CODICEN presentó resultados del Programa Internacional para Evaluación de Estudiantes
La evaluación PISA 2012 reveló que Uruguay se encuentra en el límite de los países que se han mantenido estables o con leves oscilaciones y de los que han retrocedido en su desempeño en matemáticas. Ricardo Ehrlich sostuvo que los resultados indican que el sistema educativo se debe “remangar y seguir trabajando”. Wilson Netto resaltó que se utilizarán los datos del estudio, junto a otros, para generar políticas educativas.

El Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) realizó la presentación de resultados del ciclo 2012 del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por su sigla en inglés) diseñado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La actividad, desarrollada en el edificio central del organismo, fue liderada por el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, el presidente del CODICEN, Wilson Netto, y demás miembros del organismo. También participaron autoridades de los Consejos de Educación Secundaria y de Educación Técnico Profesional-Universidad del Trabajo del Uruguay.
PISA, que se realizó en 2012 a 500.000 estudiantes de 65 países y cuyo foco principal estuvo en el estudio de matemática, tiene por objeto evaluar las competencias adquiridas en matemática, ciencias y lectura, entendidas como competencias claves para la vida. En Uruguay, la evaluación fue realizada a 5000 estudiantes de 15 años de toda la educación media (secundaria pública y privada, educación técnica y 7.°, 8.° y 9.° de escuelas rurales), lo que representó una muestra de un universo general equivalente a 40.000 estudiantes.
Los resultados indican que Uruguay se encuentra en el tercer lugar de la región —detrás de Chile y México— y está ubicado en el nivel 2. Los 409 puntos que obtuvo Uruguay en promedio de matemática suponen un descenso de 13 puntos frente a lo que había obtenido en 2003, que fueron 422. En tanto, los resultados en lectura fueron de 411 y en ciencia, de 416. La descripción del nivel de puntos es 6 (669,3 o más); 5 (606,99 a menos de 669,3); 4 (544,68 a menos de 606,9); 3 (482,38 a menos de 544,68); 2 (420,07 a menos de 482,38), y 1 (357,77 a menos de 420,07).
El nivel 2 —donde está Uruguay— indica que los estudiantes interpretan y reconocen situaciones en contextos que requieren inferencia directa, extraen información relevante a partir de una sola fuente y hacen uso de un único modo de representación; emplean algoritmos básicos, fórmulas, procedimientos o convenciones para resolver problemas con números enteros, y hacen interpretaciones literales de los resultados.
La comparación del desempeño de los países entre 2003 y 2012 identificó tres evoluciones: 13 países se han mantenido estables o con leves oscilaciones; 14 han retrocedido en su desempeño en matemáticas, y 12 han mejorado. Uruguay se encuentra en el límite entre los primeros dos conjuntos de países mencionados.
El ministro Ricardo Ehrlich dijo que se trata de una prueba seria, rigurosa e importante que permitirá propuestas de mejora en la educación. “La evaluación de aprendizaje y capacidad muestra en promedio un leve descenso de la educación y tiene que ser analizada, porque, si bien es leve, es preocupante”, aseguró.
“El sistema educativo, que sufrió un proceso complejo durante décadas, se viene recomponiendo. Se han instrumentando programas territoriales que vienen dando resultados lentamente; ahora se debe avanzar en los grandes cambios estructurales, en las propuestas educativas que hacen a la formación de docentes y apoyar a aquellos segmentos de jóvenes que están en condiciones difíciles. Pero no se debe mirar como un ranking en la tabla, sino como señales de posibilidades para aumentar y mejorar el sistema educativo”, afirmó Ehrlich.
Wilson Netto resaltó el aumento de la cobertura educativa a jóvenes de 15 años y su participación en el sistema educativo medio básico. “Un 60 % de los jóvenes están estudiando en 4.° año, es decir, en el grado modal donde deben estar estudiando, pero el restante 40 % tiene problemas de repetición o rezago; son estos los temas en que tenemos que trabajar”.
“Lo que pretende la prueba es ver los procesos cognitivos para luego abordar las distintas problemáticas que van a tener que vivir en la sociedad. Los problemas de aprendizaje en nuestros jóvenes preocupan en el mundo y es momento de trabajar en otros parámetros, encontrar otros caminos para que los aprendizajes mejoren", expresó el presidente del CODICEN.
“Una prueba no es un elemento para generar políticas, sí es un elemento o insumo más para que, en conjunto con otras, sí puedan generar políticas en educación”, concluyó Netto.