Cuando colonos no cumplen con obligaciones o no pagan la renta, se reclama que reintegren la tierra a la sociedad
El Instituto de Colonización, después de años de gestión, no tiene deudas y cuenta con 30 millones de dólares al año para invertir en tierra, infraestructura y viviendas de Mevir y generar condiciones de vida y trabajo, aseguró su titular, Jacqueline Gómez. “Cuando no cumplen con las obligaciones, no pagan la renta o no tienen perfil colono, se solicita que reintegren la tierra a la sociedad uruguaya”, dijo.

En entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, Gómez recordó las innovaciones tecnológicas implementadas para la mejora de la gestión y el incremento de la transparencia. Mencionó los llamados específicos para jóvenes, mujeres rurales o proyectos productivos con cuidado de recursos naturales, como otros avances destacados en el período.
Recordó que la modificación del marco legal redujo de 500 a 200 la cantidad de hectáreas que se deben presentar al Instituto Nacional de Colonización (INC) en los departamentos donde la estructura agraria es pequeña y los sistemas productivos son intensivo. Además señaló que las mujeres disponen del mismo derecho a acceder a la tierra que los hombres y se refirió al trabajo respecto a temas de violencia de género y cuidado de familias.
Gómez subrayó que la política de adquisición de tierra se realiza con llamados abiertos y transparentes. Más de de 133.000 hectáreas fueron incorporadas en los últimos años con una inversión importante de la sociedad uruguaya hacia la política de asalariados rurales y productores familiares y un proceso intenso de supervisión de cumplimiento de obligaciones.
“El Instituto Nacional de Colonización tiene fluidez financiera, sin ningún nivel de endeudamiento y con una capacidad de invertir entre 24 y 30 millones de dólares anuales en compra de tierra para poder llevar adelante las políticas. Logró revertir el estado de situación que tenía en 2004, cuando estuvo a punto de cerrar y apenas se compraron 45 hectáreas”, afirmó la jerarca.
La entrevistada subrayó que los colonos son asalariados rurales y productores familiares que mayoritariamente cumplen con las obligaciones y responsabilidades legales y el pago de la renta. “Accedieron a la tierra y saben reconocer esta oportunidad, por lo que la satisfacción es altísima en cuanto a perfil y cumplimiento”, certificó.
“Cuando encontramos casos en que no correspondía que fuesen colonos y que la sociedad uruguaya le subsidiara el 50 % del valor del mercado de la renta o que se tratara de gente que no vivía ni trabajaba directamente, le solicitamos la tierra, porque no es la lógica de producción familiar. También cuando no se cumplió con el pago de la renta se iniciaron procesos judiciales. La gente que no tiene perfil de colono, sin ninguna duda, tiene que salir del instituto”, determinó Gómez.