha Guianze, entre otras autoridades.
La responsable del programa Claves, Alicia Casas, explicó que el desarrollo de las capacidades está relacionado con la forma en que las personas son tratadas durante su infancia y adolescencia.
“Gestos de respeto y tolerancia marcan la personalidad, al igual que también los gestos de desamor y negligencia”, indicó. En este último caso, asegura que se los priva de los nutrientes esenciales para el desarrollo.
La activista aclaró que la crianza no es exclusiva de los padres, sino que la comunidad también tiene responsabilidad, al tiempo que recordó que, cuando de derechos humanos se trata, la diferencia entre lo público y lo privado no existe.
Casas sostuvo que en Uruguay hay 900.000 menores de 18 años, por lo cual “no somos una aldea tan grande” como para no poder aspirar a criar una generación completa sin maltrato.
Los jóvenes voluntarios, por su parte, llamaron a detenerse un momento a pensar cómo son los vínculos de los adultos con los niños y adolescentes. Entienden que un pequeño cambio individual incide y contagia a los demás.
La oportunidad fue propicia para presentar un documental sobre la propuesta, conocer las piezas publicitarias que se emitirán por las pantallas que funcionan en la vía pública y posteriormente realizar una dinámica lúdica, que involucró también a las autoridades presentes, como suele hacerlo año a año esta propuesta.
Al cierre de la actividad, los jerarcas no realizaron exposiciones sobre el tema, como ocurre comúnmente en este tipo de eventos, sino que intercambiaron relatos, anécdotas sobre aquellos “gestos” que marcaron sus vidas.
De estos diálogos surgieron algunas reflexiones. Se habló de violencia simbólica y real, del cuidado que se debe tener en la forma en que uno se expresa y las señales que da, y la importancia de los gestos que ofrece la propia comunidad. Entienden que es importante valorar los positivos y dimensionar el impacto de los negativos.
Todos coincidieron en el valor de esta causa, en la necesidad de luchar contra el maltrato, y expresaron su satisfacción al ver trabajar a los jóvenes voluntarios con tanto compromiso social.