Política antitabaco

La cantidad de fumadores en Uruguay pasó de representar 25 % de la población en 2009 a 21,6 % en 2017

La edición Uruguay de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos (GATS) registró una reducción en la cantidad de personas que consumen cigarrillos: de representar el 25 % de la población en 2009, pasó al 21,6 % en 2017. El responsable del área en el Ministerio de Salud Pública (MSP), Enrique Soto, aseguró que esa mejora en los indicadores se asocia directamente con la política antitabaco desplegada en esos años.

Enrique Soto

Soto, a cargo del Programa Nacional para el Control del Tabaco del MSP, destacó la importancia de la encuesta internacional en la materia, por ser considerada el parámetro para hacer el seguimiento en forma sistemática sobre la cantidad de consumidores. Uruguay, con esa medición, cumple con la exigencia definida en el convenio marco de la Organización de las Naciones Unidas, que en este país es ley.

El 21,6 % de los uruguayos mayores de 15 años consume tabaco en la actualidad, cuando en 2009 lo hacía el 25 %. Analizado por sexo, se indica que lo hace el 25,6 % del total de los hombres y el 18 % de las mujeres.

En entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, Soto aseguró que esa reducción de la cantidad de fumadores responde a las políticas antitabaco desplegadas en el país desde la llegada al gobierno de Tabaré Vázquez, en 2005.

“Uruguay era uno de los países con más alta prevalencia de tabaquismo en la región”, recordó. “Luego, el país ratificó el convenio marco en 2004, comenzó a implementar políticas específicas en 2005 y en 2008 aprobó una norma que regula los espacios libres de humo”, detalló.

Posteriormente, se creó una serie de ordenanzas y decretos que incorporaron otras acciones, como la disminución del tamaño de los pictogramas en las cajillas de cigarrillos, prohibiciones en cuanto a promoción, publicidad y patrocinio de los productos del tabaco y delimitación de los espacios donde se permite fumar. La última acción fue enviar al Parlamento un proyecto para implementar el empaquetado neutro.

En ese contexto, Soto aseguró que las medidas incidieron en la conducta de los fumadores. Un ejemplo de ello es la percepción del riesgo que recoge la encuesta. El 97,5 % de los adultos consultados admitieron creer que fumar causa enfermedades graves y el 42,9 % de los fumadores actuales pensaron dejar de hacerlo debido a las advertencias sanitarias de las cajillas.

En cuanto a la cesación, el 72,9 % de los fumadores actuales planea dejar de fumar en algún momento y el 10,3 % piensa hacerlo el próximo mes.

Asimismo, Soto aseguró que la gente percibe un menor impacto del humo de tabaco en el hogar, en los lugares de trabajo y, sobre todo, en centros educativos, donde se generó una mayor percepción, no así en los medios de transporte, donde la variación no fue tan significativa.

El responsable del programa añadió que la encuesta sirve también para determinar en qué se deben focalizar las políticas. Por ejemplo, los datos evidencian que se debe actuar con más insistencia con las adolescentes, ya que la disminución de la prevalencia se produce en forma más acentuada en el hombre. Algo similar ocurre si se desagrega por nivel socioeconómico, dado que el mensaje parece no llegarle con tanta profundidad a los sectores de menos recursos.

Este relevamiento en Uruguay se hizo a través de la visita a 6.240 hogares con personas de 15 años o más. La tarea de recoger los datos, que estuvo a cargo del Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Salud Pública, implicó 4.966 entrevistas individuales, con una tasa promedio de respuesta del 89,4 %.

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