Cánepa: Exitosa política de Estado en control de tabaco se debe al liderazgo político
El prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, sostuvo que sin un fuerte liderazgo político el tema antitabaco no hubiera tenido el éxito que ha logrado y destacó el convencimiento que, sobre este punto, tiene la Presidencia y el Ministerio de Salud Pública del período anterior y el actual. El jerarca también destacó el rápido reconocimiento de la sociedad sobre los beneficios de esta política pública.

Cánepa participó, este miércoles, de la apertura del taller sobre “Cooperación Sur-Sur para la implementación de medidas del Convenio Marco de Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud” organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) que se llevó a cabo en Torre Ejecutiva.
Resaltó que el control de tabaco es una política de Estado que se ha transformado en poco tiempo. En ese sentido repasó las medidas más importantes en relación con la implementación del convenio marco de la primera administración del Frente Amplio y que, a su juicio, devengaron dos efectos inmediatos que explican el inicio de su éxito.
En este sentido, reconoció que cuando se genera un cambio importante en una política pública, lo primero es resistir el cambio por las incertidumbres que este genera y también un “lobby legítimo” en contra, de quienes tienen el negocio de la venta de tabaco.
“Sin embargo en el Uruguay esta medida tuvo éxito por dos razones: aparte de la implementación de la política pública en sí misma, aconteció un fuerte liderazgo político detrás, y un convencimiento tanto de la Presidencia de la República como del Ministerio de Salud Pública de la época y el actual. Sin un fuerte liderazgo político este tipo de políticas no se implementan con facilidad en los países”, expresó.
En segundo lugar, resaltó que ocurrió un rápido reconocimiento por parte de la sociedad sobre los beneficios que genera esta política en salud y en convivencia, lo que ayudó a consolidar el éxito.
“No venimos a enseñar, venimos a aprender en conjunto. Trasmitimos nuestra experiencia pero también queremos aprender para poder mejorar nuestra propia política pública”, se dirigió a la plantea. “Ni queremos ni creemos ser modelo de nadie, ni de nada, simplemente queremos trasmitir en igualdad de condiciones nuestras experiencias con las situaciones particulares que puede tener Uruguay y que generaron una acumulación de políticas públicas”.
Transversalidad
Cánepa, como presidente de AUCI, advirtió que la política antitabaco no se originó sola. “Nace porque hay una transversalidad de políticas públicas, es decir, una estrategia de país que sustenta esta política como otras. No existen políticas aisladas que tengan éxito, no existe una buena política contra el tabaco si no hay una política pública de prevención y de educación sanitaria, y una política pública de desarrollo enfocada en estas perspectivas”, sostuvo.
Refiriéndose a la Cooperación Sur-Sur y al trabajo de AUCI, identificó cuatro áreas de las capacidades nacionales, como la agropecuaria, la gobernabilidad, la infraestructura para el desarrollo y las políticas sociales que es donde se ubica la política antitabaco, “como uno de los mejores ejemplos que podemos ofrecer a nuestros países amigos para intercambiar experiencias por el éxito y por la experiencia acumulada desde su implementación”.
Cánepa destacó el hecho de que Uruguay pasó a ser un país de "renta alta". “Junto con Chile somos los dos únicos países de América Latina y el Caribe que dejamos de ser países de renta media-alta para ser de renta alta".
En este contexto, hizo especial énfasis en que Uruguay tiene, en el ámbito internacional, una posición crítica sobre la utilización del ingreso per cápita como única medida de desarrollo de los países, porque “genera este tipo de situaciones donde no se toma en cuenta las vulnerabilidades e inequidades internas que existen en los países y se mide el desarrollo de un país a partir de su crecimiento económico”.
También manifestó que este Gobierno no confunde crecimiento económico con desarrollo. "El crecimiento económico es imprescindible pero no es suficiente para poder hablar de un país en desarrollo”, expresó.
También sostuvo, al margen de esa discusión, que Uruguay entiende y asume su responsabilidad internacional y regional sobre el nivel de desarrollo medio en que se encuentra, debe seguir recibiendo cooperación pero tiene también la responsabilidad de dar cooperación con los esfuerzos en intercambio técnico e incluso financiar y apoyar económicamente para poder llevar adelante políticas públicas que pueda ser transferidas a nivel regional.
“Porque la mejor garantía para nuestro desarrollo es lograr que la región en su conjunto avance”, concluyó el jerarca.